La reciente visita al Ciutat de València, donde el Deportivo Alavés consiguió el ascenso a la máxima categoría, fue la última muestra de lo importante que había sido el fútbol base durante la campaña 2022-23. Allí, en Orriols, hasta seis canteranos –sin contar a Panichelli– formaron parte de la convocatoria. Algo impensable hace no mucho y que, como dijo Sergio Fernández el pasado lunes, debe ser el camino a seguir del club babazorro.

Ese salto definitivo al primer equipo, como el que han dado Abqar, Javi López o Abde, no va a ser tan accesible esta temporada, pues no es lo mismo competir en Primera que en Segunda División, pero, aun y todo, Ibaia tiene argumentos para seguir aportando talento joven a la plantilla de Luis García. Solo hay que analizar, si se quiere comprobar lo anterior, el gran curso que ha realizado el Miniglorias a las órdenes de José Manuel Aira. 

Pese a que todavía se desconoce qué canteranos harán la pretemporada con el técnico madrileño, sí es posible destacar a varios que, con su rendimiento, se han ganado la oportunidad de probar su valía. Este es el caso, por ejemplo, de Adrián Rodríguez, cuya evolución durante este último año ha sido espléndida. El mallorquín es ya el tercer portero del Alavés y, aunque defiende la meta del filial, entrena habitualmente con el grupo.

Unai Ropero, durante un partido del 'Miniglorias'. Josu Chavarri

Justo delante de él, en el centro de la zaga, la labor de Imanol Baz y Stephane Keller ha brillado sobremanera. El gasteiztarra, con su fortaleza defensiva y liderazgo, ha vuelto a demostrar por qué es el capitán del Miniglorias y el camerunés, por su parte, ha recuperado las sensaciones positivas que había dejado, y que le llevaron a debutar en la élite, antes de su grave lesión en el ejercicio 2021-22. Su superioridad física es, cuando menos, imponente

Otro de los integrantes de la retaguardia que tiene opciones de formar parte de la pretemporada del primer equipo es Eneko Ortiz. De menos a más durante el curso, el lateral zurdo mirandés ha superado el notable tanto en la faceta defensiva como ofensiva del juego, convirtiéndose en uno de los insustituibles de Aira. Su progresión y regularidad, no destaca por alardes, meten presión a Javi López, de quien se espera un paso al frente en la 2023-24. 

Ya en la sala de máquinas, Tomás Mendes y Selu Diallo han manifestado con su juego que la Segunda RFEF se les queda pequeña. El primero de ellos no necesita presentación, pues se le señala desde hace tiempo como una de las perlas de Ibaia gracias a su inteligencia sobre el césped y técnica con el balón, y el segundo ha irrumpido a lo grande por medio de su capacidad de todoterreno. Abarca muchísimo campo y no duda en llegar al área rival.

Finalmente, en el ataque, los más destacados del Miniglorias han sido José De León y Unai Ropero, a los que también se les puede sumar el delantero Maroan, si bien, aunque ha dejado detalles interesantes, todavía necesita experiencia. El extremo dominicano reluce por su facilidad para desbordar a los laterales rivales y el gasteiztarra, con ofertas de Primera RFEF sobre la mesa, alberga una polivalencia muy útil en cualquier equipo. 

LOS CEDIDOS

Por otro lado, son dignos de mención los canteranos que, pese a no jugar con el filial babazorro esta temporada, sí han rendido en otras escuadras. Este es el caso de Víctor Parada, indiscutible en el Real Unión, y Alan Godoy, refuerzo idílico del Atlético Sanluqueño en el último mercado invernal. Gio Gagua, por su parte, no ha brillado en exceso en Irún, pero si lo está haciendo en el Europeo sub-21, donde compite con Georgia. 

Ese camino, el de las cesiones, puede ser una vía a explotar esta temporada. Al estar el Alavés en la élite, el salto entre el primer equipo y el filial es demasiado grande y, en el caso de algunos jugadores, la mejor solución para no ralentizar su progresión será cederlos a Segunda o Primera RFEF. Álex Balboa, por ejemplo, es uno de esos albiazules a los que les vendría genial sumar minutos en una categoría tan exigente como la de plata.