Joan Peñarroya ha comparecido esta mañana por primera vez ante los medios de comunicación tras un verano convulso en el que tras la prematura eliminación en el 'play off' ante el Joventut su puesto en el banquillo estuvo en el aire. La última vez que se le escuchó fue el pasado 30 de mayo tras aquella dolorosa eliminación liguera que le dejó bastante señalado a ojos de las altas esferas.
El técnico de Terrassa ha explicado que ya tiene cierta veteranía para lidiar con estas situaciones incómodas de inestabilidad que van ligadas al puesto de entrenador y que es algo que sabe sobrellevar. “Aunque algunos se piensen que soy joven, llevo ya unos cuantos años en esto y lo llevo bien”, comentó.
Eso sí, el entrenador baskonista sí que reconoció que las semanas siguientes a la prematura eliminación en cuartos ante el Joventut no fueron normales. “Esos 15-20 días cuando acabó la temporada fueron extraños, pero lo llevo bien”, volvió a insistir.
El preparador catalán quiso destacar que el hecho de disfrutar de su profesión le ayuda a sobrellevar estos momentos de incertidumbre y dudas sobre su figura. “Hago mi trabajo, me dedico a esto, tengo pasión por lo que hago. Tengo la suerte de que hago lo que me gusta y a la gente le gusta como lo hago a mucha; a otra no, ya que no estamos para gustarle a todo el mundo”, apuntó de inicio.
“Hago mi trabajo, me dedico a esto, tengo pasión por lo que hago, tengo la suerte de que hago lo que me gusta y a la gente le gusta como lo hago"
Además, la historia tuvo un final feliz para sus intereses tras el anunció de su continuidad, algo que le dejó feliz y plenamente satisfecho. “Estoy muy contento de seguir en Baskonia y de seguir compitiendo con los mejores”. Eso sí, Peñarroya también dejó claro de la exigencia que tiene en una entidad como el Baskonia y lo asume. “Soy muy consciente, al igual que lo era el año pasado de en que club estoy y que historia tiene”, añadió al respecto.
Reto: ser un equipo molesto
El entrenador azulgrana parte de inicio “con la misma idea que tenía el año pasado”. Uno de sus principales objetivos vuelve a ser “intentar molestar lo máximo posible”, aunque tiene claro que cada año va a estar “más complicado” tutear a los grandes transatlánticos de la Euroliga, ya que “hay 12 o 13 equipos que nos duplican o triplican el presupuesto, el que menos”, indicó.
Consciente de las limitaciones económicas de su plantilla, recuerda que él tiene claro la posición de partida del Baskonia. “Sabemos lo que somos”. Eso sí, pese a partir con cierta desventaja, Peñarroya confía en su tropa para volver a ser un incordio. “Tenemos un equipo de jugadores con mucha hambre, con mucha capacidad de crecimiento y en función de la capacidad que tengamos de desarrollar esas aptitudes de esos jugadores, pues daremos más guerra”, indicó.
Muy satisfecho con su primer año
Un equipo combativo con el que aspira poder enganchar de nuevo a la afición y repetir la temporada pasada, que a su juicio fue más que buena. Y es que Peñarroya fue muy directo a la hora de valorar el pasado ejercicio. “El año pasado este equipo hizo una temporada de puta madre. Lo digo un poco bruscamente porque estoy convencido de ello”.
Peñarroya asume que la eliminación ante el Joventut tanto en el torneo del KO como en la liga “fue un palo”, pero no dudaría en firmar dos fases regulares idénticas a las vividas la pasada campaña. “Jugar 68 jornadas como lo hizo el equipo, cuando nadie contaba con nosotros a principio de temporada, la conexión que tuvimos con nuestra grada, que para mí es lo más importante y el número de victorias, lo firmo ahora. Evidentemente no firmo jugar la Copa, ni jugar el play off que jugamos. El Joventut era un equipo que no nos iba bien y nos hizo mucho daño. Pero firmo las dos ligas regulares que hicimos el año pasado. A fuego”, añadió al respecto.
Buena predisposición
Por otro lado, de cara a este curso, Joan Peñarroya apuntó que el Baskonia ha empezado esta pretemporada “con ganas”, a la vez que ve “buena predisposición en todos los chicos” y destacó de las nuevas incorporaciones que se trata de “jugadores con hambre, con ganas de hacerlo bien”. Un grupo en el que abundan los “perfiles jóvenes y con calidad”.
“Vamos a ser el equipo más joven de la Euroliga”, añadió al respecto, sobre un grupo que ronda los 25 años de edad media. El reto es “encontrar las mejores opciones para que el equipo rinda y que nuestra gente esté contenta con lo que ve en la cancha”. Volver a ver un Buesa Arena en ebullición como ocurrió el año pasado.
Besson en el aire: falta un jugador
Además, Peñarroya desveló que aún “falta un jugador por fichar”. Pese a que este martes Félix Fernández deslizó la posibilidad de que Hugo Besson pudiera ser algo más que un temporero, el egaerense insiste en que el equipo necesita otro perfil de jugador distinto al francés y que así se lo ha hecho saber al club. “Hugo es un jugador al que el club lleva siguiendo desde hace algunas temporadas. No se trata de si Hugo es un jugador de nivel, que lo es, de proyección, que lo es, sino que se trata de buscar ese jugador que necesite el equipo para acabar de definir la plantilla”, apuntó de inicio.
“La dirección deportiva sabe cuál es la idea del entrenador en ese aspecto. Ahora tenemos a Hugo aquí estos días haciendo la pretemporada y vamos a ver qué pasa”, añadió al respecto.
Por tanto, sigue faltando una pieza para cerrar la plantilla. A la espera de que llegue, Joan Peñarroya está contento con el plantel que maneja, pero advierte de que aún es pronto para ver cómo se desenvolverá su equipo en la cancha y que se puede esperar de él. “Tenemos un equipo diferente al del año pasado. Aunque vayas a buscar perfiles similares, los jugadores son diferentes y ahora podemos pensar mucho sobre cómo va a jugar el equipo si va a tener más rebote, más defensa, si va a ser menos tirador, pero vamos a ver hacia dónde va el equipo”, comentó.
El reto de su cuerpo técnico es ahora “intentar cohesionar al equipo” y así poder cumplir su principal objetivo. “Lo más importante es que el equipo juegue buen baloncesto y que el equipo compita bien en dos competiciones que son muy duras y que cada año lo son más. La Euroliga es tremendamente exigente y con los presupuestos que se mueven, pues mucho más”, concluyó.