Uno de los problemas del verano son las quemaduras. Debido a una mala exposición al sol y la falta de protección (suficiente), la piel sufre estas lesiones. Junto con molestias como el enrojecimiento o el dolor, lo cierto es que tienen consecuencias a largo plazo que no conviene olvidar para llevar a cabo un buen cuidado.
Una de ellas es el envejecimiento prematuro del cutis y un mayor riesgo de cáncer. Aunque la prevención es una solución directa y fácil, hay veces que no hay margen para actuar. En caso de que ya sea demasiado tarde, ¿qué se puede hacer?
Tomando conciencia
La dermatóloga Leire Barrutia, una experta en este ámbito y con gran presencia en las redes sociales, recomienda en uno de sus recientes vídeos algunos consejos para tratar la piel adecuadamente después de haber sufrido una quemadura solar.
Limpieza y reparación de la piel
El primer paso tras sufrir una quemadura solar es tratar la piel con delicadeza, limpiándola con productos suaves, pero sin exfoliantes o ingredientes irritantes. De noche, se recomienda emplear una crema reparadora o calmante para hidratar y regenerar el cutis.
Asimismo, en todo el proceso de recuperación, se aconseja no recurrir a cosméticos que contengan propiedades como la vitamina C, ácido hialurónico o retinol, porque podrían agravar la herida.
Rutina matutina y fotoprotección
Por la mañana, se debe hacer una limpieza suave y después aplicar protector solar. Pero la crema hidratante debe ser siempre tras el fotoprotector; de lo contrario, podría perder su efecto y retrasar el periodo de recuperación.
Evitar una nueva exposición al sol
Como es evidente, es importante no volver a exponerse al sol hasta que la piel esté cien por cien recuperada. Para ello, hay que buscar zonas con sombra, evitar las franjas horarias de mayor radiación o usar ropa que cubra las aportes del cuerpo afectadas.
En caso de que haya ampollas o heridas, hay que acudir al médico de inmediato para que recete un tratamiento específico contra estos problemas de la piel.
Herramientas para la prevención
Una de las mejores soluciones para la prevención es mirar bien el índice ultravioleta (UV) diario y no renunciar al protector solar, incluso en días nublados. Si el índice es mayor a 3, es recomendable usar productos para cuidar la piel.
Daño celular invisible
A pesar de que la piel puede aparecer recuperada, el daño que ha sufrido el tejido celular no se puede arreglar. Los rayos del sol alteran el ADN, además de favorecer el envejecimiento prematuro y enfermedades como el cáncer de piel.
Consejos extra para aliviar la piel
La hidratación es un factor clave para regenerar la piel tras sufrir una quemadura solar, pues recompone la piel y ayuda a mantener el cuerpo más templado después de estar expuesto a momentos de gran calor.
Por otro lado, pequeños hábitos como evitar duchas calientes, ropa que proteja la zona afectada en cuestión, añadir hielo al área que haya sufrido la quemadura solar y otros remedios similares son una buena respuesta para aliviar el cutis.