Con el abono de la cláusula de salida de Codi Miller-McIntyre y su fichaje por el Estrella Roja, un secreto a voces, el Baskonia se queda con una plantilla con únicamente ocho jugadores en nómina: Kamar Baldwin, Markus Howard, Sander Raieste, Timothé Luwawu-Cabarrot, Nikos Rogkavopoulos, Tadas Sedekerskis, Chima Moneke y Khalifa Diop.
Salvo que llegue alguna oferta irrechazable por algunas de las mencionadas piezas –Moneke es un jugador codiciado en la Euroliga, pero tanto Pablo Laso como el director deportivo Félix Fernández dejaron claro este miércoles que cuentan con él–, el Baskonia deberá realizar al menos cinco incorporaciones más a lo largo del verano para completar una plantilla que, según indicó el propio Félix Fernández en la presentación de Laso, se pretende que vuelva a estar formada por 13 jugadores.
Las salidas de Codi Miller-McIntyre, Jordan Theodore, Chris Chiozza, Vanja Marinkovic, Dani Díez, Matt Costello y Maik Kotsar, siete en total, obligarán al Baskonia a acometer una profunda reconstrucción en su plantilla este verano para ofrecer el equipo más competitivo posible a Pablo Laso, con sólo seis nombres –por ahora– repitiendo de la campaña anterior.
Si esto ya supone habitualmente una tarea complicada para la dirección deportiva azulgrana, obligada a tener que competir en un feroz mercado contra gigantes de la Euroliga con un presupuesto muy superior, la dificultad se multiplica teniendo en cuenta que la entidad gasteiztarra ya tiene cubiertas actualmente las dos plazas para jugadores extracomunitarios que permite la ACB con Kamar Baldwin y Markus Howard.
Por lo tanto, el Baskonia deberá trabajar el resto del mercado de fichajes con el condicionante de poder fichar únicamente a jugadores con pasaporte comunitario –es decir, con nacionalidad europea– o pertenecientes al acuerdo cotonou, en el que se incluyen 78 países de África, Caribe y Pacífico. A ello hay que añadirle la necesidad de contratar todavía a un jugador formado en España para que ocupe el hueco dejado por Dani Díez y complete los cuatro cupos que exige la ACB junto a Tadas Sedekerskis, Sander Raieste y Khalifa Diop.
Plantilla de trece
Al igual que ha sucedido en las últimas campañas, el Baskonia va a apostar por construir una plantilla de 13 jugadores, por lo que sí que cabría la posibilidad de que uno de los al menos cinco fichajes que quedan por realizar sea extracomunitario y los tres vayan rotando en los encuentros de la ACB.
Esa fórmula ya fue utilizada por ejemplo en la temporada 2021-22, cuando se contó con dos extracomunitarios principales como Alec Peters y Wade Baldwin y se fichó posteriormente a otro como Lamar Peters, que entraba en las convocatorias de la Euroliga y habitualmente se quedaba en la grada en la ACB cuando los tres estaban disponibles. Los dos últimos cursos, por el contrario, se llegó a las 13 fichas con únicamente dos extracomunitarios, lo cual permite más flexibilidad en la ACB.
El conjunto gasteiztarra contó el curso pasado con hasta tres jugadores estadounidenses con pasaporte comunitario como son Miller-McIntyre (Bulgaria), Theodore (Macedonia del Norte), y Costello (Costa de Marfil), casos que no abundan en el mercado y que permitieron al club tener hasta cinco jugadores nacidos en Estados Unidos en la plantilla sin infringir las normas de la ACB. Encontrar norteamericanos nacionalizados o conseguirles directamente ese pasaporte es otra alternativa para una dirección deportiva que deberá trabajar duro para completar el complejo puzle que tiene ante sí.
Ndiaye, en los planes
Tampoco pasó desapercibida en la presentación de Pablo Laso la mención de Félix Fernández a la posibilidad de ampliar la plantilla con jugadores de la cantera que complementen a los trece con ficha del primer equipo. En ese sentido, el ala-pívot de 20 años Ousmane Ndiaye, que ya demostró de lo que es capaz el pasado curso con el Zunder Palencia antes de sufrir una lesión de menisco, está muy bien situado para ser uno de los jóvenes que entren en los planes de Pablo Laso.
El jugador confía en entrar en la dinámica del primer equipo y si es inscrito con ficha de jugador sub-22 podría ejercer como cupo de formación en la ACB pese a ser propiamente cotonou, aunque el Baskonia necesitaría tener cuatro jugadores formados en España inscritos en el primer equipo. En cualquier caso, sería una buena alternativa para tener más opciones y cubrirse las espaldas en caso de que uno de los cupos del primer equipo sufriera una lesión. Toda ayuda es poca en un mercado en el que Félix Fernández, Alfredo Salazar y compañía deberán hilar muy fino un verano más.