Cuidan su alimentación al máximo, los hay hasta con nutricionista y cada vez son más los que realizan entrenamientos específicos con un preparador personal que conoce a la perfección sus datos y lo que puede dar de sí. Todo cuidado al detalle, algo habitual si se tratara de deportistas profesionales, pero que podría sorprender al hablar de jóvenes e incluso niños. Y es que la profesionalización en el deporte se está extendiendo hacia las categorías inferiores a pasos agigantados. De hecho, cada vez son más los que viven su día a día como si fueran deportistas de élite desde la categoría infantil incluso.
Joseba Beloki, Lluís Codina y Martín Fiz conocen de primera mano la evolución y la espectacular transformación que está sufriendo el deporte desde su base. Los tres valoran positivamente que desde los 12 años ya empiecen a trabajar con modelos similares a la élite, pero advierten de que hay que tener todo muy controlado para evitar crear "juguetes rotos".
Atrás quedan esos tiempos de "romanticismo" en el deporte en el que "casi daba igual ganar o perder y buscabas divertirte", como asegura Fiz. Ahora el objetivo es lograr resultados desde el inicio "al estar todo mucho más especializado", aspecto clave en opinión del excampeón del mundo a la hora de mejorar marcas y lograr éxitos. "Antes a la maratón se llegaba con 30 años y ahora si las marcas han mejorado, aparte de por las nuevas tecnologías, se debe a que los chavales llegan con 20 años a esta carrera. Están más preparados, en la alimentación, la hidratación, todo...".
MUY JÓVENES EN LA ÉLITE
No se escapa ni un detalle. Todo bajo control. Así se consigue, no solo llegar a la élite cada vez más joven, sino triunfar también. Ahí están los casos de ciclistas como Evenepoel o Pogadcar o el futbolista EvenepoelPogadcarPedri "Los entrenamientos son mucho más completos ahora", explica Codina. Hay más factores que ayudan a comprender esta explosión de jóvenes triunfadores en distintas modalidades. "Antes se hablaba de la nutrición de forma puntual y ahora se ha convertido en un aspecto básico. Se ha llevado a unos niveles máximos", añade el delegado del Alavés.
Y es que hoy en día ya desde infantiles se puede conocer que puede dar de sí un deportista en el futuro. Se mide su fuerza, velocidad, elasticidad, resistencia, entrenan con cargas de trabajo similares a los profesionales y disponen de las mismas herramientas que ellos pese ser tan solo deportistas de categoría infantil. "Todas estas herramientas que han llegado al ciclismo te permite saber si físicamente el chaval puede llegar. Si tiene potencial o no", comenta Beloki.
El exciclista considera que esta tecnología es beneficiosa y que incluso puede ayudar al deportista a alargar su carrera deportiva. "En el ciclismo antes con 30 años solo te ofrecían contratos de año en año y ahora vemos a gente que con 40 sigue funcionando muy bien". Sin embargo, el que fuera tres veces podio en el Tour considera que hay ciertos aspectos por pulir. El principal motivo de preocupación del excorredor está en el entorno del deportista. "Queremos profesionalizar todo y quizás el entorno del jugador, del ciclista o del atleta no está a la altura". El problema para Beloki es que no todos los aspectos que debían rodear al deportista avanzan "a la misma velocidad". "Igual estamos utilizando educadores que no están preparados, sistemas organizativos que tampoco o faltan pasos intermedios, como ocurre en el ciclismo femenino, que hay un equipo World Tour como el Movistar, pero en un poco más abajo no hay equipos y es un problema".
Mayor sincronización. Evitar estos saltos para que la tecnología que está a disposición de los jóvenes deportistas sea bien aplicada por formadores cualificados. Todo debe ir de la mano. Y hace falta paciencia además como expone Codina. "Si esas promesas no acaban de dar el paso, los retiramos ya y no sirven para el futuro. El desarrollo de un atleta, de un futbolista o un ciclista puede ser un poco más largo. Muchas veces no hay paciencia. Queremos resultados inmediatos y eso crea frustración al deportista", como explica el exjugador albiazul.
OJO CON LAS FALSAS EXPECTATIVAS
Hay que andar con pies de plomo, sobre todo a estas edades. Sin crear castillos en el aire, como advierte Fiz. "Está bien que clubes y equipos estén cualificados para preparar a esa persona como profesional, pero esas falsas expectativas que les puedan generar los familiares, amigos o él mismo son muy peligrosas y puede generar muchos muñecos rotos".
Y es que el atleta tiene claro que los chavales a veces se miran en unos espejos de éxito y fama, que pueden ser contraproducentes si no tienen alguna alternativa en caso de que el deporte falle. "Estando en Primera y Segunda División se puede vivir del fútbol durante mucho tiempo, pero hay chavales de Tercera que creen que pueden llegar y dejan los estudios, dejan todo y con 30 años no tienen donde sujetarse, porque tanto tienes, tanto gastas y luego estás perdido".
Además, todos advierten de que ahora es mucho más complicado llegar a la élite que en sus tiempos. El embudo sigue siendo el mismo, ya que el paso definitivo los siguen dando muy pocos, pero son muchos más los que se preparan a conciencia desde la base y el número de aspirantes a su vez también ha crecido, lo que provoca que sean también más los que se quedan por el camino. "Hay mucha más gente y no solo de aquí. Ya es a nivel mundial y esa globalización provoca que también haya ciclistas japoneses o de las antípodas y por eso el porcentaje que llega arriba es menor", apunta Beloki.
Y el problema es que muchos de ellos no están preparados para quedarse a las puertas tras una carrera llena de sacrificios. Ahí es donde juega un papel fundamental el entorno del deportista. Deportistas inclusos muchos de ellos con mánager pese a tener tan solo 12 años. Una figura bien vista por estos tres exdeportistas de élite siempre que haya una ética en su figura y se preocupe por el bien de su representado. "No se le puede apartar, porque forma parte del deporte en sí, pero debe buscar siempre el bien del jugador", puntualiza Lluís Codina.
A FAVOR DEL MÁNAGER
Y sin meter pájaros en la cabeza. Eso es vital a juicio del delegado babazorro. "Lo más importante es que el mensaje que se le dé desde el entorno sea realista, ya que la globalización ha provocado que todos los equipos tengan muchos deportistas de otros países y eso te lleva a estar fuera y no tienes a tu familia al lado para tener su apoyo o si algo no va bien hacértelo ver. Conmigo el más crítico siempre ha sido mi padre, nunca me decía una buena palabra para que no me relajase".
Centrado y bien aconsejado. Ese es el camino. Lleno de curvas como desvela Fiz. "Los chavales pueden fijarse en unos modelos muy peligrosos. Si ven a un deportista con un cochazo y oyen que gana no sé cuánto, piensan que ya tienen la vida hecha y puede ser mentira. Por eso necesitan un profesional cerca que les ponga los pies en el suelo y les aconseje y mire por su bien".
Codina coincide plenamente con el maratoniano gasteiztarra. "Ellos copian lo que ven . Quieren ser el espejo de esos grandes deportistas, ven el lujo y todo eso puede llegar a nublarles". Ahí el mánager puede jugar un papel fundamental a su modo de ver. Representantes que ellos tuvieron ya con la mayoría de edad y que ahora ya hay niños que con 12 años ya tienen el suyo.
Además, mientras en estos momentos no se estila la fidelidad entre deportista y su representante, en su época, una vez que unían sus destinos seguían juntos hasta el final. Codina, por ejemplo, empezó con un agente en Barcelona a los 18 años y tras llegar a Vitoria siguió su carrera con Tomás Durán al que está muy agradecido. "Siempre escuchaba lo que tú realmente querías". Fiz, por su parte, unido a Miguel Ángel Mostaza desde los 18 años, agradece la labor de este, a quien considera "su amigo". "Lo bueno de un representante es que tú te dedicas a lo tuyo y él está para lo demás. Tú te centras en andar en bicicleta, correr o jugar al fútbol y nada más. Descansar, comer, dormir, entrenar y competir. No tienes que pensar en el dinero ni en nada", dice.
Beloki, quien firmó con Juan Carlos González Salvador a los 24 años, entiende que "ahora todo se ha profesionalizado y si el agente no ve al deportista como persona, este tiene un problema". Y es que el exciclista ve cierto peligro en estas grandes agencias de representación en las que prima el producto por encima del deportista. "Ahora estamos con el tema digital, es un mánager 2.0, te llevan el social media, las redes sociales y al final eres un producto. Son grandes agencias que se olvidan de lo personal y el chaval se puede perder", dice. "Y es que si además de un chaval con 17 años que aspiras a ser bueno, eres guapete y tienes tirón en redes sociales, puedes tener un problema si no piensan en la persona. La has cagado. ¿Qué te falta? Pues necesitas a un buen profesional que te tire de las orejas y como decía Lluís de su padre, le devuelva a su sitio", añade.
Para ello, es necesario que exista entre ambos algo más que una relación profesional. "Es clave conocer a la persona y darle lo que necesite en cada caso. A veces hay que darles cariño y saber cómo está en ese momento", comenta Codina.
LA FRUSTRACIÓN
Y es que, tal y como reconocen a estas edades, suelen llevar muy mal los tropiezos y no asumen el fracaso. Ahí están imágenes como la del corte de mangas de Evenpoel tras perder el Europeo de ciclismo ante Colbrelli. "Es una etapa por la que deben pasar", responden al unísono. Otra fase del aprendizaje. Asumir que son humanos, que cometen errores y que la culpa no siempre es de los demás. "Hoy en día la frase con la que empiezan mucho los chavales es: "es que..." Los deportistas tienen tendencia a buscar culpables en factores externos y en el fútbol se está trabajando en ese aspecto. Primero que se analicen ellos, para después analizar otras cosas", matiza Codina.
Un análisis sobre el fracaso que comparte plenamente Beloki. "Normalmente viene con cierta culpabilidad hacia un tercero. No me convocaba, me prometió que y no.... Lo que no asume son sus errores y no hace un autoanálisis, como reconocer que no entrenaba, no me he cuidado...". Y es que aún muchos aún son niños. Niños al fin y al cabo, por mucho que ya tengan una vida como profesionales.
"Cuando tienen un fracaso tienden a culpar a un tercero y deben saber hacer autocrítica"
Exciclista, tres veces podio del Tour
"Ahora se llega más joven a la élite porque están más preparados y está todo más especializado"
"Lo bueno de tener un representante es que tú te centras en lo tuyo y él está para todo lo demás"
Campeón del mundo de maratón
"Antes se hablaba de nutrición de manera puntual y ahora es un aspecto básico del deportista "
"Lo más importante es que el mensaje que se le dé desde el entorno sea realista"
Delegado del Deportivo Alavés