Vitoria. El Baskonia vivió ayer un día de los inocentes que nunca olvidará. Poco después de las 17.30 horas, el club vitoriano hacía pública la apertura de un expediente disciplinario a Marcus Haislip "por falta muy grave, tras no presentarse a las sesiones de recuperación previstas por el servicio médico del club". Apenas una horas antes, el propio jugador había publicado una carta en Internet en la que explicaba los motivos de su espantada. Según el ala-pívot norteamericano, que la semana pasada sufrió una nueva lesión en forma de rotura fibrilar, éste pidió permiso para viajar a Estados Unidos para, al igual que el resto de jugadores y cuerpo técnico, pasar la Nochebuena en su hogar junto a su madre, diagnosticada de un cáncer.

Según Haislip, el Baskonia se negó alegando que debía atenerse al plan de recuperación física estipulado por los servicios médicos para los días 24, 25 y 26. En este punto, ambas posturas difieren. Según el club, el ala-pívot "no puso ningún reparo a los planes previstos por el servicio médico y se marchó del Buesa Arena sin hacer ningún tipo de comentario", pero el jugador asegura que solicitó expresamente "y de forma respetuosa" la posibilidad de partir a su hogar para estar junto a su familia.

En cualquier caso, y "después de pensarlo mucho" finalmente Haislip decidió viajar a su país sin notificárselo al Baskonia. Ayer, el cuatro azulgrana ya se encontraba de regreso en la capital alavesa cuando la entidad presidida por Josean Querejeta anunció su "suspensión temporal de empleo y sueldo". Durante la tarde recibió en persona el expediente de la entidad vitoriana, le expuso su posición y le trasladó que acataba cualquier medida que el Baskonia estime oportuna. Una decisión que, como el propio Haislip asumió, pasa por su marcha del equipo. Ayer el poste nacido en Tennesse ya no entrenó junto a sus compañeros y, aunque el club le trasladó la posibilidad de que regresara de nuevo a Estados Unidos y finiquitar su adiós con sus representantes, el jugador permanecerá unos días en Vitoria hasta que la tormenta toque a su fin.

Ya desde el principio de temporada, Haislip no acabó de sentirse a gusto en el conjunto dirigido por Dusko Ivanovic. El Baskonia le parecía un club demasiado frío con sus jugadores y la falta de feeling acabó siendo recíproca para ambas partes. El detonante han sido las continuas lesiones que el interior baskonista ha venido sufriendo constantemente -rotura en el sóleo de la pierna izquierda, esguince de tobillo, herida en la boca y ahora otra rotura fibrilar- y cuyos sistemas de recuperación no convencían mucho al antiguo jugador del Unicaja, como subraya en la misiva que DNA reproduce junto a estas líneas.

"Mi tratamiento consiste únicamente en que un chico nuevo que han contratado hace uno o dos meses sin experiencia en materia deportiva me extienda una crema en la pierna durante diez minutos y después me la envuelva con hielo", explica el jugador en una dura carta contra el que dejará de ser su equipo en los próximos días. En principio, desde el Buesa Arena apuntaron ayer a un periodo de "una semana" para que se resuelva el expediente abierto ayer, aunque el adiós de Haislip podría acortarse en función de las negociaciones entre las partes.

nuevo refuerzo Después del cisma abierto ayer, la maquinaria de fichajes baskonista trabaja a pleno rendimiento -ya lo hacía desde hace semanas- para cubrir la más que posible marcha de Haislip. En estos momentos, la primera prioridad del club pasa por pescar entre los equipos que han quedado apeados del Top 16.