El Baskonia logró en Granada una importante victoria que le permite aferrarse a la Copa del Rey, aunque para ello tuvo que vivir una agonía evitable. Los alaveses, gracias a una gran segunda parte, llegaron a manejar una ventaja de 11 puntos a menos de dos minutos para el final, pero al igual que sucedió ante la Virtus tres días atrás se vinieron abajo y se salvaron por los pelos de repetir la debacle.
El cuadro vitoriano saltó bien a la cancha con Sedekerskis, titular junto a Forrest, Howard, Moneke y Hall, tirando del equipo en ataque con sus posteos y cortes a canasta, pero las buenas sensaciones del 0-4 inicial duraron poco. Howard, totalmente desacertado, rompió el ritmo de su equipo con aventuras individuales que terminaron en tapones o pérdidas y el Granada lo aprovechó para anotar mediante transiciones y las acciones de bloqueo y continuación entre Rousselle y Wiley, que llevaron a los andaluces a encadenar un parcial de 14-0 en tres minutos.
Con Baldwin ocupando el puesto de Howard, los alaveses lograron frenar la sangría, calmar el momento de éxtasis local y volver a sumar puntos encontrando primero a Hall y luego a Diop por dentro. También hicieron daño al Granada las penetraciones de Forrest, que sumadas a un triple de Rogkavopoulos sirvieron para minimizar daños tras el 20-10 y acercar al Baskonia a dos puntos al término del primer cuarto (20-18).
El parcial siguió abierto en la reanudación, cuando entre un omnipresente Sedekerskis sumando en ambos lados de la cancha y Rogkavopoulos lograron estirarlo hasta el 0-13 que permitió a los vitorianos volver a adelantarse en el marcador. Con los titulares en el banquillo, fue Baldwin quien se echó el equipo a la espalda en ataque y se convirtió en el gran protagonista del segundo cuarto con nueve puntos a base de imparables penetraciones.
Llegó a manejar una ventaja de seis tantos el Baskonia con el 26-32, pero apareció Wiley para hacer daño con su potencia en los cortes a canasta, que, sumados a un triple de Valtonen y a la falta de puntería azulgrana desde la línea de tiros libres, permitieron al Granada marcharse al descanso por delante en el marcador (36-34).
Jugando con fuego
El paso por los vestuarios sentó bien al Baskonia y más concretamente a Chima Moneke, que tras una primera parte en la que no le salió nada apretó los dientes en el comienzo del tercer cuarto y puso el encuentro patas arriba. El nigeriano cogió confianza con un triple nada más empezar y con sus canastas y viajes a la personal logró anotar diez puntos en los cuatro primeros minutos de la segunda mitad para conseguir una ventaja de 41-48 para los suyos y meter pronto al Granada en situación de bonus.
Intentaron los andaluces reducir distancias recurriendo a Wiley y a Noua por dentro, sus dos principales bazas ante su falta de pólvora en el perímetro, y llegaron a situarse a dos puntos con el 50-52, pero el primer triple de Howard en el encuentro y dos oportunos rebotes ofensivos de Rogkavopoulos y Moneke permitieron al Baskonia llegar al cuarto decisivo con su máxima ventaja hasta entones (50-60).
En la reanudación, fue el buen trabajo defensivo de los hombres de Pablo Laso el que facilitó puntos en transición y seguir poniendo tierra de por medio y allanando el camino hacia la victoria. Baldwin, en uno de sus mejores partidos en la ACB y formando una fructífera pareja con Forrest en la cuerda exterior ante el bajo rendimiento de Howard, colocó con un triple la renta máxima de 54-69 en el ecuador del último cuarto con el que el choque parecía resuelto, pero una vez más el Baskonia fue incapaz de cerrarlo y tocó sufrir.
Los gasteiztarras gestionaron su ventaja bien durante unos minutos y a 1:50 del final ganaban por 64-75, momento en el que llegó un descalabro similar al vivido contra la Virtus tres días atrás. Forrest y Baldwin alargaron las posesiones, pero fueron incapaces de resolverlas y comenzaron a perder balones a favor de Rousselle, que anotó seis puntos seguidos que junto a otra canasta en transición de Valtonen pusieron el 72-75 a 46 segundos del final. Tadas se la jugó en el siguiente ataque y recibió un tapón de Noua que dio la posibilidad de empatar al Granada.
Esta vez, eso sí, el Baskonia, con la lección aprendida, hizo falta a Rousselle, que falló uno de sus tiros libres a ocho segundos del final. Tras estar a punto de perder el balón en dos ocasiones, con agonía y con la picardía de Forrest al lanzar el balón a la espalda del rival en un saque de banda, los azulgranas lograron salvar el triunfo.