Euskal Irrati Telebista (EiTB) tendrá en 2021 un presupuesto de 149,1 millones, casi un 5 % más que este año, y absorberá más de la mitad del presupuesto del Departamento Cultura y Política Lingüística del Gobierno vasco, que reserva 3,1 millones a diversas ayudas para hacer frente a las consecuencias de la covid.
Así lo ha explicado el consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria, que este miércoles ha comparecido en comisión parlamentaria para presentar las principales partidas para su departamento, que gestionará 289,8 millones, un 4,2 % más.
En 2021 el ente vasco de radiotelevisión se llevará, como es habitual, más de la mitad del dinero que manejará Zupiria (el 51,4 %), que es el presupuesto aprobado por el propio Consejo de Administración de EiTB el pasado 14 de diciembre.
El presupuesto de Cultura y Política Lingüística tiene "cinco ejes transversales". El primero es hacer frente a las consecuencias de la pandemia con una bolsa de 3,1 millones para ayudas a los agentes del sector y el segundo profundizar en el conocimiento y gestión de la actividad cultural y lingüística vascas.
Avanzar hacia la transformación digital es el tercer eje, aumentar la cooperación con agentes y entidades del sector el cuarto, y profundizar en la igualdad entre mujeres y hombres el quinto.
La viceconsejería de Política Lingüística contará con 64,9 millones, un 7 % más. La mayor parte será para el Instituto de Alfabetización y Reeuskaldunización de Adultos, HABE, que recibirá 42,4 millones (+8,41 %), de los cuales 3,1 serán para garantizar la gratuidad de la matrícula hasta el nivel B2. A lo largo de esta legislatura el Ejecutivo quiere ampliar esa gratuidad hasta el nivel C1.
Se destinarán 1,8 millones a fomentar el uso del euskera en el trabajo, 300.000 a promoverlo en el entorno digital y cerca de 8 millones a impulsar medios de comunicación euskaldunes y aumentar la presencia del euskera en los de castellano.
La Viceceonsejería de Cultura dispondrá de 59,8 millones, 2,8 millones más. Los programas para fomentar espectáculos contarán con 1,1 millones en el ámbito de la música y 2,6 millones en las artes escénicas. Se destinarán además 510.000 euros a la promoción y comercialización de productos culturales.
Habrá también 10 millones para la Red de Museos de Euskadi, 8,3 para la Orquesta Sinfónica de Euskadi, 1,1 para adquirir libros, 200.000 euros para reforzar la biblioteca digital del Gobierno vasco (e-Liburutegia) para entre otras cuestiones poner en marcha el programa de audiolibros; y 1,1 millones para proyecto Industrias Culturales y Creativas.
La Dirección de Actividad Física y Deporte contará con 10,9 millones, de los cuales 500.000 euros serán para la internacionalización de la marca Euskadi-Basque Country y otro medio millón para subvencionar la participación en campeonatos internacionales. En este apartado "evidentemente" uno de los objetivos es la promoción de las selecciones masculina y femenina de fútbol, ha dicho el director de Deportes, Jon Redondo.
El programa Mugiment para promover la actividad física y hábitos saludables contará con 480.000 euros, el plan de igualdad en el deporte con 150.000 y la prevención de la violencia en el ámbito deportivo con 50.000.
Los grupos de la oposición se han mostrado críticos con el proyecto. Josu Estarrona y Rebeka Ubera (EH Bildu) creen que son "miméticos" a los de ese año "como si la pandemia y sus consecuencias no hubieran ocurrido", y Gustavo Angulo (Elkarrekin Podemos-IU) no ve "muchas novedades" y además hay partidas que "bajan".
Laura Garrido (PP) ha lamentado "que no se haga el esfuerzo debido" en promocionar la creación de actividades culturales y creativas en el actual contexto de pandemia y Amaia Martínez (Vox) cree que este departamento podría llamarse "para la construcción nacional" porque destina "cuatro duros" a las ayudas por la covid, pero reserva 141 millones a EiTB y 65 a política lingüística.
Desde los grupos del Gobierno los nacionalistas Maialen Gurrutxaga y Joseba Díaz han valorado la apuesta por la digitalización y por un servicio público de calidad en EiTB y la socialista Sonia Pérez ha destacado el esfuerzo por convertir el euskera en una lengua social e informal y no en un mero instrumento para acceder a un puesto en la Administración.