Más allá de su habitual y continuada programación expositiva, ARTgia siempre ha sido escenario también para otras artes. Desde recitales poéticos hasta conciertos pasando por performances y representaciones escénicas, son innumerables las citas que se han vivido hasta ahora, un camino al que esta semana se suma el actor gasteiztarra Aitor Vinagret. "Actuar en un espacio para el arte como éste es todo un reto que me encanta", apunta el intérprete, que va a compartir con el público la obra Arma, tiro, pum tanto mañana como el viernes.
En ambos casos, habrá representaciones a las 19.30 y a las 20.00 horas. Eso sí, hay que tener en cuenta que, por los condicionantes que implica la pandemia, el aforo está reducido por lo que tampoco hay que esperar demasiado para hacerse con las últimas entradas que quedan disponibles, a 6 euros cada una. Se pueden solicitar a través del correo electrónico artgiada@gmail.com. A partir de ahí, los espectadores se encontrarán con una pieza de 15 minutos que, en realidad, empieza como un juego con un skate como herramienta.
Los sonidos onomatopéyicos y el gesto marcan las formas. "Hay muy poca palabra, pero mucha acción desde el principio", apunta el intérprete sobre esta pieza de teatro físico en la que el mencionado monopatín sirve para "ir pasando por distintos escenarios. Se habla del conflicto, de una guerra, aunque al principio mucha gente piensa que está viendo una comedia gestual". No se pueden dar muchos detalles. El final puede, o no, significar todo un giro. "Nada es lo que parece en esta obra", dice con una sonrisa Vinagret.
Seleccionada en una pasada edición del festival 150 Gramos, la pieza está pensada para compartirla con el público cerca del intérprete, algo que ahora no es del todo posible. "Vamos a trasformar ARTgia en algo más crudo, en esos escenarios a los que yo, mediante la imaginación y el lenguaje que voy a usar, quiero llevar al público. Es verdad que las mascarillas y la distancia pueden hacer que todo sea un poco frío pero es momento de potenciar esas miradas que tanto dicen y que estamos valorando más ahora. Leer en la mirada es difícil, pero en los ojos puedes llegar a ver mensajes muy cristalinos, muchas emociones, y eso es también muy potente. De hecho, tengo ganas de ver esta pieza en este contexto para sentir cómo llega a este público separado y con la boca tapada".
Serán cuatro actuaciones en 24 horas, un ritmo exigente. "Necesitas hacer un entrenamiento bastante fuerte antes de empezar para entregarte al máximo en todas las sesiones", sabiendo que "aunque las citas sean seguidas, en cada una los espectadores van a ser diferentes y por tanto también las atmósferas que se van a crear. Es muy interesante ver que puedes ir a las cuatro representaciones y encontrarte que en todas algo cambia". Así lo explica un actor que a pesar de la situación generada por el coronavirus ni puede ni quiere parar. "Es importante no quedarse quieto porque puedes entrar en un bucle en el que efectivamente no veas la luz. A mí me ayuda el estar en continuo movimiento, aunque prepare o juegue con cosas que no vayan a salir".
Las sesiones serán ambas jornadas a las 19.30 y a las 20.00 horas, quedando todavía algunas entradas disponibles
Con un skate entre las manos y diferentes sonidos onomatopéyicos se va construyendo una historia que se relata en 15 minutos