Gasteiz. Ninguno de los tres es nacido en Álava, pero en el caso de Iban Zaldua y de Xabier Olaso, su vida y trabajo se produce desde hace ya muchos años en Gasteiz. Ambos, junto a Jon Sudupe, forman parte de la primera parte del palmarés de los Premios Euskadi de Literatura que ayer se dieron a conocer en Donostia y que se refieren a las categorías de ensayo y de literatura infantil y juvenil tanto en euskera como en castellano. Cada uno de los premiados recibirá 18.000 euros y 4.000 más en el caso de que su obra sea traducida a otro idioma. Estas distinciones, junto a los de Literatura y Traducción que quedan por anunciar, se entregarán en un acto que se celebrará el 19 de noviembre en la capital guipuzcoana.

En la modalidad de Literatura Infantil y Juvenil en euskera el galardón ha recaído en Olaso por Tximeletrak, que repite tras haber conseguido la misma distinción en 2005. En este caso, el autor nacido Otxandio pero residente en Vitoria desde la infancia, reúne 68 poemas, ilustrados por la también gasteiztarra Agurtzane Villate, en dos partes: en la primera abarca una variedad de temas, como el amor, la ciudad, el pueblo, la naturaleza y los animales; y en la segunda, hace referencias recurrentes al mundo de los sueños.

Una vez más, se da la circunstancia este año de que el mismo premio pero en castellano ha vuelto a quedar desierto por la falta de calidad de las pocas propuestas presentadas. Es la tercera vez que esto sucede, lo que está llevando al Gobierno Vasco, organizador de esta convocatoria, a reflexionar sobre qué hacer en el futuro.

En lo que respecta al apartado de Ensayo, Zaldua ha conseguido un nuevo Premio Euskadi, esta vez en castellano, que sumar a los otros dos que ya tiene (el de Literatura en 2006 y el de Literatura Infantil y Juvenil en 2012). El autor donostiarra y residente en Vitoria ha conseguido este nuevo galardón por Ese idioma raro y poderoso, un libro que, según expresó ayer, le ha proporcionado "muchas alegrías", y que ofrece su visión de la literatura vasca de las últimas cuatro décadas, desde los años de la ikastola en que ésta no le atraía nada hasta que comenzó a leerla y acabó convirtiéndose en escritor, tanto en euskera como en castellano. Apuntó que el repaso lo ha hecho como lector y que el ensayo está escrito con amor, aunque no de una forma incondicional, sino también crítica.

En el mismo apartado, pero en euskera, el premio para Sudupe distingue su labor en Oi Europa!, una contribución del autor de Azkoitia al debate "sobre lo que es Europa", una Europa que tiene su proyecto "inacabado", pero fuera del cual se podrá encontrar "la barbarie o el caos".