Aún queda margen para poder salvar la temporada, pero seguro que la dinámica que lleva el Baskonia hasta el momento está provocando que la dirección deportiva se replantee muchas cosas. Quedarse lejos de alcanzar el play in de la Euroliga, perderse de nuevo la Copa del Rey y, con 25 jornadas de ACB ya disputadas, no haber sido aún capaces de dormir en puestos de play off resulta preocupante para uno de los clubes más exitosos de las últimas décadas en el baloncesto estatal.
Está claro que debe haber cambios en el planteamiento del club y quizás uno de ellos deba venir en la gestión de los cupos de formación, uno de los factores que más diferencia al conjunto gasteiztarra de los principales referentes del baloncesto español en estos momentos como son el Real Madrid, el Barcelona, el Unicaja, el Valencia Basket y La Laguna Tenerife.
Los cinco primeros clasificados de la ACB pueden presumir de contar en sus plantillas con jugadores formados en España capaces de ofrecer un alto rendimiento y, por ende, conseguir que la obligación de convocar a cuatro cupos de formación para los choques ligueros no resulte un hándicap para la plantilla.
Al Baskonia, sin embargo, esta necesidad de contar con cuatro cupos de formación en sus filas lleva un tiempo suponiéndole un dolor de cabeza verano tras verano. Cuesta recordar la última vez que los alaveses contaron con cuatro cupos de plenas garantías y habría que retroceder hasta la época de Granger, Ilimane Diop y Shengelia previa a la pandemia para encontrar un caso de tres cupos que jugaran con regularidad. Lejos quedan ya tiempos como los de la campaña 2011-12, en la que contaba con un cuarteto de lujo formado por Fernando San Emeterio, Brad Oleson, Maciej Lampe y Pau Ribas.
Papel testimonial
Las estadísticas del Baskonia en la ACB esta temporada hablan de la poca aportación de los cupos elegidos para disputar esta campaña: Tadas Sedekerskis, Khalifa Diop, Sander Raieste, Pavel Savkov y Ousmane Ndiaye, cedido ahora en el Coviran Granada. El primero de ellos sí que se ha consolidado como una pieza fundamental de la plantilla y es por ello por lo que se hizo un esfuerzo para extenderle la renovación hasta 2029, pero el resto está lejos de los 9,6 puntos y 15,8 créditos que promedia el lituano en la ACB.
Diop, aunque sí que está teniendo incidencia, sigue lejos de cumplir con las expectativas y de tener un rendimiento acorde con el desembolso que el club realizó por él –registra 3,7 puntos y 6,1 créditos de valoración–, mientras que Raieste (138 minutos), Savkov (33) y Ndiaye (63), salvo alguna aparición aislada, han tenido un papel testimonial. En total, los cupos baskonistas han aportado 315 de los 2.150 puntos del equipo en la ACB, un pobre 14,6% logrado en un también escaso minutaje con 1.104 minutos conjuntos, sólo un 22% del total.
La comparación con los cinco primeros clasificados deja en aún peor lugar al Baskonia. El Real Madrid, que cuenta en su plantilla con cupos de primer nivel como Alberto Abalde, Hugo González, Mario Hezonja, Usman Garuba, Edy Tavares, Sergio Llull o Eli John Ndiaye, reparte entre sus jugadores de formación el 55% de los minutos en ACB con más de 200 cada uno y estos responden anotando el 52,5% de los puntos del equipo en el torneo, multiplicando casi por cuatro la aportación anotadora de los cupos del Baskonia.
El Barcelona, por su parte, también cuenta con una importante aportación de Dame Sarr, Darío Brizuela, Álex Abrines, Joel Parra, Willy Hernangómez y el lesionado Juan Núñez. Más de un tercio de los puntos del conjunto catalán (36%) los anotan jugadores que cuentan como cupo de formación, a quienes se les concede el 41% de los minutos.
También resulta sorprendente el nivel ofrecido por los cupos del Valencia Basket en la presente temporada. Josep Puerto, Jaime Pradilla, Jean Montero, Sergio De Larrea, Xabier López-Arostegui o Lucas Marí aportan el 38,6% de los puntos del equipo en la ACB, casi el triple que los del Baskonia, y disputan el 37% de los minutos.
Es cierto que los tres equipos mencionados cuentan con mayor presupuesto que el Baskonia y es más fácil contratar cupos de calidad con dinero, pero los casos del Tenerife y el Unicaja demuestran que eso no es excusa. El club canario cuenta también con mayor aportación de sus jugadores de formación que los azulgranas, con un 21,4% de los puntos y un 24,1% de los minutos repartidos entre Jaime Fernández, Fran Guerra, Lluís Costa, Joan Sastre, Ilimane Diop –que ya no está en la isla– y Kostas Kostadinov.
Mayor rédito aún logra Ibon Navarro sacar a cupos como Olek Balcerowski, Alberto Díaz, Jonathan Barreiro, Nihad Djedovic, Yankuba Sima y Tyson Pérez. Entre los seis jugadores formados en España suman el 24,8% de los puntos del conjunto cajista y disputan el 33,5% de los minutos del equipo. El hecho de que el Unicaja tenga seis cupos por encima de los 200 minutos en la presente ACB y el Baskonia sólo dos habla mucho del desequilibrio de la plantilla gasteiztarra en esta faceta.
EN CIFRAS
14%
Entre Tadas Sedekerskis (163), Khalifa Diop (89), Sander Raieste (22), Pavel Savkov (17) y Ousmane Ndiaye (24) han anotado 315 puntos en la ACB con el Baskonia esta temporada, lo que supone únicamente el 14,6% del total del conjunto azulgrana.
- Real Madrid. Abalde, Hugo González, Hezonja, Garuba, Tavares, Llull y Ndiaye se reparten el 55% de los minutos y anotan el 52,5% de los puntos.
- Barcelona. Sarr, Brizuela, Willy Hernangómez, Abrines, Parra y el lesionado Juan Núñez han disputado el 41% de los minutos y anotan el 36% de los puntos del cuadro culé.
- Valencia Basket. Puerto, Pradilla, Montero, López-Arostegui, Marí y De Larrea han disputado el 37% de los minutos y anotan el 38,6% de los puntos.
- Unicaja. Balcerowski, Barreiro, Alberto Díaz, Djedovic, Sima y Tyson Pérez se reparten el 33,5% de los minutos y anotan el 24,8% de los puntos del equipo.
- La Laguna Tenerife. Entre Kostadinov, Jaime Fernández, Costa, Sastre, Fran Guerra e Ilimane Diop han disputado el 24,1% de los minutos y anotado el 21,4% de los puntos.
Todo esto implica que el cuadro vitoriano pueda recurrir a únicamente diez jugadores realmente útiles en sus partidos de la ACB –menos aún en caso de haber lesionados–, lo que le supone una desventaja frente a rivales con aspiraciones similares. Si a ello se le suma el esfuerzo extra que debe realizar en la Euroliga, quizás ayude a explicar la fatiga mental y física que se le ha visto al equipo en algunos tramos del presente curso.
La dirección deportiva decidirá en verano si quiere seguir con su modelo actual en cuanto a los cupos de formación en busca de encontrar al nuevo Sedekerskis en su cantera o si prefiere darle una vuelta de tuerca a su filosofía, pero lo que está claro es que será uno de los puntos sobre los que reflexionar.