Las Gloriosas obtuvieron un buen resultado en su visita de este domingo al Cacereño en el choque de ida del 'play off' de seminales en busca de una plaza en la Liga F.
El empate a 2 goles con el Cacereño pone de cara el billete para la gran final, donde puede esperar previsiblemente el DUX Logroño, que en el primer asalto de la otra semifinal se ha impuesto por 3-1 al SE AEM.
Las albiazules se adelantaron por dos veces en el marcador por mediación de Manoly y Tere, esta última de penalti. Sin embargo, no pudieron conservar su ventaja y el empate local llegó en el minuto 82 por mediación de Adela tras el rechace de otra pena máxima que Laura había parado en primera instancia.
"Ha sido un partido muy competido en un campo donde ningún equipo había ganado en la fase regular. Hemos competido muy bien y nos vamos con esa rabia de no haber sacado un resultado mejor tras ponernos dos veces por delante en el marcador. Estoy contenta porque hemos sacado mucha garra y tuvimos las cosas claras. En el partido anterior no tuvimos un rendimiento así y ahora nos queda preparar bien la vuelta en Ibaia", valoró la entrenadora Andrea Esteban tras el choque.
Pese a la virtud de haber superado el duelo en campo contrario sin rémora en el resultado de cara a la vuelta en Ibaia, las tablas finales no fueron del todo satisfactorias para las Gloriosas, que por dos veces se adelantaron en el marcador pero siempre vieron cómo las extremeñas igualaban su ventaja.
Salieron bien las vitorianas, que no tardaron en hacerse con las riendas del juego y en instalarse en campo contrario. Sin embargo, la primera ocasión clara para cambiar los guarismos iniciales fue de las locales, en un remate de Sara Rubio que Laura Martínez salvó con una mano providencial.
El susto no cambió la tónica del partido, el Alavés siguió mandando sobre el césped y tres minutos después lo tradujo en el primer gol de la tarde. Corría el minuto 13 cuando un balón colgado al área lo cazó de cabeza Manoly Baquerizo para sellar un certero remate ante el que nada pudo hacer la portera Delia Baz.
Tras el 0-1, el partido se embarulló en el centro del campo, donde nadie ganó la batalla por someter al rival. Los minutos pasaron sin más novedades en la hoja de incidencias que la media docena de tarjetas con las que la colegiada asturiana Florencia Muñoz di Giovambattista trató de controlar un partido que no escondió lo mucho que hay en juego en estas eliminatorias. Un balón servido por Inés Altamira al que no llegó por muy poco Sanadri fue lo último peligroso por parte vitoriana en el primer tiempo.
Ambición local
El paso por los vestuarios no cambió en exceso la decoración del partido, si bien con el paso de los minutos y la entrada en el carrusel de cambios el Cacereño fue dando muestras de mayor ambición en ataque que en la primera mitad. Lo refrendó al paso por el cuarto de hora de la reanudación, cuando un ataque de las locales terminó con un potente remate de Sara Rubio que alojó el balón en las mallas.
"Hemos competido muy bien y nos vamos con esa rabia de no haber sacado un resultado mejor tras ponernos dos veces por delante en el marcador. Estoy contenta porque hemos sacado mucha garra y tuvimos las cosas claras"
Nada más recibir el empate, Andrea Esteban movió pieza y dio entrada a Tere Morató, cuyo impacto en el partido fue inmediato. A los cuatro minutos de estar en el campo casi convierte en gol la primera ocasión del aque dispuso, y dos después fue protagonista por partida doble del segundo gol albiazul. La andorrana fue objeto de un penalti, ella misma asumió la responsabilidad del lanzamiento y lo transformó para volverle a dar la delantera en el marcador a las Gloriosas.
Ya dentro del último cuarto de hora el Alavés tuvo cerca del tercer gol en un remate acrobático de Manoly Baquerizo, que impactó el balón de tacón y en el aire y a punto estuvo de firmar un auténtico golazo.
Pero como reza el tópico, de lo que pudo ser un 1-3 que hubiera sido media sentencia de la eliminatoria se pasó al 2-2. A diez minutos del final la árbitra pitó el segundo penalti del partido, esta vez favorable al Cacereño. Lo lanzó Adela Rico, Laura Martínez lo detuvo en primera instancia pero el rechace le cayó otra vez a Adela, que a la segunda no perdonó.
Esta vez ya nadie cambió el empate, un resultado que deja con vida a un Cacereño que estuvo dos veces contra las cuerdas y que obligará al Alavés a no fallar en casa para ganarse el acceso a la final por el ascenso.