Tadas Sedekerskis está poco a poco recuperando sensaciones tras estar un mes sin competir a causa de una rotura muscular en su pierna izquierda y el pasado domingo volvió a mostrar su versión de siempre, imponiendo su físico en los dos lados de la cancha ante el Coviran Granada y siendo el jugador más valorado del Baskonia con 12 puntos, 6 rebotes, 2 asistencias, 2 robos y 26 créditos de valoración.
Eso sí, al contrario que en otras ocasiones en las que ha demostrado tener un depósito inagotable de gasolina, terminó fundido y en las últimas posesiones tuvo que pedir el cambio al banquillo antes del bocinazo final para recuperar resuello tras 15 minutos consecutivos sobre el parqué. Es ese el motivo que ha empujado al alero lituano a renunciar a participar con Lituania en las ventanas FIBA que se disputarán la semana que viene y optar, por el contrario, por quedarse trabajando en Vitoria a las órdenes de Pablo Laso y su cuerpo técnico para llegar en la mejor condición física posible a la reanudación de la competición el próximo 28 de febrero en la visita al Partizan.
Cabe recordar que el capitán azulgrana cayó lesionado el pasado 2 de enero en el encuentro contra el Estrella Roja y, aunque regresó antes a las convocatorias, se optó por llevar su caso con precaución y no fue hasta el 2 de febrero cuando hizo su reaparición ante el Unicaja.
Desde entonces, le estaba costando recuperar el ritmo de competición y se quedó en 2 créditos de valoración contra el cuadro malagueño, 3 contra el AS Mónaco en sólo 9:39 minutos de juego y 1 crédito ante el Maccabi en poco más de 10 minutos. Sin embargo, ante el Granada despejó cualquier duda sobre su capacidad para volver a ser el de siempre y una pieza capital dentro del esquema de Pablo Laso.
Su mes de ausencia, eso sí, ha coincidido con las mejores semanas de Nikos Rogkavopoulos y Timothé Luwawu- Cabarrot desde su llegada al Baskonia. Algo que, sumado a los cada vez más recurrentes minutos de Baldwin como escolta, dificulta su encaje en la rotación, un bendito problema para Pablo Laso.
Función camaleónica
Si a principio de temporada el técnico gasteiztarra planteó su rotación con Luwawu-Cabarrot principalmente en el puesto de escolta junto a Howard; Baldwin y Forrest como bases y Rogkavopoulos y Sedekerskis como aleros, este planteamiento ha cambiado a raíz del gran rendimiento que está ofreciendo la pareja Forrest-Baldwin cuando coincide en la cancha y la mayor efectividad de Luwawu-Cabarrot como alero que como escolta.
Esto funcionó bien durante la ausencia del lituano, pero ahora se da una superpoblación en el puesto de alero que posiblemente limite los minutos de Rogkavopoulos y fuerce a Sedekerskis a jugar algunos tramos también en el cuatro como ya lo ha hecho en anteriores ocasiones a lo largo de su carrera.
Hasta el momento, Pablo Laso sólo ha tenido a sus 14 jugadores sanos en el encuentro contra el Estrella Roja en el que se lesionó Tadas. El técnico vitoriano ha ido aprovechando la polivalencia de Baldwin, Luwawu-Cabarrot, Tadas y Samanic, que se adaptan bien a dos posiciones diferentes, para ajustar su rotación a las distintas ausencias.
Cuando estén todos disponibles, por el contrario, Laso tendrá difícil encontrar una fórmula con la que seguir sacando partido del buen momento de Luwawu-Cabarrot y Rogkavopoulos sin restar minutos a una pieza clave para el equipo como es Sedekerskis. El todoterreno lituano constituye un perfil diferencial por su capacidad para defender a jugadores de distintas alturas y cargar el rebote en ambos aros.
Sea como fuere, Pablo Laso seguro que estará satisfecho por volver a contar con Sedekerskis en plenitud y preferirá que sus pupilos se lo pongan difícil a la hora de decidir a quién mantiene sobre el parqué. Sus tres aleros cuentan con características diferentes y la polivalencia de Tadas, que todo apunta a que tendrá que acostumbrarse a alternar posiciones, es un activo muy valioso que ofrecerá a Laso flexibilidad para adaptarse a cada rival.