Cinco exbaskonistas como Fabien Causeur, Thomas Heurtel, Adam Hanga, Vincent Poirier y Pablo Laso se proclamaron ayer campeones de la ACB con el Real Madrid al derrotar al Barça por 3-1 en la final, con especial protagonismo para el primero, ya que fue uno de los héroes del cuarto partido tanto por sus canastas en los minutos decisivos como por un gesto que seguro que trajo ingratos recuerdos a la cabeza de más de un exbaskonista.

El escolta francés anotó ocho de sus 17 puntos en un último cuarto frenético en el que no le quemó la pelota en los momentos de máxima tensión. A falta de dos minutos y con 73-68 en el marcador, ejecutó una excepcional jugada de canasta más tiro libre adicional que situaba el 76-68 en el electrónico y ponía contra las cuerdas a los culés y poco después, a 1:13 del final, se inventó un triple tres bote por encima de Brandon Davies que sentenciaba el encuentro con el 79-70 y daba el título de campeón a los de Pablo Laso.

En ese momento, se llevó el dedo pulgar al cuello y lo pasó por su garganta en dos ocasiones, en una clara señal de cortar el cuello con el que confirmaba la defunción del conjunto rival. Un provocador gesto que ya sufrió el Baskonia en el año 2004, durante el Top 16 de la Euroliga. Por aquel entonces, se clasificaban para la Final Four los primeros clasificados de cada uno de los cuatro grupos y el Baskonia visitó al CSKA jugándose ese primer puesto y, por lo tanto, la plaza para la final a cuatro. 

Los gasteiztarras, tras haber perdido en el Buesa por tres puntos, necesitaban ganar por cuatro en Moscú y llegaron a tenerlo en su mano cuando, a falta de 50 segundos, ganaban por 77-82. Entonces, los árbitros hicieron la vista gorda con los contactos ilegales de la defensa del CSKA, que terminaría llevándose el gato al agua con un dos más uno de John Holden, dos tiros libres de Marcus Brown y una canasta final de Theo Papaloukas, que, al igual que Causeur, realizó el desagradable gesto de cortarse el cuello que ponía fin al sueño europeo baskonista.