- El Baskonia ganó y ya es virtualmente cabeza de serie para el sorteo de la Copa del Rey, aunque analizado a fondo el choque de ayer tampoco hubo excesivos motivos para sacar pecho en una jornada muy condicionada por las sensibles ausencias del Iberostar Tenerife. Al equipo vitoriano, con importantes lagunas de concentración y bastante discontinuo pese a las 17 asistencias dadas entre sus dos bases, le costó más de la cuenta imponer la lógica ante un forastero prácticamente sin bases que le llevó al límite y destapó su fragilidad.
Hasta en los días donde el viento sopla de cara, el conjunto vitoriano sufre problemas para mantener la estabilidad sobre la cancha. Entre los pocos halos de luz hubo que destacar a Sedekerskis, el único canterano que se está asentando realmente en el equipo mientras Kurucs y, sobre todo, Raieste han desaparecido del mapa. Más le vale a Ivanovic dar confianza al lituano para que la rotación azulgrana no se vea más resentida si cabe.
Aunque todavía no se ha soltado ni toma decisiones importantes en ataque respetando las jerarquías existentes dentro del grupo, Tadas está demostrando poco a poco que se ha hecho mayor de edad y puede ser un buen complemento en un club de altos vuelos como el baskonista. Sus 17 puntos de valoración lanzando únicamente tres tiros de campo denotan el crecimiento de una promesa con capacidad para hacer muchas cosas sobre la pista pero también demasiado tímido y sin el descaro de otros jóvenes de su edad.
El báltico, cuyo trabajo en el gimnasio se deja sentir desde hace tiempo con un físico espectacular, acabó como el baskonista más valorado con ocho puntos, siete rebotes, una asistencia, un robo y dos faltas recibidas. Anotó sus tres tiros de campo, todos en las inmediaciones del aro, y tan solo manchó su estadística con dos errores desde el tiro libre.
Números notables para un jugador del que muchos no esperaban grandes cosas antes del comienzo de la temporada. De lo que no hay duda es que Sedekerskis, asentado ya en el puesto de alero pese a que esta campaña también ha jugado algún tramo como ala-pívot, permite a Ivanovic subir varios enteros el poderío físico del Baskonia. No en vano, al igual que sucede con Polonara, ataca el rebote ofensivo con una fuerza desmesurada y posee un cuerpo que le permite chocar y sacar ventajas a jugadores livianos.
Claro que, para dar el ansiado paso al frente cerca de cumplir las 23 primaveras, Tadas aún tiene que demostrar muchas cosas si quiere asentarse en la élite de la canasta. Ni su tiro exterior es fiable ni atesora unos grandes fundamentos técnicos para generarse sus propias canastas. Sin embargo, lo que más se echa de menos en su caso es un punto más de valentía e irreverencia para asumir responsabilidades.