El Baskonia ha hecho oficial esta tarde lo que era un secreto a voces. Codi Miller-McIntyre deja el club gasteiztarra tras una brillante primera temporada y firma por dos temporadas con el Estrella Roja, que ha pujado fuerte por su fichaje y que deberá compensar económicamente a la entidad azulgrana.

En efecto, el estadounidense con pasaporte búlgaro tenía contrato garantizado para su segunda temporada, por lo que el conjunto de Belgrado deberá abonar su cláusula de salida al Baskonia, que al menos obtendrá un pellizco económico por la pérdida de su mejor director de juego.

El club gasteiztarra agradece en su comunicado a Miller-McIntyre "su trabajo durante el tiempo que ha pertenecido a la familia baskonista" y le desea "la mejor de las suertes en su futuro personal y profesional".

El jugador, por su parte, también se mostró en deuda con el club en un emotivo mensaje que compartió en sus redes sociales. "Gracias por todo, Baskonia. No tengo palabras para agradecer la oportunidad y la confianza que me disteis. Mi amor por Vitoria y por la organización siempre va a estar ahí, aunque me enfada que vayáis a tener camisetas negras y doradas justo cuando me voy...", bromeó el base de 30 años.

"Ahora en serio, muchísimas gracias por el amor y la paz que me habéis transmitido todos, pero es la hora de que me vaya y me encargue de algo que he estado esperando pacientemente durante años", concluye el director de juego, en referencia a su fichaje por el Estrella Roja.

Perdida sensible

Codi Miller-McIntyre fue un jugador clave para Dusko Ivanovic la pasada temporada hasta el punto de jugar casi 30 minutos de media por partido tanto en la ACB como en la Euroliga ante la falta de un suplente de garantías.

El director de juego estadounidense con pasaporte búlgaro aterrizó en Vitoria-Gasteiz el pasado verano sin hacer mucho ruido y destinado a ejercer el rol de segundo base como suplente de Nico Mannion.

Las escasas prestaciones del italiano y la dificultad de encontrar un uno de garantías en el mercado empujaron a Codi Miller-McIntyre al rol de titular y respondió extraordinariamente, rindiendo muy por encima de las expectativas y siendo uno de los principales responsables de alcanzar el play off de la Euroliga.

Su imponente físico, sus cualidades defensivas, su visión de juego y su capacidad para dejar rivales atrás con su potencia a cancha abierta lo convirtieron en la revelación de la Euroliga, competición en la que acabó como el máximo asistente.

Para el recuerdo de su más que brillante temporada quedará el estratosférico triple doble logrado ante el Asvel Villeurbane, con récord de asistencias incluido -20 asistencias, 11 puntos y otros tantos rebotes-.

Todo ello sin olvidar el compromiso mostrado en todo momento, ya que se dejó hasta la última gota de energía, soportó rotaciones casi sobrehumanas y jugó a través de sus molestias en el hombro durante gran parte del curso.

Con su marcha, que se suma a la de Chiozza y Theodore, se confirma que el Baskonia deberá reconstruir por completo su dirección de juego, el puesto que más dolores de cabeza le está dando los últimos años. De momento, ya ha incorporado a Kamar Baldwin para dicha posición, pero aún tiene trabajo por delante en el mercado.