Tanto nadar para acabar ahogado en la orilla. El Baskonia fue capaz de reponerse a una pésima primera mitad y llegó a rozar la victoria con sus dedos tras colocarse con un esperanzador 56-67 a falta de 5:10 minutos para el final del partido tras un triple de Luwawu Cabarrot.

Pablo Laso había conseguido obrar el milagro de los panes y los peces tras conseguir multiplicar el rendimiento de su corta plantilla. Y es que con tan solo ocho efectivos, prácticamente siete en la segunda parte, consiguió firmar una espectacular remontada ante el Asvel.

El conjunto azulgrana, que perdía al descanso por 12 puntos (38-26) y de 11 a los 26 minutos (47-36), afrontó la recta final del duelo por delante tras una reacción a base de garra y coraje. Carácter Baskonia.

Un parcial de 6-18 en los últimos cuatro minutos del tercer cuarto, apoyándose en un soberbio Moneke, permitió al cuadro gasteiztarra entrar por delante en el último y definitivo periodo (53-54).

El Baskonia siguió a lo suyo gracias al arrojo de un Moneke estelar. Buena prueba de ello es que 13 de los 16 puntos del cuadro azulgrana anotados entre los tres últimos minutos del tercer cuarto y el inicio del último llevaron su firma. 

0 de 10 de inicio en triples

El Baskonia se escapó y se rehizo de una primera mitad horrible en la que se quedó en unos míseros 26 puntos fruto de su mal acierto en el triple –falló los 10 primeros intentos desde el arco y acabó la primera mitad con 2/14 (14%)– tras errar Howard sus 5 lanzamientos, un bisoño Ndiaye los tres, Forrest y Moneke el suyo y Baldwin, el único que acertó, firmar un correcto 2/4.

Si a todo ello, se añaden los errores defensivos de bulto de un Baskonia que permitió tirar sin oposición a los exteriores del Asvel y anotar solo bajo canasta a sus pívots se entiende ese 38-26 al descanso. 

Quintetos muy variados

El técnico gasteiztarra se las tuvo que ingeniar ante las ausencias de Rogkavopolulos y Tadas Sedekerskis para poner en cancha quintetos de lo más variado que le funcionasen con el objetivo de dosificar a sus jugadores y llegar vivo al tramo final.

Comenzando con Ndiaye de 'tres' y Moneke y Hall en la pintura, o con dos bases durante una gran mayoría de tiempo, utilizando a Luwawu Cabarrot de alero y Ndiaye y Diop de interiores. Fórmula tras fórmula en busca de un quinteto que diese solidez al equipo. 

Lo encontró en la segunda mitad con Forrest y Baldwin compartiendo minutos, estando incluso Howard con ambos y Moneke y Hall por dentro. Luwawu Cabarrot fue habitualmente el único hombre de refresco y pese a la escasez de efectivos el Baskonia respondió.

Un nuevo parcial de 3-13 en los cinco primeros minutos del último cuarto, que unido al 4-18 anterior permitieron al Baskonia irse 11 arriba tras ese 7-31 que invitaron a soñar con la épica.

Sin embargo, ahí se le fundieron los plomos a los de Laso. Sin fuelle. Moneke llegó a pedir el cambio tras quedarse sin fuerzas. Las pérdidas se sucedieron y con un parcial de 17-0 en 4 minutos, que acabaría siendo de 20-2 finalmente, el Baskonia no pudo redondear la gesta.