Si algo ha caracterizado al Deportivo Alavés en sus últimas campañas en Primera División, ha sido la constancia defensiva y el hecho de saber rentabilizar bastante sus goles al convertirlos en puntos.
En este curso, una vez más, la solidez albiazul está quedando patente en la mayoría de las acciones, con una defensa que ha respondido con creces a los diversos problemas que han azotado a la plantilla, y un Sivera que sigue siendo salvador bajo palos.
En ningún partido del tercio que ya se ha completado de la presente Liga, el Alavés se ha visto superado con facilidad. Por ello mismo, no ha perdido ni un solo partido por una renta de más de un gol.
De hecho, cabe recordar que el conjunto albiazul sigue siendo el tercer equipo menos goleado del campeonato. Sivera tan solo ha recogido el balón de su red en 11 ocasiones, únicamente una vez más que los metas del Villarreal y Real Madrid.
Sin embargo, no todos son luces en la plantilla de Coudet y el propio técnico argentino es consciente de ello. Ya avisó tras la derrota frente al Girona en Montilivi que “los goles son puntos” y que para poder sumar más, “el equipo debe obsesionarse con marcar”.
Y es que el Alavés continúa mostrando una preocupante ineficacia en materia ofensiva. Los jugadores generan pero no convierten, algo que sucede especialmente lejos de Mendizorroza y ya son tres salidas consecutivas sin marcar. En concreto, desde el 24 de septiembre en Getafe, por lo que prácticamente han transcurrido dos meses desde aquel testarazo de Ander Guevara que batió a David Soria.
Está claro que si el equipo tuviera el mismo acierto en el área rival que en la propia estaría mucho más arriba en la tabla, algo que también mencionó el propio Coudet en una de sus últimas ruedas de prensa.
La realidad es que, a día de hoy, el Alavés, así como es la tercera mejor defensa, también es el tercer peor ataque de la categoría, igualado a 11 dianas en 12 partidos con el Valencia y el Girona, y tan solamente empeorado por Osasuna con nueve goles y Real Oviedo con siete.
Además, otro registro que empeora la situación ofensiva que vive el equipo es la falta de artilleros en el cómputo global de la plantilla. Aunque pueda parecer que anotar goles sea únicamente labor de los delanteros, la ayuda en ocasiones puntuales de jugadores de otras demarcaciones nunca viene mal –véase Guevara en Getafe–, y esto es algo de lo que el Alavés carece respecto a la mayoría de sus rivales.
MAL REPARTO DE GOLES
El conjunto albiazul es el equipo en el que peor están repartidos los goles de todo el campeonato. Eso sí, comparte este registro de únicamente seis jugadores que hayan visto puerta rival junto al Mallorca, Valencia, Real Oviedo, Osasuna y Getafe.
Además, en el caso de este último, son solo cinco los futbolistas de la plantilla actual que han visto puerta en el arranque liguero, puesto que el sexto, Uche, fue traspasado el último día del mercado al Crystal Palace.
Carlos Vicente con tres, Lucas Boyé con dos, Toni Martínez con dos y Denis Suárez, Guevara y Tenaglia, con uno cada uno, son los únicos jugadores del Alavés que han visto puerta en lo que va de Liga.
De vital importancia fueron los tres tantos que llegaron de hombres provenientes de fuera de la delantera. El central argentino dio los tres puntos ante el Levante, el centrocampista vitoriano rescató un punto sufrido en Getafe y el centrocampista gallego abrió la lata ante el Espanyol en el último partido en casa.
Esto demuestra cómo los goles de jugadores que en principio no son goleadores pueden ser esenciales para el devenir de la temporada.
En comparación al Alavés, rivales directos como el Sevilla, Espanyol o Levante han sabido repartir mejor los goles entre sus futbolistas y cuentan en la plantilla con varios jugadores que ya han anotado: diez diferentes los andaluces, ocho los catalanes y ocho los levantinos, que además tienen en la punta de ataque a Etta Eyong, una de las indiscutibles revelaciones del campeonato.
Ante esta tesitura, nuevos futbolistas del Alavés al margen de los delanteros deberían tratar de afinar su puntería de cara a puerta para mejorar los resultados lejos de casa. Cerca estuvo de lograrlo Antonio Blanco en Girona, a quien apenas dos centímetros separaron de poder celebrar su primer gol con el conjunto vitoriano después de 103 partidos.
Calebe, Mariano o Ibáñez están dejando algunos destellos de calidad y buenas actuaciones en su llegada a Vitoria. Sin embargo, por el momento tampoco han sido capaces de aportar de cara a puerta, al igual que otros viejos conocidos como Aleñá o Abde, que desde la banda izquierda tampoco han podido por el momento cantar ningún gol.