Los onces del Deportivo Alavés en los últimos años, desde la temporada del ascenso a Primera División, han tenido casi siempre algo en común: la presencia de Jon Guridi en la mediapunta. Desde su llegada a Mendizorroza en el verano de 2022, el de Azpeitia ha sido titular indiscutible, pero ese rol tan protagonista puede que no lo tenga esta campaña, su cuarta defendiendo la elástica del club gasteiztarra.
Lo que, durante estos años alegres, ha permitido a Guridi ser prácticamente irremplazable es su inteligencia sobre el césped. Así lo destacaba Luis García Plaza cada vez que le preguntaban por él en rueda de prensa. Es un jugador que sabe muy bien dónde colocarse para ser útil al colectivo, tanto en ataque como en defensa. Capaz de habilitar las transiciones o de iniciar la presión para recuperar el balón.
El técnico madrileño, todavía sin banquillo, tenía claro que, si el guipuzcoano estaba bien físicamente, debía jugar. Algo de lo que, por el contrario, no está siendo tan partidario Eduardo Coudet. Ya el ejercicio pasado, el argentino probó varias veces qué podría ocurrir si Guridi no era titular, aunque acabó desistiendo por la falta de alternativas en ese puesto. Salió de inicio en las nueve últimas jornadas.
Esta, precisamente, es una de las circunstancias que han favorecido al de Azpeitia en estos años como albiazul. Su competencia siempre ha estado un escalón por debajo, lo cual, además, también le ha impedido jugar más atrás. Cabe recordar que no han sido pocas las ocasiones que el club ha manifestado su intención de que Guridi compitiera por minutos en el doble pivote y no por los de la mediapunta.
Con la idea de actuar detrás del punta, ya fuese más o menos adelantados, llegaron al Paseo de Cervantes Carlos Martín, Tomás Conechny, Ianis Hagi, Giuliano y Rober Ibáñez. Y todos ellos, al final, acabaron apareciendo más por las bandas o, directamente, disputando bastantes menos minutos de los deseados. La hegemonía de Guridi en el puesto de diez casi nunca ha estado en entredicho desde 2022.
AMPLIO ABANICO DE POSIBILIDADES
Lo que ha cambiado este curso es que el Chacho, si los contratiempos dan un respiro, cuenta con muchas opciones para ocupar dicha posición. En Son Moix, por ejemplo, el elegido fue Carles Aleñá, un futbolista que le gusta mucho al entrenador albiazul. Y ahí también pueden jugar Denis Suárez y Calebe. En un solo verano, el ex de la Real ha pasado de apenas tener competencia a que esta sea muy exigente.
Asimismo, el argentino puede optar por un dibujo de dos delanteros, como ya hizo en Getafe, alineando a Toni Martínez y Mariano Díaz. El puesto de Guridi desaparece en ese caso. En definitiva, ahora hay muchas más combinaciones que dejan al futbolista azpeitiarra fuera de la ecuación. Y su suplencia en las dos últimas jornadas, sin minutos ni saliendo como revulsivo, deja claro que algo ha cambiado.
Lo anterior, eso sí, no quiere decir que al Chacho no le guste el perfil y lo que aporta Guridi, pues no es así. Pero el argentino sí ha dado a entender en alguna que otra ocasión que, para la mediapunta, prefiere a otro tipo de jugadores. Aquellos con mayor llegada al área rival y capacidad para filtrar balones. Y en lo primero, sobre todo, el 18 no destaca. Más bien todo lo contrario. Es su principal debilidad.
Retrasar por fin su posición tampoco parece una opción en estos momentos. No con la competencia que existe en el doble pivote. Al mencionado Suárez, que ya ha actuado ahí –y lo hacía en el Celta de Coudet–, se suma el indiscutible Antonio Blanco, Pablo Ibáñez –de los mejores en este arranque liguero–, Ander Guevara y Carlos Protesoni. Los minutos parecen más caros ahí que en la mediapunta.
Así las cosas, todo apunta a que la actual va a ser la temporada más exigente a nivel individual para Guridi. Luego el escenario puede cambiar y, como ha pasado en años anteriores, que acabe siendo insustituible, pero la realidad de la plantilla es esta: hay muchos futbolistas de toque, capaces de ocupar cualquier puesto de la sala de máquinas, y muy pocos de un perfil que aporte profundidad y mordiente.
Además, no hay que olvidar que Guridi está en su último año de contrato. Si el Alavés no le renueva antes del próximo 1 de enero, podrá negociar su fichaje como agente libre con cualquier otro club, como hizo Abdel Abqar el pasado verano. Sobre su renovación, y la de Carlos Protesoni, Sergio Fernández comentó en su última comparecencia que ya era momento de valorar lo mejor para todas las partes.