Ocho cervezas. Todas artesanas. La mayoría, para compartir. La mayoría, cervezas IPA. Y todas muy especiales, sobre todo la última.

Un bar de Vitoria ha triunfado este fin de semana al celebrar una cata de cervezas que ha arrasado entre los clientes más afortunados.

La cita ha sido este domingo. A las cinco de la tarde el bar de Salburua que se ha convertido en todo un referente en el barrio ya tenía todo preparado para recibir a los participantes.

De su barra salen todas las semanas diferentes cervezas artesanas que se renuevan cada pocos días, lo que le está convirtiendo en un lugar de reunión fijo para gente cada vez más fiel.

Una veintena de clientes fueron llegando hasta el Kukai (en Avenida 8 de Marzo) dispuestos a dejarse sorprender por los que más saben de cervezas artesanas.

Y fue todo un acierto porque pudieron disfrutar de una cata de ocho cervezas que les sorprendió mucho, de la primera a la última.

Fueron unas dos horas donde aprendieron a valorar olores, texturas y sabores, sobre todo, sabores muy diferentes.

Ya les advirtieron desde el principio que era una cata que "iba a ir de menos a más". Dicho y hecho.

Del sabor suave a manzana a acabar bebiendo ¿una galleta?

La gente fue llegando puntual al Kukai. Sentados alrededor de una mesa larga y aunque no se conocían, enseguida fueron comentando lo que iban probando. Y coincidían en algo: cada una mejor que la anterior.

Todo comenzó con una cerveza de tres grados con sabor a manzana. Los primeros comentarios: "algo muy distinto, muy suave, como beberte un zumito,....".

Sin embargo, la intensidad y los sabores enseguida fueron subiendo.

Y eso se fue notando en el ambiente, cada vez más distendido y donde las risas fueron la tónica durante toda la cata.

Eso sí, con cada cerveza un aperitivo para ir probando cada nuevo sabor en toda su intensidad.

Y lo más potente, como no podía ser de otra manera, estaba guardado para el final.

Antes, una sorpresa. La cata incluía la cerveza tan especial que presentó el Kukai el pasado 22 de marzo para celebrar su décimo aniversario, la cerveza Kukai.

La traca final llegó con la última cerveza que dejó a todos con la boca abierta.

Y es que el mundo de la cerveza artesanal cada semana trae una nueva sorpresa a la barra del Kukai, pero los participantes en la cata nunca hubieran imaginado que fuese una cerveza hecha con una de las galletas más famosas.

Una cerveza que olía y sabía a las galletas Oreo. Esas galletas que desmontabas y chupabas primero el interior para después comerte el resto que era todo chocolate. Galletas que pueden servir para hacer buena cerveza.