La Junta de Gobierno Local ha adjudicado este viernes a la empresa Orona el contrato para la renovación y mantenimiento de las escaleras mecánicas del Casco Medieval.

El objetivo, según ha detallado el Ayuntamiento de Gasteiz, es garantizar un servicio "seguro y duradero" para la ciudadanía mediante la sustitución de los elementos en mal estado y un mantenimiento más exigente que el que se venía prestando hasta ahora.

El contrato incluye el mantenimiento de todas las rampas y ascensores que hay en el centro y el Casco de la ciudad.

Importante inversión

La inversión total asciende a 1,7 millones de euros, una cifra que "refleja el compromiso municipal con la mejora de la movilidad urbana" en esta zona histórica y de fuerte pendiente.

De ese importe, 1,2 millones se destinarán a la puesta a punto y renovación de componentes críticos, mientras que los 500.000 euros restantes se dedicarán al servicio de mantenimiento integral durante tres años, con posibilidad de prórroga por otros dos. Esta última partida servirá también para los arreglos derivados de actos vandálicos.

"Las escaleras mecánicas no pueden fallar porque son esenciales para la vida diaria de muchas personas"

Beatriz Artolazabal - Responsable de Espacio Público y Barrios

“La movilidad accesible en el Casco Medieval es una prioridad para este gobierno. Las escaleras mecánicas no pueden fallar porque son esenciales para la vida diaria de muchas personas. Con este contrato damos un paso firme hacia una solución estable, moderna y fiable”, ha explicado la concejala de Espacio Público y Barrios, Beatriz Artolazabal.

El contrato establece un plazo de ocho meses para ejecutar los trabajos de modernización de las instalaciones elevadoras. Durante ese tiempo, Orona deberá sustituir piezas deterioradas, actualizar sistemas técnicos y corregir deficiencias que actualmente generan buena parte de las paradas.

Además, en los dos meses posteriores a la firma del contrato, la empresa adjudicataria deberá presentar al Ayuntamiento un plan de mantenimiento definitivo, así como un programa de actuaciones correctivas planificadas que regule con precisión las fases de intervención en las escaleras y ascensores.

Escalera y ascensor junto a la subdelegación del gobierno. Redacción DNA

Cambio de enfoque

Artolazabal ha subrayado el cambio de enfoque que supone esta adjudicación: “Queremos que las instalaciones funcionen no solo hoy, sino dentro de diez o quince años. Este contrato incorpora planificación, control y exigencia técnica. No basta con arreglar lo que se estropea; hay que anticiparse, prevenir y mantener con rigor.”

Uno de los aspectos más destacados del contrato será la implantación de un sistema de control de calidad del servicio, que permitirá al Ayuntamiento monitorizar el grado de cumplimiento de la empresa y conocer en tiempo real el estado de funcionamiento de cada instalación. Este sistema aportará indicadores objetivos para la supervisión municipal y mejorará la respuesta ante posibles incidencias.

El contrato entrará en vigor previsiblemente en octubre, momento en el que se activarán tanto la fase de renovación como el nuevo modelo de mantenimiento y supervisión.