Sonidos y músicos irlandeses protagonizaron el pasado fin de semana la apertura de la undécima edición del festival solidario Aitzina Folk, certamen al que el intérprete, creador y profesor alavés Karlos Subijana ha estado siempre muy unido. “Patxi Villén, que es la persona que lo dirige y lo concibió, fue alumno mío hace como 25 años. Su mujer, también. Desde entonces compartimos la pasión por la música”, incluso sobre los escenarios. Así se va a poder comprobar este viernes a las 19.00 horas. En la casa de cultura de Urkabustaiz, con no pocos invitados especiales, se compartirán con el público las canciones de Zaharrak berri.
En cierta medida, esta actuación en el certamen –cuya recaudación se destina a la investigación de la ataxia telangiectasia– viene a completar un camino que justo se inició hace un año en el festival. El artista de Gebara ofreció en la Catedral Santa María una actuación única. “Llevo nueve años tocando con Carlos Núñez y he aprendido mucho con él, también que existen instrumentos medievales y de otras culturas que son muy interesantes. Vimos que se podía hacer un concierto interesante con ello e invité a mucha gente”. Nadie quiso faltar. “Es que llevo tocando 48 años y he hecho muchos amigos en la música. Pero normalmente suelo colaborar yo con ellos, no al revés”.
Tal fue la respuesta que Subijana dice, con una sonrisa, que se empezó a preocupar. “Hace como unos tres años me pilló un cáncer. Y cuando todo el mundo me empezó a decir que sí a la primera, además gente de empaque como Oreka TX, Jimmy Bidaurreta, Gorka Bravo…, pensé: deben creer que la estoy palmando”. El resultado fue un recital “enorme” y el impulso para llevar todo ese proyecto a un disco, un Zaharrak berri que ha visto la luz este año y cuya gira de presentación, gracias al apoyo de la Diputación y Fundación Vital, se ha producido en las siete cuadrillas de Álava, en otros tantos lugares singulares. “A la gente le está gustando mucho. De hecho, hay personas que han venido a varios de los conciertos”. Seguro que pasa lo mismo este viernes.
Invitados
En concreto, a las 19.00 horas en Urkabustaizko Kultur Etxea, Subijana será protagonista del Aitzina Folk, contando con la compañía de Xuxurlaka y Xabi M. Otxagabia. “Ainara Moreno al arpa... es que es muy buena, y, además, es muy fácil colaborar con ella. Y luego está, con el violín, Xabier, que es otro que tiene un nivel impresionante. Y qué decir de Patxi Villén con sus cosas irlandesas. Es una formación que es muy interesante”.
Para la ocasión, eso sí, habrá varios extras. “Aprendiendo un poco de Carlos Núñez y de personas que hacen conciertos a gran nivel, he visto lo interesante que es poder involucrar a gente de los sitios a los que vas a tocar. Los hemos hecho en los conciertos de presentación del disco y, por supuesto, lo vamos a hacer este viernes. Es muy bonito poder contar con artistas de la zona. Una gozada”, además de un reto para todas las partes implicadas. En este caso, no faltará la triki de Iñigo López de Santiago, por ejemplo. Asimismo, tomarán parte en la cita quienes componen el grupo de danzas de Urkabustaiz. Por si fuera poco, está sobre la mesa “la idea de que pueda haber alguien pintando en directo lo que le sugiera la música”, explica Subijana.
Una música diferente
Con este disco, el músico alavés ha querido afrontar una propuesta sonora que difiere de la imagen con la que mucha gente le asocia. “No solo soy albokalari”, sonríe. Aquí centra su atención en una “música que es más antigua, que no es de fiesta precisamente”. Por eso el álbum se llama Zaharrak berri. “No deja de ser una contestación, una forma de decir lo de siempre cuando te preguntan qué tal. Y literalmente es lo viejo nuevo. Ambas ideas me gustaban para el título”.
La propuesta “es música antigua, música desde el siglo XII hasta música tradicional de aquí aunque no muy al uso. Todo ello interpretado con instrumentos de la época, con una gaita medieval, por ejemplo, y también con los instrumentos de la tradición de Euskal Herria. Es música tradicional no muy habitual y música antigua a la que se le da una vuelta”. Todo ello bajo el prisma de un intérprete versado en uno y mil escenarios. “Soy un poco viejo ya. Renuevo los contratos por trimestres. Voy a seguir tocando, eso seguro. Y haciendo proyectos. Me gustaría salir un poco de Álava con este disco. Y lo vamos a hacer. Tengo intención de tocar en festivales”.
Así lo expresa quien, por supuesto, no puede desligarse de su faz educativa. “Es muy difícil dedicarse a la música, pero sí que creo que a lo largo de los años, dando clase, hemos creado un interés por la música tradicional, una cierta cultura. Da gusto que la gente se acuerde de dónde aprendió”, más allá de que “a veces me encuentro con gente a la que he tenido en clase y de la que no me acuerdo; eso me da rabia”.