El perfume es un cosmético que no puede faltar en ninguna rutina diaria de belleza, junto con el pintalabios, la máscara de pestañas o la base de maquillaje. Cuidar la imagen personal es uno de los aspectos que más ayuda a mantener la autoestima bien alta y una buena fragancia siempre ayuda. Elegir el perfume que mejor nos represente hará que nos sintamos mejor y más seguros.
Ninguna fragancia huele igual en dos pieles distintas y todas ellas tienen un poder especial: con solo respirar su aroma, volverán a nuestra mente personas, momentos, lugares y situaciones concretas, casi siempre especiales.
Uno de los principales inconvenientes de los frascos de perfume suele ser su tamaño. Muchas veces son tan grandes que no caben en el neceser y es impensable llevarlos en el bolso. Casi todas las fragancias están disponibles también en formato pequeño, pero resultan bastante más caras.
Para resolver este problema, el perfume sólido se presenta como una buena alternativa. No es un producto nuevo, ni mucho menos; egipcios y romanos ya lo usaban incluso antes de aparecer el perfume líquido. Ahora parece que vuelve a ser tendencia, impulsado por todas esas ventajas que lo convierten en un cosmético en el que merece la pena invertir.
Natural y compacto
El perfume sólido es un producto natural y compacto que, precisamente, por su reducido formato resulta ideal para llevar en el bolso, en el neceser o en la maleta. Además, es muy práctico puesto que puede aplicarse en cualquier momento y con total discreción. El hecho de que no pueda romperse ni derramarse es otro punto a su favor.
Para que se conserve en perfecto estado durante más tiempo hay que cerrarlo bien después de cada uso y guardarlo en un lugar fresco, seco y protegido de la luz natural. De esta forma evitarás su desperdicio y la formación de bacterias que pueden alterar su aroma.
Además de su pequeño tamaño, tiene otras muchas propiedades que lo hacen irresistible. Es una alternativa natural y vegana a las colonias tradicionales, haciendo la rutina de belleza más sostenible. Está elaborado a partir de sustancias como cera de abeja, manteca de mango o de karité a las que se añaden fragancias elaboradas a partir de ingredientes 100% naturales, extraídos de plantas y aceites esenciales. Son aromas libres de tóxicos y de conservantes.
Más duradero
Al aplicarlo sobre la piel desprende una fragancia más duradera que la del perfume en spray. La intensidad de su aroma se debe a que su fórmula es mucho más concentrada y a que no se evapora porque sus ingredientes están prensados y en un estado más puro. Sus aceites, la cera de abeja o las mantecas hidratan la piel y fijan mejor el perfume. Además, al no contener alcohol es ideal para pieles sensibles.
Sea cual sea su formato (barra, gel, bálsamo o crema) es un producto más sostenible y respetuoso con el medio ambiente que el perfume clásico. En su elaboración se reduce tanto el gasto de agua como su contaminación, ya que lleva menos productos químicos.
Por su textura es similar al cacao o a la vaselina, de forma que para aplicarlo debes pasar primero un dedo por su superficie y a continuación esparcirlo con movimientos circulares en las zonas con pulso como las muñecas, el cuello, detrás de la rodilla o en la parte interior del codo. Al no ser un producto volátil es más fácil aplicarlo en la zona deseada sin desperdiciar nada.
El perfume sólido se revela como un complemento de belleza muy práctico para el día a día. Con su uso estarás velando por tu bienestar sin descuidar la salud del planeta.