Con un largo verano por delante, el Baskonia se encuentra en estos momentos realizando los primeros bocetos de la que será su plantilla de la próxima temporada 2024-25.
En esos trazos aparecen evidentemente los jugadores del primer equipo que actualmente cuentan con contrato y Markus Howard como piedra angular, pero, como bien apuntó el director deportivo Félix Fernández en su última comparecencia ante los medios de comunicación, también se tiene en cuenta a “los jugadores que vienen por abajo”. Pues bien, entre las piezas de la cantera baskonista, quien más opciones tiene actualmente de dar el salto al primer equipo es el ala-pívot Ousmane Ndiaye.
El interior senegalés de 20 años ha vivido esta campaña su primera experiencia en la ACB cedido en el Zunder Palencia, donde ha tenido luces y sombras. La cruz ha sido sin duda la lesión de menisco que sufrió en su rodilla izquierda que le obligó a pasar por el quirófano y someterse a una artroscopia a mitad de temporada. Tras ello, se recuperó y volvió a entrenar, aunque no dispuso entonces de minutos con el conjunto dirigido por Luis Guil.
Hasta el mencionado problema con el menisco, sin embargo, su rendimiento en su estreno en la máxima categoría fue notable pese a su juventud, superando con creces en protagonismo y números a otros dos jóvenes azulgranas como Ondrej Hanzlik y Pavel Savkov, que pasaron por el mismo test en ACB el ejercicio anterior.
No en vano, Ndiaye participó en 13 de las primeras 15 jornadas ligueras con unos promedios de 5 puntos, 4,1 rebotes y 0,5 tapones para 6,6 créditos de valoración en 18 minutos por encuentro, con algunas actuaciones destacadas como la de los 13 rebotes que recogió frente al Barcelona en la segunda jornada de liga o los 15 créditos registrados en cancha del Real Madrid en la séptima jornada, en la que sumó 11 puntos y 6 rebotes.
Más discreto estuvo en su visita al Buesa Arena con 5 puntos y 2 rebotes, pero sus dos actuaciones ante los dos gigantes de la ACB y de la Euroliga muestran el potencial del interior senegalés.
No es cupo
La primera mitad de la campaña fue sin duda esperanzadora para Ndiaye, aunque la lesión de menisco que sufrió puede generar dudas en la dirección deportiva del Baskonia, que deberá valorar este verano si hacerle un hueco en la plantilla o esperar a que madure algo más en otra cesión.
El jugador, en cualquier caso, confía en poder entrar en los planes del conjunto azulgrana y su prioridad en estos momentos es formar parte del primer equipo cuando comience la campaña 2024-25.
En su contra, eso sí, juega el hecho de no figurar como cupo de formación en la ACB. Cabe recordar que Ndiaye aterrizó en el Baskonia con 18 años hace dos veranos y sólo pasó una temporada en el filial en LEB Plata antes de salir cedido al Palencia.
Según la normativa, para ser considerado jugador formado en España debe haber estado inscrito con cualquier club afiliado a la FEB en un periodo, continuado o no, de tres temporadas entre su segundo año de categoría infantil (13 a 14 años) y su segundo año de categoría sénior (19 a 20 años).
Por lo tanto, entraría en el roster en condición de cotonou y ocuparía plaza de comunitario. Eso complica más su presencia en la plantilla que si hubiera podido sustituir a Dani Díez o a Raieste como cupo, pero en cualquier caso podría tener un hueco para reforzar el puesto de ala-pívot, ayudar al equipo en el rebote con sus 2,11 metros de altura y dotar a la plantilla de mayor profundidad a la vez que tiene la oportunidad de trabajar junto a los profesionales del club y aprender de compañeros más experimentados.
Lo que está claro es que parte por delante de otras alternativas como Ondrej Hanzlik, que no ha logrado destacar en su cesión en LEB Oro con el Betis, o Pavel Savkov, con un papel secundario en la misma categoría con el Gipuzkoa Basket. Eso sí, ellos dos cuentan con la ventaja de ser cupos de formación. A corto plazo, Ndiaye deberá trabajar duro en verano y tal vez someterse al examen del club en pretemporada para cumplir con su deseo de estar en el primer equipo.