Llegó a la capital alavesa en 2016 con tan solo 17 años para enrolarse en el equipo júnior de la Fundación 5+11 y ahora con 25 y tras ocho temporadas, afronta su último año de contrato como azulgrana.
Sander Raieste es consciente de que tiene que seguir dando "pasos adelante" para garantizarse su continuidad en el Baskonia y Vitoria, a los que considera "su segunda casa", pero no por ello siente "presión".
"Creo que no tengo tanta presión. Al final yo quiero disfrutar el año", apuntó de inicio. El jugador confía en disfrutar de un entrenador como Laso y de "estar en un club así grande", por lo que su primer objetivo es poder absorber lo máximo de esta nueva etapa. "Voy a coger lo máximo que puedo de este año", añadió al respecto.
Pide paciencia con el equipo
El alero estonio persigue cada curso una mejora en sus prestaciones y para esta temporada que esta a punto de arrancar busca "estabilidad, tener mi rol, tener mis minutos y vamos a ver qué pasa y lo que puedo aportar. ".
De momento, el jugador báltico está encantado con sus nuevos compañeros y precisa que aunque aún hay detalles por mejorar, el Baskonia está "bien". "Creo que vamos poco a poco. Nos queda un último reto, jugamos contra Trieste y después el objetivo es llegar al primer partido de la ACB en la mejor forma posible", comentó.
El de Tallin, eso sí, advierte que tras la llegada de varios jugadores nuevos, el equipo está en proceso de formación por lo que hay que tener "paciencia". Queda trabajo por hacer.
Laso, un técnico muy positivo
Eso sí, Sander Raieste es optimista y ve al equipo capaz de dar esos pasos hacia delante necesarios para seguir creciendo. "Vamos poco a poco incorporando a los nuevos jugadores al equipo. Vamos conociendo el estilo de Pablo y creo que tenemos un techo mucho más alto que no lo hemos demostrado todavía y que nos queda mucho".
"Vamos conociendo el estilo de Pablo y creo que tenemos un techo mucho más alto que no lo hemos demostrado todavía y que nos queda mucho"
Respecto a su nuevo técnico, el canterano baskonista no se prodigó en exceso y destacó que se trata de "uno de los mejores que hay en Europa y creo que es perfecto para Baskonia y un proyecto así de joven", apuntó en un primer momento.
El jugador desveló que aún el preparador gasteiztarra no le ha encomendado ningún rol específico, ni le ha pedido nada concreto y quiso destacar también el talante dialogante de Laso. "Es un poco diferente, es muy positivo, habla mucho, comunica muy bien todo lo que quiere y a mí de momento me gusta mucho".
La importancia de cada partido
Por otro lado, indicó que, tras el mazazo de no poder clasificarse el pasado año ni para la Copa del Rey ni los 'play offs' de la ACB, el equipo debe ser consciente de la importancia de cada partido y no descuidar lo más mínimo la competición doméstica para evitar sustos desagradables como ocurrió el curso pasado.
"Tenemos que ser conscientes de que cada partido y cada jornada es muy importante", señalo. Por eso, en su opinión lo primero es estar centrado en que "hay que ir a ganar cada partido".
Por eso, asume que el trabajo de los veteranos en el equipo es trasladar al resto del vestuario la dificultad que entraña enlazar dos competiciones tan exigentes y que hay que estar siempre preparados. "Tienen que entender que jugar dos ligas, tener por ejemplo doble jornada de Euroliga y después ir a jugar contra un equipo ACB fuera de casa es muy difícil".
De hecho, en su opinión la diferencia entre los equipos cada vez es "más pequeña" y ya no hay favoritos tan claros y por eso asume que en cada partido "puede pasar todo". "Entonces todos tenemos que entender que cada partido, especialmente en ACB, son muy importantes", añadió al respecto.
Por último, el jugador báltico, cuando fue cuestionado sobre si hay diferencias sobre el Baskonia de la pasada campaña, puntualizó que "siempre las hay", aunque cree conveniente esperar un poco para poder "decir algo concreto". "Tenemos muchos jugadores nuevos, nuevo entrenador, entonces el estilo va a cambiar un poco, esto está claro", concluyó.