Luis Rioja

En un encuentro en el que prácticamente ningún integrante del equipo alcanzó el aprobado, las internadas del sevillano fueron las únicas vías para crear peligro del Alavés.

Iván Martín

Calleja le concedió la titularidad en la banda derecha y desaprovechó por completo la oportunidad. Sin presencia en el juego y con muchas pérdidas. Cambiado al descanso.

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Mendizorroza 8.176 espectadores.

Árbitro Hernández Hernández (canario).

Alavés

31. Owono; 2. Tachi; 26. Abqar; 21. Martín; 12. Saúl; 6. Loum (46'); 14. Manu García (63'); 18. Pellistri (46'); 35. Godoy; 10. Guidetti (63'); 24. Miguel de la Fuente (76').

Osasuna

13. Juan Pérez; 4. Unai; 6. Oier (71'); 9. Chimy Ávila (81'); 12. Jaume (88'); 15. Ramalho; 16. Cote; 17. Budimir; 19. Ontiveros; 21. Iñigo Pérez; 22. Rober Ibáñez (88'); 28. Javi Martínez (81').

0-1, minuto 22: David García. Rubén García bota un córner, David García le gana la partida a Pina en el segundo palo y conecta un cabezazo que Sivera no puede atajar.

0-2, minuto 29: Roberto Torres, de penalti. El capitán rojilla transforma la pena máxima señalada por mano de Toni Moya.

Amonestó a Laguardia (minuto 12), Toni Moya (Minuto 27), Rubén Duarte (minuto 28), Roberto Torres (minuto 31), Ximo Navarro (minuto 69), Locas Torró (minuto 72) y Manu Sánchez (minuto 82).

Once inicial condicionado Javier Calleja había confirmado el viernes la baja de Edgar Méndez por un esguince de rodilla pero a esta importante ausencia se unieron por sorpresa ayer las de Fernando Pacheco y Lejeune, con molestias en el codo y el tobillo respectivamente. Bajas que condicionaron de manera muy importante el once inicial albiazul..

Sin reacción Uno de los mayores problemas que presenta el Alavés es su incapacidad para reponerse cuando la situación se le complica. Algo que volvió a resultar evidente ayer, cuando el gol de Davis García mandó al 'Glorioso' a la lona y le sacó del partido.

- Un túnel interminable y sin salida a la vista. Esa es la peligrosa ubicación en la que se encuentra un Deportivo Alavés que continúa sin ofrecer el más mínimo signo de recuperación y ayer encajó su cuarta derrota del curso. Cuatro de cuatro. Un doloroso pleno negativo en todas sus comparecencias hasta el momento que deja muy tocado al conjunto gasteiztarra, que apenas fue capaz de sostener el pulso ante Osasuna un cuarto de hora.

El derbi arrancó con una nueva revolución en el once inicial albiazul, que presentaba nada menos que siete cambios respecto a la última comparecencia liguera. Algunos obligados por las lesiones pero otros por decisión de Javi Calleja. De esta manera, por ejemplo, Toni Moya, Iván Martín y Sylla se estrenaron como titulares dando aire fresco a los renovados centro del campo y delantera. Pina, Rioja y Joselu les acompañaban en estas zonas, mientras que la retaguardia quedaba para Ximo, Miazga, Laguardia y Duarte protegiendo a Sivera.

Pese a su delicada situación y los muchos contratiempos de última hora, el Alavés trató de arrancar mandando en el partido y en el primer minuto Rioja ya puso a prueba a Herrera con un disparo que atajó el meta rojillo. Esta acción dio tranquilidad y confianza al conjunto local para mantenerse fiel al guion en busca del cambio de rumbo de su hasta ahora errática trayectoria.

Se mantuvo así al timón de la contienda y de nuevo el futbolista sevillano dispuso de una buena oportunidad con un disparo desde la frontal del área que se marchó alto por poco. Osasuna, sin embargo, no se dejó intimidar por este inicio del Glorioso y poco a poco fue recuperando terreno a los gasteiztarras. En lo futbolístico y en lo anímico.

Es verdad que los de Arrasate apenas llegaban a las inmediaciones de la portería de Sivera pero las sensaciones que transmitía el duelo se iban tiñendo paulatinamente de un preocupante color rojillo. Hasta que en el ecuador del primer período llegó el ya habitual mazazo para el Deportivo Alavés. En una acción sin trascendencia el cuadro local concedió un saque de esquina, Rubén García lo botó con precisión desde la banda izquierda del ataque navarro y, en el segundo palo, David García le ganó con claridad la partida a Tomás Pina para conectar un potente cabezazo. El remate claro del central hizo inútil la estirada de Sivera que, pese a tocar la pelota, no pudo evitar que se colara cerca de la escuadra de su portería.

Sin haber hecho prácticamente nada hasta entonces Osasuna se encontró con un tesoro de valor incalculable y el Alavés, una vez más, se vio obligado a remar contracorriente. Y aunque Javi Calleja había anunciado en la previa que había trabajado el aspecto anímico para que el equipo fuera capaz de reponerse en el caso de recibir un golpe, lo cierto es que la terapia no funcionó lo más mínimo.

El tanto de Osasuna mandó a su rival a la lona y, durante unos minutos, se fue por completo del partido. Fase que aprovechó el cuadro navarro para sentenciar el derbi gracias al inocente penalti cometido por Toni Moya al interceptar con la mano un centro sin peligro. Roberto Torres transformó la pena máxima y ahí murieron las opciones del Alavés.

Porque aunque restaba más de una hora de encuentro el conjunto vitoriano en ningún momento fue capaz de inquietar a su oponente. Calleja trató de dotar de más mordiente al equipo desde el inicio del segundo periodo pero fue su rival quien dispuso de las ocasiones más claras tras el descanso aprovechando las constantes pérdidas locales. Solo pequeños chispazos de Pellistri y el empuje de Guidetti y el debutante Miguel de la Fuente en el tramo final trasladaron una mínima dosis de esperanza a los más de ocho mil socios presentes en las gradas de Mendizorroza, que sufrieron un amargo reencuentro con su equipo.

Se le plantea por lo tanto al Alavés un escenario en el que ya no cabe otra alternativa que una reacción inmediata. Y sin duda la mejor noticia para la escuadra de Javi Calleja es que la primera oportunidad para protagonizarla le llegará el miércoles ante el Espanyol.