Primero fueron ayudadas a recuperar la salud física que el covid-19 les arrebató. Y ahora, una vez superado el trance, siguen siendo acompañadas para restablecerse emocionalmente.

Son las cerca de un centenar de personas que a lo largo de toda la pandemia han pasado por las UCI de Txagorritxu y Santiago y que, tras recibir el alta, han accedido a participar en un programa de apoyo psicológico impulsado por la propia OSI Araba para darles un empujón más hacia la normalidad perdida.

De un lado, esos pacientes post covid y también sus familiares. Del otro, la psicóloga clínica de la OSI Araba y coordinadora de este programa, Rocío Barreira, así como el personal médico y de enfermería de las unidades de críticos que en su día les asistió.

Mediante encuentros periódicos y un terapéutico feedback, los afectados logran cerrar un círculo donde el sufrimiento, la angustia y también el olvido han estado muy presentes. Al mismo tiempo, los profesionales adquieren herramientas para mejorar en lo posible la atención que les dispensaron.

"A los pacientes les aporta la sensación de no haber perdido el anonimato. De que seguimos ocupándonos de ellos pasado el tiempo, de que no están solos. Y a muchos de ellos les ayuda a recuperar parte de su historia: saber qué pasó y quién estaba allí. Son cuestiones que necesitan reincorporar, porque la gran mayoría han estado sedados durante todo el proceso", detalla Barreira a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA.Primer contacto

El primer contacto con el paciente es siempre telefónico, una invitación a participar en esta experiencia que "casi la totalidad" acepta. Tras una entrevista que sirve para valorar su estado físico y psíquico, el primer encuentro presencial se produce un mes después del alta. "Queremos conocer sus vivencias, sus experiencias, saber cómo están y que nos digan cómo han sentido y vivido su ingreso", relata la psicóloga.

La reunión se repite a los tres y a los seis meses y, por último, al año. A este último escalón del proceso se aproximan estos días quienes enfermaron durante la primera oleada de la pandemia. Para quienes el covid-19 golpeó después, el camino terminará más adelante. "Y seguirán entrando más", vaticina Barreira, porque las UCI de las OSI Araba siguen acogiendo todavía hoy numerosos pacientes.

Agradecimiento

La respuesta de todos ellos a esta iniciativa, que forma parte de un programa más amplio de humanización en la asistencia que presta la OSI, no ha podido ser mejor a juicio de la profesional.

"Lo viven con agrado. Nos lo manifiestan cuando vienen y nos dicen que quieren volver. Aquí tienen su espacio, en el que personas muy interesadas en la evolución de su salud, a todos los niveles, comparten con ellos estos momentos", relata Barreira.

Según la psicóloga clínica, los pacientes están fundamentalmente "agradecidos", sabedores de que han logrado sobreponerse a una situación crítica, pero también "asustados" porque "la situación no termina". "Y muchas veces, no entendiendo por qué a algunas personas les cuesta acatar las normas. Porque ellos saben realmente cuál es la gravedad de esto y cuánto cuesta luego ponerse en una vida normalizada", remarca.