El Baskonia arrancará este domingo una ajetreada gira por Europa en la que en cinco días deberá recorrer miles de kilómetros para poder visitar al Coviran Granada, al Maccabi Tel Aviv el martes en Belgrado y al Panathinaikos el jueves en Atenas. La primera de ellas, fijada para las 12.30 horas, es sobre el papel la más asequible por la entidad del rival, pero las urgencias del conjunto azulgrana para abandonar la zona baja de la ACB y el buen momento de forma por el que pasa el conjunto andaluz obligan a los gasteiztarras a tener que exprimirse al máximo para obtener la victoria.

No en vano, el conjunto dirigido por Pablo Pin registra en estos momentos el mismo balance de 4 victorias y 6 derrotas que el Baskonia en la ACB y llega de dulce tras haber ganado sus últimos tres compromisos en casa contra el Leyma Coruña (80-77), a domicilio contra el Río Breogán (74-92) y en Granada contra el Joventut (87-77), por lo que el conjunto gasteiztarra está avisado de que no será nada fácil obtener el triunfo en el Palacio de Deportes.

En su tercer año en la élite desde que consiguiera el ascenso en 2022, el combinado andaluz ha logrado construir una plantilla sólida formada por veteranos con una larga trayectoria en la competición como el base con pasado en el Baskonia Sergi García, los exteriores Jonathan Rousselle y Scott Bamforth, los aleros Edgar Vicedo y Pere Tomás o los pívots Jacob Wiley y Rubén Guerrero.

Si a ese sólido núcleo se le suma la presencia de un tirador de primer nivel y en gran momento de forma como Elias Valtonen y el fichaje de un ala-pívot que ya ha mostrado su valía en la Euroliga como Amine Noua, resulta un equipo capaz de competir a buen nivel cada fin de semana y argumentos para conseguir la salvación sin grandes sobresaltos.

Noua, tras su paso por el máximo torneo continental con el Asvel y el Fenerbahce, decidió el pasado verano fichar por un equipo en el que tuviera más galones y se ha convertido en el gran referente del Granada, donde promedia 14,5 puntos y 5,1 rebotes en la presente ACB. El interior francés, potente y con buena muñeca desde fuera, será por lo tanto la principal preocupación para el Baskonia y exigirá a Moneke, Sedekerskis o Ndiaye –en caso de contar con minutos– no bajar la guardia en defensa en ningún momento.

Sin margen de error

Los hombres de Pablo Laso regresaron a la senda en la ACB el pasado fin de semana con la ajustada victoria en el derbi vasco contra el Bilbao Basket, pero el desastroso final del pasado jueves en casa contra la Virtus Bolonia, en el que dejaron escapar una victoria que tenían en su mano, vuelve a generar sensaciones negativas.

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En imágenes: Baskonia no sabe ganar en el Buesa a la Virtus Iñigo Foronda

Clasificarse para la Copa del Rey, aunque es complicado, sigue siendo posible y mantener vivas las opciones azulgranas pasa por conseguir una victoria en Granada que serviría también para calmar las aguas después de la reciente decepción europea.

Cabe recordar que Pablo Laso sigue sin poder contar con el lesionado Timothé Luwawu-Cabarrot, cuyo regreso no se espera hasta el encuentro del próximo domingo contra el Unicaja. Por lo tanto, sería importante que alguno de los jugadores con los que no contó ante la Virtus como Raieste, Jaramaz, Ndiaye y Savkov pudiera sumarse a la rotación para no tener que utilizar de nuevo únicamente ocho piezas, más aún teniendo en cuenta el que disputará cuatro partidos en siete días.

No tiene ese problema Pablo Pin, que cuenta con todas sus bazas a disposición y además ha tenido tiempo para poder preparar el partido a conciencia, ya que no disputa competición europea. El ganador vencedor un salto en la tabla y dejará al perdedor aún más hundido.