El Deportivo Alavés quiere prolongar su extraordinario estado de forma a partir de las 18.30 horas de este sábado en el trascendental duelo ante el Barcelona.

El conjunto vitoriano, imparable en el campeonato doméstico durante el mes de enero, recibe a un rival cariacontecido y que se aferra tanto al milagro de la Champions League como a ocupar la vacante entre los cuatro primeros en liga como el salvavidas de un curso en el que ya ha dicho prácticamente adiós a la conquista del título liguero.

Lo cierto es que el Glorioso afronta la 23ª cita de la temporada inmerso en una situación que era la soñada al comienzo del curso. Los de Luis García se encuentran en la zona media de la clasificación y no solo atesoran una cómoda ventaja de diez puntos respecto al descenso, sino que reciben al Barcelona con la moral fortalecida tras certificar tres triunfos consecutivos. 

Guevara trata de driblar a Gundogan, durante el duelo de la primera vuelta disputado en Montjuic Redacción DNA

El salto de madurez resulta exigente para el Deportivo Alavés, que tras derrotar a sus rivales directos en la maratón de enero, arranca el mes de febrero con un duelo crucial frente a un rival perteneciente la zona noble.

Y es que en Mendizorroza aterriza este sábado un Barcelona nutrido de futbolistas diferenciales, pero debilitado anímicamente tras los severos correctivos sufridos en apenas dos semanas. 

No lo es menos para el Glorioso, pues los tres puntos junto al calor de Mendizorroza brindarían un espaldarazo clasificatorio sin igual para ampliar todavía más el margen con la zona roja. Eso sí, el clima de alta tensión que se respira en Can Barça hace presagiar un duelo de alto voltaje.

El delantero del Alavés Samuel Omorodion (i) pelea un balón con el defensa del Barcelona Jules Kundé Alejandro García

El partido de ida en Montjuic bien puede servir como un precedente para el conjunto vitoriano. El Alavés rubricó una primera parte titánica en la que sometió al anfitrión a través de la disciplina táctica y rápidas transiciones y tuvo en sus manos la posibilidad de lograr una hazaña. 

Sin embargo, el cuadro babazorro pagó muy caro su falta de acierto y al Barça le bastó con un par de chispazos de Lewandowski para remontar al pujante conjunto albiazul tras el intermedio. 

Tendencias muy distintas

Ahora bien, desde aquel enfrentamiento en el pasado mes de noviembre, no hay duda de que el Deportivo Alavés ha evolucionado en cuanto a sensaciones, juego y créditos en la clasificación. Además, los de Luis García han recuperado su olfato goleador y buena prueba de ello son sus siete dianas en los últimos tres choques de liga.

El Alavés ha logrado el equilibrio entre todas sus líneas gracias a la continuidad de la guardia pretoriana de Luis García. El técnico madrileño ha apostado por un once con pocas novedades en las últimas jornadas y con la única rotación en demarcaciones como la punta de ataque o el pivote.

Kike García, que no podrá ser hoy de la partida por unas molestias físicas, y Samu Omorodion se han encargado, por méritos propios, de encarecer la lucha por el nueve, una situación similar a la del puesto del pivote posicional entre Benavídez y Blanco con clara ventaja para el cordobés.

Opciones para la banda derecha

Quienes tampoco podrán jugar ante el conjunto culé son el sancionado Gorosabel, cuyo hueco en la banda derecha podría ocuparlo Sola o Tenaglia, y Carlos Vicente, también con alguna molestia. Para cubrir el hueco en el extremo derecho, Luis García Paza maneja varias alternativas como situar a Sola, Hagi o Alkain. 

 La principal amenaza de la escuadra de Xavi se encuentra en el último tercio. El cuadro culé, que apuesta firmemente por la cantera dada la compleja situación económica, cuenta con la irrupción de Lamine Yamal, quien pese a sus 16 años es el futbolista más desequilibrante del Barcelona. 

El extremo zurdo ha emergido en una situación crítica y ha asumido todas las responsabilidades en el ataque durante las últimas semanas en compañía de un Ferrán Torres más atinado de cara al gol.

En definitiva, el Alavés tiene entre manos la posibilidad de mostrar sus credenciales en un escenario de grandes focos y propinar otro golpe sobre la mesa. El conjunto vitoriano, en la cresta de la ola durante este comienzo del 2024, persigue su cuarto triunfo consecutivo en liga y alejar ya definitivamente los últimos fantasmas que le persiguen de cara a la lucha por la permanencia.