¿Es una caravana? Sí, por supuesto. Además, con todos los papeles en regla para ir al lugar que sea. ¿Es una cámara fotográfica gigante? Pues aunque a alguien le pueda parecer mentira, también. Además, una que en breve va a contar con dos objetivos, en vez de uno como ahora. ¿Es un laboratorio fotográfico rodante? Así es, y con todo lo necesario: su grifo de agua, su zona de cubetas… ¿Puede ser pantalla de cine? De hecho, ya ha cumplido ese papel. En realidad LaTaBalKa es todo esto y mucho más.
Al volante, además de manera literal, están Nahikari Mora y Ion Ander Somovilla de Miguel, quienes a pesar de estar, por separado, involucrados en una y mil sendas creativas y sociales, han decidido abrir y recorrer de manera conjunta esta. Un laboratorio rodante, una cámara portátil gigante y un medio de transporte para llegar donde sea. Tres en uno.
Para quien todavía no se haya encontrado con todo lo que puede ofrecer este proyecto, su próxima parada se va a producir en Gasteiz el próximo día 31, en el marco de los actos programados por la actual edición del concurso FotoArte. A partir de las 17.30 horas, se desarrollará la propuesta, fotográfica y teatral, La Puerta Mágica de LaTaBalKa, siendo la asistencia libre y gratuita.
De todas formas, son ya varios los meses en los que esta caravana cultural viene recorriendo diferentes puntos de Álava. Tanto Mora como Somovilla de Miguel tenían claro que iban a desarrollar el proyecto sí o sí, pero la obtención el año pasado de una aportación de los fondos Next Generation a través de una convocatoria de la Diputación Foral de Álava, hizo que todo cristalizase de manera definitiva.
Tomar imágenes con este singular vehículo supone, además de manera literal, entrar en una cámara fotográfica
También que sus primeros pasos se hayan dado en distintos puntos del territorio como Murgia, Mendoza, Lagrán y Zambrana. Eso no significa, eso sí, que el mapa se circunscriba a Álava. En los planes inmediatos, por ejemplo, está realizar la ruta transpirenaica por ambos lados de la frontera, parando en puntos estratégicos con la intención de hacer fotografías pero también con la idea de que el espacio que se genera entorno a la caravana sea un punto de encuentro para hablar y compartir.
¿Y un carromato de caballos?
La propuesta nace tras el encuentro de dos personas, cada una con su recorrido y sus características, que ven posible hacer realidad lo que solo es una idea que tiene un referente claro en el fotógrafo Ilan Wolff, creador de una furgoneta convertida en una cámara estenopeica. Como reconoce Mora, “Ion y yo somos dos personas que no paramos quietas ni siquiera en vacaciones”, así que adentrarse en el proyecto para ver por lo menos sus posibilidades tenía que suceder sí o sí.
La cofundadora del laboratorio para el movimiento visual Haz –a cuya estructura está vinculada LaTaBalKa– cuenta con una amplia y contrastada trayectoria cultural centrada en la imagen. El geólogo reconvertido en reciclador creativo es un investigador y artista especializado en dar nuevas vidas a lo que la sociedad considera basura. “Nos conocimos y sabiendo que cada uno tenía su bagaje, sus sueños y deseos, hubo un momento en el que pensamos en dar el paso”.
Una cosa estaba clara desde el inicio, el interés por desarrollar la idea pensando en el ámbito rural y en el medio ambiente. A partir de ahí, al principio se barajaron varias posibilidades. Por ejemplo, usar un carromato de caballos. No fue la única. Pero terminó apareciendo esta caravana de los años 70, cuyo coste fue de menos de mil euros. Empezó entonces el trabajo de acondicionarlo todo, usando para ello materiales reciclados, de generar una cámara estenopeica con su objetivo oficial y equipar el laboratorio. “Ahora hemos convertido la mesa de trabajo en cama y así nos podemos permitir tiempo de viaje”.
Hacer fotos con la caravana
En esas dos funciones principales que cumple LaTaBalKa se encuentra la de ser una cámara como tal, que es algo que a mucha gente sorprende. Pero, en realidad, se trata de aplicar principios básicos de la fotografía. Solo que el formato y el tamaño no hay duda de que llaman la atención.
“No es nada incómoda de usar”, más allá de que tiene sus peculiaridades para encuadrar. “Te permite jugar mucho”, algo que se va a potenciar de cara a futuro puesto que se está ultimando la adquisición de dos objetivos estereoscópicos que “sería poder hacer fotos en 3D”. En todo caso, con unas características u otras en este sentido, lo cierto es que hacer fotografías con LaTaBalKa supone, de manera literal, entrar en una cámara fotográfica. Eso, cuando menos, es algo muy especial.
“La gente pregunta mucho, se suele quedar impresionada” con una idea pensada para trabajar, sobre todo, en el medio rural
También el hecho de contar con un laboratorio recién creado y que se va a seguir adaptando. Más allá de las mejoras o incorporaciones que se vayan realizando el día de mañana, todo entre estas cuatro paredes permite hacer lo mismo y en iguales condiciones que en un laboratorio, por así decirlo, normal. De hecho, ya se ha puesto a pruebas en diferentes iniciativas, como una fiesta de la cerveza llevada a cabo en Bermeo, a donde la caravana fue invitada para poder revelar fotos con esta bebida.
Con todo, no hay que perder de vista algo importante. A LaTaBalKa hay que conducirla. “Cada vez lo hago más yo”, sonríe Mora. Echar marcha atrás o hacer determinadas maniobras tiene su aquel, y no es lo mismo circular por el medio rural que por ciudad. Pero todo tiene su entrenamiento. Esto también.
Muchas preguntas
“La gente nos empieza a conocer, comienza a compartir fotos en redes sociales”, pero el objetivo no es convertirse en un proyecto solo para eventos. Se trata de un modo de vivir, compartir, encontrarse, crear, reciclar e investigar. “Vamos a ir paso a paso”, más allá de que sobre la mesa haya planes sobre creatividad, medio ambiente y ámbito rural.
Pero mientras esas ideas vayan tomando cuerpo, la caravana no para de aquí para allá. “La gente pregunta mucho, se suele quedar impresionada”, más allá de que existen personas que, tras un primer contacto, quieren profundizar más en los procesos fotográficos que se producen dentro del vehículo. Le ha pasado también a Somovilla de Miguel. “Él mismo sigue diciendo que le impresiona el hecho de ver, por así decirlo, la fotografía desde dentro”. Una experiencia que, eso sí, no ha hecho más que empezar. A LaTaBalKa le quedan muchos kilómetros por recorrer.