La temporada ha arrancado de manera dispar para los cinco futbolistas que jugaron cedidos el curso pasado en el Deportivo Alavés. Pese a que la mayoría, salvo Ianis Hagi, aprovecharon su paso por Mendizorroza para ganarse el subir un escalón o, como mínimo, continuar en la élite, no todos ellos están recibiendo en sus nuevos destinos la confianza que sí les dio Luis García Plaza en Vitoria-Gasteiz.
A quien, de momento, mejor le están yendo las cosas es a Álex Sola. Aun con varios altibajos, el donostiarra dejó muy buenas actuaciones como babazorro y, aunque las mismas no le sirvieron para seguir en la Real Sociedad, sí que le permitieron encontrar sitio en el Getafe, donde firmó hasta 2027. A las órdenes de José Bordalás, ha sido titular en los cuatro partidos que han disputado los azulones -les aplazaron el duelo de la tercera jornada-.
Giuliano Simeone, por su parte, apenas está participando con el Atlético de Madrid, si bien su papel podría cambiar ahora que arranca la Champions League y, por ende, el Cholo se verá obligado a hacer más rotaciones. El argentino, cuya vuelta al Alavés estuvo sobre la mesa casi todo el verano -hasta que lo reclamó su padre-, ha jugado un total de 20 minutos, siempre como revulsivo.
En una situación similar está Samu Omorodion, que ha salido desde el banquillo en las dos últimas citas del Oporto. La gran diferencia es que, a priori, el melillense está llamado a hacerse un sitio en el once, sobre todo si continúa marcando goles decisivos, como hizo el pasado fin de semana ante el Farense. Su verano, eso sí, no ha sido nada fácil: sonó para seguir como colchonero, luego para marcharse al Chelsea y, finalmente, acabó en Portugal.
El principal damnificado, al menos hasta el momento, por el cambio de aires es Rafa Marín. Abandonó el Real Madrid, que mantiene una opción de recompra, rumbo al Napoli y aún no ha podido debutar en encuentro oficial, y eso que los italianos, dirigidos por el mítico Antonio Conte, juegan con tres centrales. No hace falta recordar la importancia, en este momento de su carrera, de acumular el mayor número de minutos posible.
Hagi, por último, tampoco ha jugado a su regreso al Glasgow Rangers y, al no haber encontrado un nuevo destino, los escoceses lo han dejado directamente sin dorsal.