De extrema necesidad. Instalado en los puestos de descenso y aun sin conseguir una victoria en el año natural, el Glorioso afronta este martes a partir de las 20.00 horas ante un crecido Betis la oportunidad para aliviar su delicada situación y coger aire en la clasificación. Sin embargo, no será un duelo sencillo el que vivirán los pupilos de Mendilibar en el Villamarín. Quizá el mes de enero puede ser el más complejo por la talla de los rivales -Real, Athletic, Betis y Barça- pero no por ello es imposible lograr un punto de inflexión.
Y es que el conjunto comandado por Manuel Pellegrini se encuentra en un estado de forma idóneo, quizá anímicamente en el mejor de lo que llevamos de temporada. Pero eso mismo puede suponer una mala jugada para el cuadro verdiblanco, que se encuentra agrandado tras imponerse al Sevilla en Copa.
De hecho, las horas previas al choque liguero entre el Alavés y Betis han estado mediatizadas por el bochornoso episodio vivido el pasado sábado en el feudo blanquiverde tras la agresión de un aficionado a Jordan y el posterior billete copero del rival albiazul para cuartos en la Copa.
No obstante, en lo que a la clasificación se refiere la realidad es que el Glorioso ha dado un paso atrás. Los equipos con los que se jugará la permanencia han apretado las tuercas en las últimas fechas y, de este modo, han aumentado la brecha respecto a los puestos de descenso.
El Elche acumula siete puntos de nueve en las últimas jornadas y el Getafe, pese a caer derrotado ante el Sevilla, permanece un punto por delante del conjunto gasteiztarra. Y esa misma dinámica positiva de los rivales directos puede generar cierto nerviosismo en Mendizorroza, porque el Alavés no ha ganado en el campeonato doméstico desde el 6 de noviembre ante el Levante. Una sequía preocupante que obliga a una reacción inmediata.
En materia de bajas, el Betis perderá por sanción a Alex Moreno, el titular indiscutible en el lateral zurdo. Además, el hecho de que Pellegrini apostase por un once titularísimo ante el Sevilla puede derivar en ciertas rotaciones para el duelo ante el Alavés. Por otro lado, en lo que al Glorioso se refiere, a las bajas de Ximo y Loum se le sumará la de Lejeune, que debido a la acumulación de tarjetas no viajará a Sevilla.
CONTINUIDAD EN EL ONCE
Por tanto, si los test de última hora no trastocan los planes, lo previsible es que Mendilibar ponga toda la carne en el asador. Afianzado en el 4-4-2, Laguardia y Miazga forman la pareja de centrales más sólida hasta el momento. De hecho, el zaguero norteamericano se mostró solvente en el último duelo y no sería de extrañar que le ganase la partida a Lejeune en el futuro.
Poniendo el foco en los laterales, Duarte continúa inamovible en el carril zurdo y, pese a que Tenaglia apunta a asumir un rol importante en el equipo, no lo podrá hacer ante el Betis ya que aún no está inscrito. Respecto al resto del equipo, a Mendilibar le ha funcionado la dupla formada por Joselu y Miguel, y el eje del campo es compacto con Escalante y Moya. Respecto a los extremos, Rioja es una pieza clave en el sector izquierdo y la continuidad de Jason en el derecho es una de las bazas de Mendilibar.
En definitiva, no cabe duda de que el tren para recortar distancias al Elche pasa por lograr los tres puntos en el Villamarín. No será una piedra fácil en el camino de Mendilibar, pero los precedentes invitan ligeramente al optimismo. Y es que los últimos seis duelos del técnico de Zaldibar ante el Betis se han saldado con cuatro empates y dos victorias, por lo que se podría decir que el vizcaíno le tiene tomada la medida al Betis.