Un disco con el que abrir y probar otros caminos. Es la apuesta que Olatz Salvador ha realizado con Zainak eman. Con sus nuevas canciones, la artista donostiarra vuelve este viernes a la capital alavesa. Lo hace para actuar en la sala Jimmy Jazz, donde los primeros sonidos vendrán de la mano de Eire. Está previsto que las puertas del espacio de la calle Coronación se abran a las 21.00 horas, quedando todavía alguna entrada disponible.
¿El tercer disco tiene que ser el de la confirmación, el de la madurez del proyecto?
–Puede ser que así sea. Y en mi caso podía haberme afianzado en un estilo concreto, en el que he estado trabajando hasta ahora, pero justo con este trabajo he pegado un volantazo y me he arriesgado a descubrir nuevos sonidos. Para mí, eso forma parte de la evolución artística. No es algo que haya venido para quedarse. Es el resultado de una búsqueda. He tenido muchos miedos por lo que dices, por esa sensación de que el tercer disco debe ser el de la consolidación de una carrera. Es un álbum que me ha costado porque he sido consciente de que quería cambiar y de que eso podría suponer perder gente en el camino.
Una nueva faz
Es que, de repente, el público ha descubriendo que hay una popera electrónica en usted.
–(Risas) Sí, exactamente. Nunca lo he ocultado, de todas formas. En Skakeitan jugábamos mucho con la electrónica, por ejemplo. Pero es cierto que con este disco hay gente que se ha sorprendido. En los álbumes anteriores se me había quedado cierta espinita. Pensaba que tenía que haber jugado más. Con Zainak eman me la he quitado.
Tras los primeros conciertos, ¿cómo está sintiendo la acogida de esa apuesta?
–Me he sentido muy arropada. Es verdad que, al final, gran parte del motor de este proceso es, precisamente, la gente, el acompañamiento y la acogida que me da el público. Siento mucho apoyo. En la gente es donde todo cobra sentido. Una canción empieza en la intimidad de tus cuatro paredes para, después, terminar cuando conecta con la gente. El 19 de octubre dimos el primer concierto en Oñati y me sentí muy agradecida por el calor que recibí del público. Me doy cuenta de que, por encima de todos mis miedos, hemos creado una comunidad que trasciende y va más allá de las canciones. Siento que la gente conecta conmigo de alguna forma y me siento muy, muy agradecida con eso.
¿Pero cómo está siendo unir en los directos ese nuevo sonido con las canciones de los dos anteriores discos?
–Preparar este directo ha sido un reto precisamente por esto que dices, por ver cómo equilibrábamos la balanza. Pero creo que lo hemos conseguido. Además, acompañamos el directo con una propuesta bastante potente de luces y con una escenografía que, si me permites, no te voy a contar para que sea sorpresa en Jimmy Jazz. Siento que hemos hecho una propuesta bastante grande y, en ese marco, creo que la conexión con las canciones anteriores tiene su sentido. El concierto da lugar a diferentes momentos.
Creación libre
Cuando alguien escuche este nuevo disco, tiene que...
–La gente que me gusta tener a mi alrededor son las personas que, aunque no lleguen a entender todo lo que pasa, lo respetan. Espero que la gente entienda que este es el camino correcto porque lo he elegido. Es verdad que hay quien quiere encerrarme en un estilo concreto y me dice lo que tengo que hacer. Quiero tener la libertad de crear lo que me sale de las tripas. Eso es lo que, para mí, un oyente sano debería tener presente.
Pero seguro que alguien le ha echado en cara, por ejemplo, lo del uso del auto-tune.
–Sí, sí, me lo han dicho bastante (risas). Lo del auto-tune y lo de meter más guitarras. Pero quiero pensar que quien bien te quiere, te deja libre para que hagas lo que quieras. Este disco me ha supuesto una búsqueda bastante profunda y lo ideal para mí es que el público le de varias oportunidades de escucha. Creo que tiene muchas capas, matices y puntos de vista.
Y en 2025, tocar todo lo que se pueda y más, ¿no?
–Es la idea. Ya estamos cerrando la gira del año que viene y tengo muchas ganas porque tengo unas sensaciones muy buenas. El equipo de trabajo da gusto y, por encima de todos los miedos que tenía, creo que vamos a disfrutar mucho en esta gira.
Claro, cuando llegue el cuarto disco, ya se verá si sigue por esta línea o...
–Eso es. De repente me puede dar por hacer un disco con un cuarteto de cuerda si está bien, por ejemplo. Es que este camino de la música es tan abierto y tiene tantas posibilidades que me encantaría poder hacer cosas muy diversas. Me gustaría tocar todos los palos posibles.