Hace más de un decenio, los servicios municipales de Cooperación y de Cultura encontraron una fórmula para fusionar sus distintos campos de actuación con la creación de una iniciativa que cada año sirve para poner en relación a artistas locales con entidades sociales también cercanas que trabajan en distintos aspectos de los derechos humanos. La decimotercera edición de esta convocatoria es ya una realidad visible para el público, que hasta el próximo 25 de enero de 2026 va a poder ver en Montehermoso el proyecto: ¿Puede la Inteligencia Artificial ser feminista?.

La exposición es el resultado, en esta ocasión, de la colaboración entre la ONGD Mugarik Gabe y Colectiva Femias, conformado por Laura MM, Alejandra Bueno –que ya ha expuesto en el centro cultural de lo alto de la colina en una ocasión anterior– y Aiskoa Pérez. Junto a sus creaciones se encuentran también piezas de Felipe Ribas San Martín y Rocío Soria, personas invitadas a colaborar en el resultado final.

Según explicaron ayer las creadoras, “esta propuesta es una invitación a mirar de frente a las inteligencias artificiales y preguntarnos qué cuerpos sostienen sus lógicas, qué mundos alimentan sus ojos y quiénes quedan fuera de su campo de visión”. Tanto Colectiva Femias como Mugarik Gabe destacaron que, aunque proceden de ámbitos diferentes como la investigación artística y tecnológica, por un lado, y la defensa feminista, ecologista y de los derechos humanos, por otro, comparten “la urgencia de cuestionar las tecnologías que atraviesan nuestras vidas desde miradas colectivas, críticas y feministas”.

En imágenes: La exposición ‘¿Puede la Inteligencia Artificial ser feminista?’ en Montehermoso Jorge Muñoz

La muestra se organiza en seis espacios que abordan diversas aproximaciones a la IA. El recorrido comienza con una sección dedicada a los conceptos clave, una introducción a los términos esenciales que articulan la exposición: inteligencia artificial, Derechos Humanos y prompt, entre otros.

Un segundo ámbito muestra el trabajo colaborativo desarrollado conjuntamente por Colectiva Femias y Mugarik Gabe. La tercera área, denominada Taxonomía, reúne obras que aluden a las etiquetas, clasificaciones y bases de datos de las que aprende la IA. El cuarto ámbito, llamado Imaginario de la IA, ofrece una instalación interactiva en la que la tecnología genera un prompt o descripción personalizada para cada visitante.

Por su lado, el quinto espacio, Imaginario disidente, muestra obras creadas con IA pero concebidas desde un imaginario humano crítico para cuestionar estereotipos. El recorrido concluye con Evaluar la mirada, una propuesta interactiva que invita al público a poner a prueba lo aprendido durante la visita.