Entre los principales pioneros del comercio vitoriano se pueden encontrar las tiendas locales, que llevan décadas compartiendo amabilidad con su trato cercano junto a productos autóctonos de diversa variedad. Múltiples de estos establecimientos se reúnen en varios mercados desplegados por la capital, y resisten el empuje de grandes superficies como supermercados y centros comerciales.

Por eso, cuando salieron a la luz comentarios de que el histórico mercado de Zaramaga podría cerrarse, se dispararon todas las alarmas entre la fiel clientela de estas míticas tiendas de barrio. En ese sentido, Isabel, de la carnicería L.G. Tudero que se sitúa en este mercado de la calle Reyes de Navarra, ha querido explicar a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA la situación real del mercado ante la aparición de esos rumores.

"A día de hoy, no hemos recibido ninguna notificación por parte de la propietaria del mercado, ni de que se vaya a cerrar ni de que se haya vendido", asegura, por lo que, tanto el establecimiento en el que trabaja junto a su marido Lorenzo, como en las otras dos tiendas del mercado (Frutería Josefina y Pescados Mari Pili) han continuado "trabajando con total normalidad".

"Invitados a marcharse"

Eso sí, Isabel ha aclarado de que el mercado sí se encuentra a la venta, pero desde hace 25 años. "El antiguo propietario, antes de la llegada del euro, puso el mercado a la venta en un precio de 100 millones de pesetas. El precio se quedó ahí y se estaba vendiendo últimamente a 590.000 euros", indica.

La llegada de los rumores de cierre comenzaron tras una importante bajada de precio de esta superficie en las fechas navideñas de 2020. "Nosotros no sabíamos nada", recuerda. Fue tras escuchar entre su clientela esta posible venta cuando recibieron una notificación de la actual propietaria, que había heredado ese espacio de aproximadamente 1.200 metros cuadrados.

"Ella quería desprenderse del mercado por lo que nos invitaron a marcharnos antes del día 28 de febrero de 2021", apunta la comerciante. Los tres locales activos tienen contratos en vigor, dos de ellos indefinidos, por lo que, al consultarlo con sus abogados "no hicimos caso a esa carta porque no nos podemos marchar así porque sí".

Negociaciones sin éxito

"Si nos echaran tendrían que indemnizarnos", explica. "Tenemos empleados, tendríamos que despedirlos, tendríamos que pedir los costes de lo que supondría para nosotros tener que marcharnos del mercado", indica.

Por ello, "unos meses después, en primavera, nos pidieron que hiciéramos una propuesta para marcharnos del mercado". Tras volver a consultar con sus abogados, realizaron la contraoferta pero "no aceptaron, ni tan siquiera contestaron".

Después de estas frustradas negociaciones, no ha vuelto a haber indicios de un posible nuevo acuerdo. "A día de hoy nosotros no tenemos ningún problema con los propietarios del mercado actual, seguimos pagando nuestra renta en el mismo número de cuenta y no nos han vuelto a notificar nada", añade.

El trabajo de cada día

Sin ninguna novedad más desde primavera de 2021, tanto los clientes del mercado como las propias tiendas han continuado con su rutina, pero, de vez en cuando, siguen asomando dudas. "Sí que preguntan mucho. Nosotros a nuestra clientela les hemos dicho que no se ha vendido. Si pasara, seríamos los primeros en avisarles", apunta la comerciante.

En adición al revuelo generado por los rumores de venta, se le suma el reciente desplazamiento de una de las tiendas del mercado, la carnicería-pollería Acebo, a la calle contigua. Isabel explica que, al tratarse de uno de los establecimientos que se encontraba en la entrada, esta se ha quedado más despoblada.

En ese sentido, eso ha servido para reavivar los falsos comentarios respecto al cierre, que han tenido alguna que otra consecuencia: "Las ventas han ido bajando, cuantos menos puestos hay en el mercado, más le cuesta a la gente entrar y es más complicado"; señala Tudero, pero subraya que es algo que ocurre tanto en la superficie de la calle Reyes de Navarra como en el resto de comercios pequeños de la capital.

Con esta situación en mano, este bastión de comercios locales del barrio de Zaramaga continúa, en 2022, resistiendo tras más de 45 años al pie del cañón para ofrecer, como el primer día, sus productos con una dosis de amabilidad de barrio a sus clientes de toda la vida.