Tras la salida de Martin Aguirregabiria, sumada a la marcha de Manu García durante la pasada temporada con destino al exótico fútbol chipriota, puede producirse un hecho noticioso a partir de ahora dentro del vestuario de Mendizorroza. Y es que el Alavés de Luis García Plaza afrontará la próxima temporada sin un futbolista gasteiztarra entre sus filas. Un hecho que no se producía desde la campaña 2006-07, en la que no hubo ningún vitoriano en aquella plantilla conformada, entre otros, por nombres muy recordados como Edu Alonso, Toni Moral, Martín Astudillo, Mehdi Lacen o John Aloisi.

Durante los últimos años han sido varios los futbolistas vitorianos que han aportado un extra de motivación, pundonor y, sobre todo, sentido de pertenencia al conjunto de Mendizorroza. Pablo Gómez, por ejemplo, fue uno de los emblemas gasteiztarras en la época más gloriosa del Alavés, en la que rozó la gloria de la extinta Copa de la UEFA ante el Liverpool.

Años más tarde y poco después de sufrir los estragos de la pésima gestión de Piterman, en la temporada 2007-08, Iñigo Kalderon e Igor Martínez fueron los encargados de poner la rúbrica al arraigo hacia los colores azul y blanco en un equipo que se salvó sobre la bocina tras remontar a la Real Sociedad en el feudo babazorro cuando peor pintaban las cosas.

Nacho Garro, Óscar de Marcos, Iñigo Calderón, Iñigo Martínez y César Caneda coincidieron en el Alavés en 2009 ALEX LARRETXI

Esa tónica tendría continuidad en los años siguientes, aunque casi siempre con cuentagotas. Varios gasteiztarras formaron parte del primer equipo del Alavés como, por ejemplo, Sergio Llamas o Einar Galilea. Los dos futbolistas dieron el salto del filial al primer equipo y, además, formaron parte del inolvidable ascenso a Primera el curso 2015-16 de la mano de José Bordalás. Sin embargo, las oportunidades para ambos en Vitoria fueron más bien escasas y tuvieron que hacer las maletas para seguir disfrutando del fútbol.

Ahora bien, el futbolista gasteiztarra que mayor impacto ha generado en la historia más reciente del Glorioso no es otro que Manu García. El histórico capitán recaló en las filas babazorras cuando el club peleaba en el barro de la Segunda División B y fue partícipe de momentos clave como el ascenso a Segunda, la milagrosa salvación en Jaén, el mágico choque en Lasesarre ante el filial del Athletic e incluso el primer gol del Alavés tras ascender a Primera División en el Vicente Calderón merced a aquel derechazo desde más de 30 metros. En las situaciones más críticas fue cuando, precisamente, Manu García asumió un papel trascendental en el vestuario para unir al equipo y rescatarle de situaciones angustiosas.

Martin y Manu durante un entrenamiento en Ibaia Redacción DNA

SE BUSCAN HEREDEROS

Después de que el club desestimara la opción de ofrecer la renovación a Martin, que apunta ahora al fútbol británico tras haber recogido la pasada temporada el testigo de Manu en el vestuario dando el salto desde las categorías inferiores hasta el fútbol profesional, se buscan herederos para seguir esta tradición de los vitorianos en el Alavés.

La vacante a la hora de convertirse en un referente para la afición albiazul está libre y algunos jóvenes están llamando a la puerta del primer equipo. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, promesas hambrientas de gloria como Imanol Baz, Unai Ropero y Alex Balboa. Tres futbolistas con gran protagonismo en la pasada temporada del filial y que, además, han recibido la llamada de Luis García para participar en la pretemporada del primer equipo que comienza oficialmente este lunes.

Imanol Baz, el capitán del filial, elogió el pasado viernes después de someterse a las pruebas médicas el periplo de Martin Aguirregabiria en el Glorioso. “Es un ejemplo para todos los que soñamos con defender la camiseta del Alavés. Martin ha dejado el listón muy alto y nuestra labor ahora es trabajar al máximo para intentar conseguir lo mismo que él”, aseguró el zaguero.

El adiós de dos futbolistas gasteiztarras como Martin y Manu genera ahora una situación casi inédita ya que el Alavés ha contado siempre durante los tres últimos lustros con algún futbolista de casa. De cara a certificar el objetivo del ascenso, la unión del vestuario será clave con el fin de mantener a raya a todos los contrincantes. Dado que otros ilustres del equipo babazorro como Pacheco y Laguardia tienen su futuro en el aire, tendrán que ser los nuevos fichajes o algún integrante de la vieja guardia quien desempeñe el rol de líder y tire de carro si las cosas vienen mal dadas.