“Somos conscientes de que se tratan cuestiones muy duras, pero también hemos intentado reírnos de nosotros, quitarle un poco de peso” a un Hondamendia que hoy llega al Principal. Con todo, como explica la actriz Ruth Guimerà, “planteamos preguntas a la sociedad vasca sobre nuestro modelo de vida”, tomando como punto de partida dos catástrofes recientes como el derrumbe del vertedero de Zaldibar y la aparición del covid-19.

“No es un espectáculo panfletario”, remarca el director Ximun Fuchs, pero sí, como apunta el actor Ander Lipus, “un proyecto ambicioso, una apuesta muy fuerte” que habla de unos tiempos en los que “estamos en la basura de no saber nada” aunque en realidad parezca que las “verdades absolutas” estén a la orden del día en cualquier temática.

De todo ello y más trata un montaje que se va a poder ver a partir de las 19.30 horas en un Principal todavía con algunas entradas disponibles. La obra, que abre el abono de euskera en la actual programación invernal de la Red de Teatros, cuenta con un reparto que completan Maite Larburu, Manex Fuchs, Eneko Gil, Ane Sagüés y Jon Ander Urresti, ocho intérpretes que dan vida a más de un personaje.

Reflexiones

Como bien dice Fuchs no se trata de ofrecer respuestas, ni mucho menos de hacer un reparto de moralejas, pero sí de mirarse al espejo individual y colectivo sobre el aquí y el ahora. Así, se abren diferentes puertas al análisis propio y en comunidad. “En esta obra buscamos nuestra humanidad”. O como dice Guimerà, “apostamos por agarrarnos a la tierra y celebrar la vida”.

Todo ello se estructura en esta producción de las compañías Axut! y Artedrama cuyo hilo narrativo convierte a la basura en una metáfora que huele a podredumbre. El primer referente real de la obra ocurrió hace justo ahora tres años. Sucedió en Zaldibar, donde dos trabajadores perdieron la vida al derrumbarse un vertedero. De hecho, el equipo del montaje, durante su preparación, mantuvo encuentros con familiares y amigos de quienes quedaron sepultados.

Poco después, llegó otra catástrofe, la que marcó la aparición del covid. Una pandemia que afectó a toda la sociedad pero que, en el caso de lo ocurrido en tierras vizcaínas, vino a ser otro derrumbe. También sobre la verdad de los hechos. Es ese momento el que aprovecha la obra para, aunque pueda parecer complicado, hacer un llamamiento a amar la vida.

Son alrededor de 20 personajes los que van contando una historia que, ante todo, propone interrogantes al espectador y le invita a pensar sobre sí mismo en este presente en el que parece que nunca hay tiempo para ello. Lo hace sin perder de vista el humor, la humanidad, la ternura y a la ironía. “Crear este montaje ha sido un trabajo en colectivo, una labor en la que hemos tenido que ir quitando cosas para no abarcar demasiado”. Así lo podrán comprobar quienes hoy acudan a un Principal que tiene los pases a la venta por 15 euros cada uno.