El Deportivo Alavés y Fernando Pacheco han conformado un matrimonio sólido durante siete largos años que, con el traumático descenso albiazul a Segunda División, se encuentra condenado a la ruptura. Las dos partes son conscientes de que, antes o después, deberán separar sus caminos por un beneficio propio. Sin embargo, el problema de fondo reside en la forma de rescindir un contrato que vence en 2023 y que por razones obvias no se verá ampliado.

Por un lado, el club del Paseo de Cervantes es consciente de que debe aligerar masa salarial al quedar reducidos sus ingresos en la categoría de plata y puede obtener alguna contraprestación económica por un jugador que dentro de un año queda libre. En el caso del portero, que desea emprender un nuevo reto profesional lejos de Vitoria, sus preferencias pasan ineludiblemente por encontrar un equipo que le permita seguir en la élite futbolística.

Ante dos posiciones que en el fondo convergen con cierta claridad, se trata de encontrar un acuerdo por el camino que deje satisfecho a todo el mundo y suponga el final del ciclo de Pacheco en Vitoria. Los 253 partidos del pacense defendiendo la elástica albiazul obligan a una salida digna y, si se puede, por la puerta grande. Teniendo en cuenta su carisma, su ascendencia entre la afición y su importancia en una de las etapas más doradas del Alavés a lo largo de su historia, cualquier otra cosa sería algo sorprendente.

De momento, y según ha confirmado este periódico, la salida de Pacheco se encuentra en punto muerto. Salvo sorpresa, el culebrón tiene visos de ir para largo ante el firme deseo del Alavés de obtener una contraprestación económico a su marcha y la falta de propuestas por sus servicios, algo que ya desveló Sergio Fernández en la reciente presentación de Salva Sevilla.

Pese a que el descenso ha supuesto la consiguiente pérdida de caché para todos los integrantes del equipo, el portero de 30 años se mantiene como uno de los mejores activos del club babazorro. Su intachable trayectoria a lo largo de los cursos anteriores, plagados de intervenciones espectaculares, hace que no vayan a existir facilidades a la hora de dar luz verde a su salida.

En un mercado estival que vive ahora sus primeros pasos pero donde algunas porterías de Primera están quedando libres, ningún club se ha puesto en contacto con el Alavés para trasladarle una oferta formal por el extremeño, que aguarda pacientemente acontecimientos. Más allá de los sondeos habituales para interesarse por su situación, no hay nada claro a estas alturas, aunque es evidente que varias porterías tienen ya necesidades urgentes y eso puede favorecer los deseos del Alavés y del propio Pacheco de acordar una salida satisfactoria.

Lógicamente se precisa que un tercer actor aparezca en escena para conseguir avances en este culebrón. El Mallorca fue uno de los primeros en interesarse por la situación del todavía portero albiazul, aunque la lista de aspirantes está creciendo en los últimos días con el Getafe, el Espanyol y el Celta amenazando con posicionarse por sus servicios.

El conjunto del sur de Madrid, el más interesado en este instante y que según medios madrileños ya tiene un acuerdo con Pacheco, necesita un guardameta que discuta la titularidad a David Soria. Sin embargo, de momento se niega a pagar un traspaso. Mientras tanto, en el RCDE Stadium también suspiran por un portero de garantías toda vez que Diego López no seguirá en tierras catalanas tras seis temporadas. Dos equipos susceptibles de acoger entre sus filas a Pacheco, aunque otra cosa es que estén dispuestos a poner dinero encima de la mesa para intentar reclutarle.

Si el extremeño, como así parece, termina haciendo finalmente las maletas, Sivera y Owono apuntan a defender la portería alavesista en la temporada 2022-23, aunque tampoco es descartable la idea de acudir al mercado en busca de otro guardameta que eleve la competencia.