La pasada temporada tan solo participó en 25 de los 73 partidos oficiales que disputó el Baskonia. Poco más de un tercio, en los que además Khalifa Diop tuvo un papel testimonial en buena parte de ellos. Un primer curso para olvidar. Sin la confianza de Peñarroya, primero, y la de Ivanovic después. 

Para colmo de males una inoportuna lesión de muñeca le tuvo en el dique seco desde el ecuador hasta el final de la campaña. Un 'Annus horribilis'. Lejos, muy, muy lejos de lo esperado por el club para una de sus mayores apuestas de los últimos años. 

El desembolso económico realizado así lo confirma. El Baskonia abonó al Gran Canaria 700.000 euros de su cláusula de rescisión para poder llevarse a un jugador al que hizo un contrato de larga duración por cinco temporadas. Una inversión con visos de rentabilizar en un futuro con la confianza de obtener un jugoso traspaso y con la esperanza también de sacar réditos deportivos también en el presente.

Lejos del potencial que atesora

Sin embargo, Diop aún no ha dado en Vitoria muestras del potencial que atesora. Lejos de ese jugador que deslumbró en el conjunto insular hasta su llegada al cuadro azulgrana. Bien es cierto, que el salto es grande al pasar de un equipo de Eurocup a otro de Euroliga como es el Baskonia, con una exigencia mucho mayor.

Un peaje a pagar. El lógico proceso de adaptación y más aún en un jugador bisoño como Khalifa Diop, que el pasado mes de enero cumplió 22 años. Muy joven aún y con toda una esperanzadora carrera por delante. En el club así lo esperan. El despegue está por venir.

El poderoso pívot de Senegal también ha trabajado para ello desde que pasó por el quirófano el pasado 29 de febrero. Confía en remontar el vuelo. Y es que pese a que no pudo jugar los últimos meses de competición, Diop no dejó de ejercitarse en ningún momento con la idea de estar mucho más preparado para su segunda campaña como baskonista.

Trabajo con el preparador físico

A las lógicas sesiones con los fisioterapeutas del club que le ayudaron durante su proceso de rehabilitación de su muñeca operada, el jugador añadió trabajo físico y sesiones de tecnificación, consciente de que no había tiempo que perder.

De hecho, este verano mientras otros jugadores de la plantilla baskonista disfrutaban de sus vacaciones, Khalifa Diop ha seguido trabajando junto a Hugo Salazar, encargado de la preparación física del Baskonia.

El propio pívot azulgrana colgó hace algo más de un mes en su cuenta de instagram una salida al monte Zaldiaran con el preparador físico azulgrana. Trabajo cardiovascular. Objetivo: cuidar el fondo físico. Estar activo. Listo para la batalla que está por venir.

Viaje a Las Vegas

Un verano sin bajar el pistón. De hecho, hace unos días, el interior azulgrana se desplazó hasta Estados Unidos para ver un partido de los Cavaliers, equipo que le 'drafteo' en la posición 39 en el verano de 2022 y que tiene sus derechos en la NBA.

Un viaje informal a Las Vegas, en el que pudo charlar con los responsables del equipo de Cleveland, interesados en conocer de primera mano su evolución. El trabajo para volver a ser ese Khalifa del Gran Canaria e incluso con una versión mejorada.

Tras un pequeño paso atrás en su estreno como baskonista, el poderoso pívot de Senegal espera dar dos para delante en su segundo curso de azulgrana. Quiere olvidar los discretos números firmados en su primera campaña como baskonista –3,3 puntos, con un 48% en tiros de 2, 2,7 rebotes, 0,3 tapones y una valoración de 3,6 créditos en los escasos 9:16 minutos disputados en los 12 partidos de ACB–.

Khalifa Diop charla con Moneke, durante el partido de Euroliga entre el Baskonia y el Real Madrid Jorge Muñoz

Peores números que en el 'Granca'

Por debajo de los registros de su última temporada en Gran Canaria7,6 puntos, con un 57,8% en tiros de 2, 5 rebotes, 1 tapón y una valoración de 9,25 créditos en 20 minutos de promedio en los 36 partidos jugados de la competición doméstica–.

De la mano de Laso y el hecho de tener a su lado un jugador físico y atlético como Hall, permitirá al joven Diop crecer este segundo curso

Ahora, de la mano de un técnico como Pablo Laso y al lado de un jugador físico como Donta Hall, tiene la oportunidad de crecer. El poderoso y atlético pívot procedente del Mónaco puede ser su cicerone personal en su despegue.

El interior de Azerbaiyán tiene experiencia, conoce la competición y puede guiar el camino de Diop para convertirse en ese poderoso ogro en la pintura. En el club así lo esperan. “Tendremos una pareja de cincos muy fuertes para las dos competiciones”, puntualizó Salazar al respecto. Dos pívots de altos vuelos. Hora de despegar para Diop. Abróchense los cinturones.