Ernesto Valverde ha hecho del Athletic un equipo equilibrado que tiene sus señas de identidad muy bien definidas. Entre ellas se encuentran su fiereza en la presión, la capacidad para apenas conceder ocasiones en su área y, en especial, un vertiginoso ritmo en ataque. 

Precisamente los abanderados de los ataques volcánicos son los hermanos Williams, Iñaki y Nico, quienes se postulan como la principal amenaza para la zaga vitoriana.

Iñaki, el mayor de los hermanos, ya suma en liga nueve goles y tres asistencias. El internacional con Ghana está inmerso en el punto más maduro de su carrera y así lo demuestra con su aparición en los momentos más decisivos. Fue el autor del gol de la victoria frente al Barcelona en Copa y también tuvo un papel decisivo en las semifinales ante el Atlético de Madrid

Se trata de uno de los grandes peligros del Athletic que, además, se encuentra a tan solo cuatro goles de igualar su mejor registro personal en el campeonato doméstico. Lo consiguió en la campaña 2018-19, cuando firmó 13 dianas en liga y otras dos en Copa. El año pasado marcó diez goles y, por lo tanto, Iñaki está a un solo tanto de empatar su marca anterior.

Iñaki Williams defiende un balón ante el Alavés. Jorge Muñoz

Eso sí, uno de los motivos de su notable temporada se encuentra en la recolocación de las piezas del engranaje de Ernesto Valverde. La irrupción de Guruzeta como punta le ha llevado a Iñaki Williams a ocupar el extremo derecho, donde se desenvuelve con mayor soltura al espacio de la zaga rival. 

Más allá de su acierto de cara a puerta, el extremo rojiblanco es capaz de generar peligro con acciones a pocos pases. Tiene suficiente con una carrera al espacio para dar la constante sensación de amenaza, por lo que Javi López deberá estrechar la vigilancia sobre su figura. 

LA EXPLOSIÓN DE NICO

Su hermano pequeño, Nico, se ha consolidado definitivamente como uno de los futbolistas con mayor proyección de LaLiga. El desequilibrante extremo navarro, de tan solo 21 años de edad, acumula seis goles y 12 asistencias entre el campeonato doméstico y la Copa. 

Unas cifras que, como es lógico, han suscitado el interés de los equipos más poderosos del Viejo Continente, sobre todo procedentes de la Premier League. No en vano, la entidad de Ibaigane blindó recientemente a su perla hasta 2027 y una cláusula de rescisión que no se llegó a hacer pública debido a “la política del club”, aunque diversas fuentes la sitúan en 50 millones de euros.

Nico Williams celebra uno de sus goles con el Athletic. Luis Tejido

De este modo, el Athletic reúne entre sus filas a dos velocistas de altísimo peligro en sus dos costados. Nico Williams, por la izquierda a pierna cambiada, e Iñaki Williams, por el carril contrario, serán dos exigentes piedras de toque para los laterales babazorros. 

Además del peligro de los hermanos, el conjunto vizcaíno también sitúa en la mediapunta a Oihan Sancet, un futbolista indetectable en los espacios y capaz de hacer sangre al espacio pese a que últimamente no atraviesa su mejor momento. 

Así lo demostró en el encuentro correspondiente a la primera vuelta. Sancet, autor del definitivo 0-2, desplegó su versatilidad en un encuentro donde el Alavés no fue capaz de frenar su clarividencia al espacio. Si bien no ha visto portería desde el pasado mes de noviembre, el mediapunta navarro constituye otra amenaza más para una defensa de Luis García que se verá exigida en el feudo bilbaíno.

UN DESAFÍO A LA ALTURA

Así las cosas, pocas dudas quedan acerca de que el desafío del Deportivo Alavés en su próxima visita a San Mamés es de altura. El Glorioso ha encajado tres goles en los últimos cinco compromisos, un cerrojo que se ha de mantener en la recta final del curso. 

Eso sí, el conjunto vitoriano calibrará este sábado su estado de forma ante uno de los rivales más poderosos de la competición. El Athletic de Ernesto Valverde, que aspira a ocupar los puestos de Champions League, solo ha caído en su feudo frente al Real Madrid y constituye una verdadera prueba de madurez para un equipo, el vitoriano, que ya acaricia la permanencia.