Con la proyección de las mejores producciones internacionales y la entrega de los premios decididos tanto por el jurado como por el público, la tercera edición del Festival Internacional de Cortometrajes de Vitoria, iCOFF-Gasteiz, ya ha llegado a su fundido en negro final. Detrás queda una semana intensa de proyecciones y encuentros con creadores en Vital Fundazioa Kulturunea (Dendaraba).

En cuanto a los galardones, el Gran Premio iCOFF-Gasteiz recayó en el cortometraje de animación To bird ot not to bird de Martín Romero. El palmarés del jurado lo completan Guillermo García López, por Aunque es de noche (dirección ficción); El Bus, de Sandra Reina (documental); La mujer ilustrada, de Isabel Herguera (animación); Bruna Cusí, por Eli (interpretación); El Rey de la semana, de David P. Sañudo (corto vasco); Taltak de Ilune Díaz (euskera) y Europa, de Ekain Irigoien (corto Eusko-Atala). Por su parte, el público con sus votos eligió a Hadas de Beatriz de Silva (Ofiziala) y a El que no ve de Natxo Leuza (Eusko-Atala).

Se cierra así una edición que, en esta ocasión, se ha tenido que desarrollar en mayo tras la avalancha de cortometrajes recibidos cuando se abrió la convocatoria. De hecho, se superaron las 1.500 cintas, lo que exigió un esfuerzo extra por parte de la organización dirigida por Kepa Sojo y Sonia Pacios para llegar a los 30 cortos de la sección Ofiziala y los 15 de Eusko-Atala. Pero esa buena respuesta previa no tendría sentido sin encontrar al final del camino al público. En este sentido, el festival impulsado por Fundación Vital –y que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Gasteiz– ha vuelto a demostrar que cuenta con un amplio respaldo de la ciudadanía. La asistencia ha vuelto a ser todo un éxito, espectadores y espectadoras que, además de ver, han podido estar y charlas con realizadores como Paul Urkijo, David Pérez Sañudo, Beatriz de Silva y un largo etcétera de invitados.

Por supuesto, no hay que perder de vista a ninguno de los nombres presentes en la programación. En su corta vida, el iCOFF-Gasteiz ya ha demostrado contar con un olfato más que interesante para saber reconocer las obras que van a llegar lejos. Sobre todo, las que llevan sello alavés. Pasó en su edición de apertura, donde Tula, de Beatriz de Silva, empezó un camino que estuvo a un paso de acceder a las nominaciones a los Oscar. O el año pasado, cuando Estibaliz Urresola Solaguren sumó el enésimo galardón para Cuerdas mientras su largometraje 20.000 especies de abejas se hacía realidad.

“La tercera edición de iCOFF-Gasteiz ha sido un éxito de público con salas llenas en la sección Ofiziala. Supone la confirmación de un proyecto que aspira a dar un paso adelante y llevar a cabo una sección internacional a concurso que sustituya a la actual Nazioartekoa (exhibición). Gran parte de las y los espectadores han optado por disfrutar de los coloquios posteriores a las proyecciones con sus protagonistas. También ha habido gran afluencia de público en Eusko-Atala y prácticamente todas las directoras y directores han acudido a presentar sus películas, de manera presencial u online”, destacan los organizadores.

En estos seis días, Vital Fundazioa Kulturunea ha sido, además, punto de encuentro entre las personas relacionadas con el mundo del cortometraje vasco y estatal y se han establecido relaciones entre ellas para crear nuevos proyectos. Asimismo, “se ha hecho un esfuerzo por dar voz a las y los creadores alaveses y vascos en la sección Eusko-Atala y dar al euskera el protagonismo que merece”. La sección Nazioartekoa se ha centrado en temáticas femeninas y feministas.  

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En imágenes: Vitoria acoge los mejores cortometrajes de la mano de iCOFF-Gasteiz

“Las actividades paralelas también han tenido una excelente acogida por parte de un público interesado, con gran presencia de gente joven y estudiantes de enseñanzas medias y universitarias”, añaden los impulsores del festival.

De momento, la entrega de este 2024 deja un sabor de boca más que interesante en diferentes planos, desde la calidad de lo propuesto en la pantalla hasta el buen ambiente vivido y generado desde el pasado lunes hasta este sábado. El cortometraje está en un momento inmejorable y sigue atrayendo gente a los festivales, más allá de que los circuitos comerciales de salas sigan siendo un imposible.