Joan Peñarroya se encuentra en una posición de máxima debilidad en la actualidad dentro del Baskonia y ahora mismo sería una sorpresa que cumpla su segunda temporada al frente del club vitoriano. Según ha podido confirmar este periódico, el club azulgrana estudia seriamente la posibilidad de no ejercer la cláusula existente en su contrato para que siga al frente del conjunto del Buesa Arena en el curso 2023-24.

Peñarroya se comprometió el pasado verano con el Baskonia mediante un contrato por dos temporadas hasta junio de 2024 que, en realidad, es el clásico 1+1. La segunda de ellas no está garantizada y, en cambio, sí sujeta a una serie de objetivos que no se han cumplido tras la abrupta eliminación liguera ante el Joventut en la serie de cuartos de final o la pérdida del billete para el 'Top 8' sobre la bocina tras una derrota en El Pireo.

La desconfianza hacia su figura ha crecido de forma exponencial y, mientras tanto, ya surgen los primeros nombres para ocupar el banquillo azulgrana de cara a la próxima temporada ante un relevo que ahora mismo se está cociendo a fuego lento.

Este domingo, sin ir más lejos, el diario israelí 'Walla' asegura que Ioannis Sfairopoulos es uno de los técnicos con los que el Baskonia mantiene conversaciones para ocupar su banquillo. El griego, de 56 años, se encuentra sin equipo desde que fuera despedido por el Maccabi en febrero de 2022. Se trata de un técnico de reconocido prestigio y que ha pasado por conjuntos importantes en el Viejo Continente, sobre todo el Olympiacos, donde militó entre 2014 y 2018 imprimiendo un sello de grupo trabajado, rocoso y solvente en labores defensivas.

El decepcionante final de ejercicio rubricado por el Baskonia, cuya respuesta en los momentos decisivos no ha estado a la altura de lo esperado, está a punto de llevarse definitivamente por delante a la figura de Peñarroya. El preparador catalán está muy valorado por la afición después del brillante juego practicado por el plantel vitoriano durante gran parte de la campaña pero no ha sabido dar con la tecla a la hora de la verdad con decisiones controvertidas.

El Baskonia sigue inmerso en su periodo de reflexión analizando todas las opciones, si bien el propio Peñarroya ya es consciente de las reticencias que despierta su continuidad y ahora mismo sus opciones de cumplir el año opcional de contrato son remotas.

Peñarroya da intrucciones en un tiempo muerto Alex Larretxi

Una campaña que durante muchos meses ha sido idílica debido al excelente juego practicado por el Baskonia y los elevados guarismos en cada partido ha desembocado, a la postre, en un epílogo de lo más amargo. A ello se suma la pérdida del billete para el 'Top 8' en el último momento y el paso de puntillas por la Copa del Rey celebrada en Badalona, donde el Joventut también se convirtió en el verdugo alavés. Desilusiones que dejan a Peñarroya muy señalado ante la plana mayor azulgrana y en la cuerda floja.

Bajo la batuta del catalán, el equipo vitoriano ha hecho posiblemente el baloncesto más divertido de los últimos tiempos en el Buesa Arena. Uno de sus cometidos tras su llegada procedente del Valencia Basket era recuperar la ilusión de la grada. En este sentido, ha cumplido con creces y su trabajo ha resultado impoluto con partidos repletos de borracheras anotadoras que pusieron en pie al baskonismo. Una especie de cuento de hadas que, cuando han llegado los tramos culminantes de la temporada, se ha tornado en pesadilla.

El rigor defensivo ha brillado generalmente por su ausencia y la dificultad para facturar victorias lejos de casa en la Euroliga ante los rivales más modestos también ha sido evidente en contraste con partidos de más de 100 puntos. Son aspectos que, en definitiva, pesan en el ánimo de Josean Querejeta para abrir la puerta a un nuevo cambio en el banquillo, aunque todo ello debe terminar de plasmarse en los próximos días.