El Alavés se mantiene vivo en la encarnizada lucha por lograr el ascenso. Pese a no superar el empate en el reciente compromiso ante el Granada, ninguno de los aspirantes ha logrado alejarse en la tabla y es por ello que los primeros cinco equipos están separados por dos puntos. Esta corta distancia obliga al Glorioso a no fallar en su visita al Carlos Belmonte ya que, de no lograr la victoria en territorio manchego, las posibilidades de regresar a la máxima categoría por la vía rápida se reducirían drásticamente. 

A la espera, eso sí, de disputar la próxima final anticipada, la realidad es que el conjunto babazorro tiene muy definido su once inicial. Luis García, que cuenta con dos ascensos a Primera en su currículo, ha apostado en la recta final del curso por una serie de jugadores que han obligado a dejar a otros compañeros fuera de la ecuación. El caso más llamativo es el de Sylla, que en los últimos cinco partidos apenas ha sumado un total de 50 minutos. Una cifra muy escasa dado su promedio goleador y, sobre todo, teniendo en cuenta la falta de acierto de los arietes babazorros. De hecho, el senegalés ha visto portería en cinco ocasiones, una más que Miguel y dos más que Villalibre. 

En la zona de tres cuartos también se encuentran otros futbolistas que no han dispuesto del protagonismo deseado. Alkain, un jugador de banda que durante su último curso con la Real Sociedad B demostró su capacidad para sumar goles, apenas ha trascendido en los planes babazorros durante las últimas jornadas. El sector derecho ha estado a cargo de Jason y Rober, por lo que el guipuzcoano se ha visto relegado a un segundo plano. El de Alkain es un ostracismo sorprendente ya que fue un pilar indiscutible durante la primera vuelta y porque suma cuatro tantos con la elástica albiazul. Su última titularidad data del duelo ante la Ponferradina del pasado 18 de marzo y, desde entonces, no ha vuelto a ser de la partida. 

Abde, por su parte, es otro futbolista que no ha sido capaz de derribar el muro de la titularidad. En su caso particular, la realidad es que le ha tocado competir mano a mano por un puesto con Rioja, el jugador más determinante de los babazorros. El argelino, un perfil de extremo más desequilibrante y desatascador, fue titular por última vez en el triunfo ante el Racing del pasado 21 de enero. Un partido en el que demostró su espíritu encarador y en el que estuvo cerca de ver portería. Cabe recordar que su papel de revulsivo brindó al Glorioso un triunfo básico en el choque ante el Burgos.

Variedad en la medular

La sala de máquinas es una zona del campo en la que Luis García cuenta con numerosas variantes. No obstante, Moya y Benavídez no han podido hacerse con un hueco en el once de cara a esta recta final del curso. El centrocampista extremeño dio un paso al frente durante el mes de febrero y marzo, cuando el Alavés logró una excelente racha para recortar puntos con los primeros clasificados. Sin embargo, su última titularidad se dio en el triunfo ante el Tenerife y, desde entonces, ha asumido un papel de revulsivo. 

Benavídez, mientras tanto, se ha visto penalizado por sus dolencias físicas. El uruguayo se erigió en el inicio del curso como una grata sensación de los babazorros y fue un auténtico pulpo en la sala de máquinas. La llegada de Blanco y el poso de Salva han mermado las apariciones del de Montevideo, que suma 25 minutos en los últimos cinco compromisos ligueros.

En lo que corresponde a la defensa, no hay duda de que el madrileño también mantiene la línea de cuatro muy definida. Tenaglia es indiscutible en el lateral derecho, lo que ha llevado a Arroyo a no disponer del protagonismo deseado. El eje de la zaga, por su parte, corresponde a Sedlar y Abqar, pero Laguardia ha cumplido con nota cuando ha tenido que reemplazar a alguno de sus compañeros. El lateral izquierdo, mientras tanto, cuenta con el oficio de Duarte y con un Javi López que apunta a la titularidad ante el Albacete por la expulsión del almeriense.