El año pasado teníamos cuatro y ahora solo uno. Debemos encontrar otro especialista a balón parado”. Así, conciso y claro al término de la derrota en Cádiz, explicó Luis García cuál es una de las necesidades que requiere cubrir el Deportivo Alavés antes de que, dentro de dos semanas, se cierre el mercado. En la actualidad, su único lanzador es Rubén Duarte, cuando hace unos meses tenía también a Salva Sevilla, Toni Moya y Jason. 

Y esa carencia no es ninguna nimiedad. Pese a que todas las miradas apuntan a la llegada de varios hombres que refuercen la profundidad, mordiente y calidad de la parcela ofensiva, es un error obviar que las acciones de estrategia, sobre todo en equipos como el Glorioso, son igual de importantes que, por ejemplo, la capacidad de un extremo para superar al lateral o la de un delantero a la hora de buscarse el mejor sitio de cara a rematar. 

Ya lo fue la temporada pasada en Segunda División, donde el balón parado dio bastantes puntos al Alavés –cómo olvidar el golazo de Jason contra el Real Zaragoza–, pero aún más puede serlo en Primera. No hay ningún lugar en el que los detalles marquen tanto la diferencia como en la élite, tal y como pudo comprobarse este lunes en el Nuevo Mirandilla. Allí, sin ser inferiores, a los babazorros se les escapó un punto en una acción de este tipo.

Cabe recordar, además, que la estrategia fue una vía muy productiva para el Alavés en su anterior etapa en la máxima categoría. Futbolistas como Ibai Gómez o Lucas Pérez, entre otros, demostraron un talento en la ejecución de las faltas y los saques de esquina que sirvió al club babazorro para llevarse varios partidos que, de otra manera, hubieran acabado en empate o con un resultado adverso. Es decir, fueron completamente decisivos.

Ahora bien, al igual que aprovechar el balón parado en ataque es una virtud, defenderlo mal también es un problema. Pudo verse, como ya se ha comentado, en el duelo ante el Cádiz, quien puso el 1-0 por medio de Fede San Emeterio, y es algo que puede repetirse en el futuro, pues el gaditano no es el único conjunto fuerte en este sentido. Hay varios y, curiosamente, muchos de ellos son rivales directos por la permanencia.