Sin apenas margen para lamentarse de la derrota sufrida en el Principado de Mónaco, el Baskonia afronta esta noche (20.30) el que probablemente sea el partido más asequible en lo que le queda en la segunda vuelta de la Euroliga. El conjunto vitoriano busca su 11ª victoria continental ante un rival que el miércoles fue vapuleado por el Barcelona (100-71) y que ha perdido seis de sus últimos siete compromisos en el torneo.

Es una oportunidad propicia para que jugadores en un momento complicado, como Markus Howard, recuperen confianza. El Maccabi de Tel Aviv cuenta con la peor defensa del campeonato, con 2.259 puntos encajados en 25 jornadas, y se presenta como una presa que el Baskonia no debe dejar escapar. De hecho, en su último precedente, el equipo dirigido por Kattash recibió 58 puntos entre el tercer y último cuarto.

Si quiere mantener vivas sus ya escasas opciones de alcanzar los puestos de 'play-in', el equipo azulgrana debe dar un paso al frente esta noche en el Buesa Arena en un partido de altísimo voltaje. No solo por la rivalidad deportiva entre ambas entidades, sino también por el componente político que rodea cada visita del conjunto israelí a la capital alavesa.

En ese sentido, el Baskonia notificó durante el día de ayer a sus aficionados sobre las modificaciones operativas que se aplicarán en el encuentro de hoy, recomendando prever la llegada con antelación y seguir las indicaciones para garantizar un acceso fluido a un pabellón en el que se extremará la vigilancia.

Poca solvencia defensiva

En lo deportivo, si bien resulta complicado abstraerse de la controversia que genera el Maccabi en Vitoria, el equipo israelí ha visto reducido su potencial a raíz del conflicto geopolítico. Lo cierto es que pocos jugadores quieren ir allí y, los que lo hacen, acaban cambiando de aires, como fue el caso de Wade Baldwin IV o Wenyen Gabriel. La pérdida de calidad en sus filas es evidente, y la plantilla anda justa de talento. Entre sus nombres más destacados figuran Jokubaitis y Rivero, quien, curiosamente, estuvo en la órbita del Baskonia cuando Peñarroya dirigía al equipo.

En definitiva, el de esta noche es un partido que el Baskonia no puede desaprovechar en esta segunda vuelta. Además, supone el último compromiso en la Euroliga antes del largo parón de dos semanas en el que el equipo de Laso se limitará a entrenar debido a su ausencia en la Copa.