Cercanía, calidad y diferenciación. El abecé del pequeño comercio tradicional podría resumirse en estas tres características, valores cada vez más difíciles de encontrar en un mapa colmado de grandes franquicias.

Sucede en el sector textil –moda y calzado–, en el de los complementos –joyería o relojería–, en el del equipamiento para el hogar... y aunque no tanto en el hostelero, al menos en lo que a Vitoria respecta, las cadenas de comida rápida también han penetrado con fuerzas renovadas en el tejido local. 

Hacia otras ciudades

Sin dejar de lado esas tiendas de toda la vida, que el comercio minorista no atraviesa su momento más boyante en Gasteiz por la dificultad de competir con los trasatlánticos y la falta de relevo generacional es una realidad que está provocando un éxodo progresivo de clientela autóctona a otras ciudades del entorno con buenos sectores servicios.

Buscando, precisamente, ese trato personalizado, ese producto de primera o esa pieza única, muy difícil de encontrar en el océano de las grandes superficies.

Bilbao, Donostia y Logroño son tres de las ciudades que siempre han encabezado el listado de preferencias, pero a ellas se ha unido en los tiempos recientes otra mucho más cercana y también, pequeña.

Donde junto a esa cercanía, esa calidad y esa diferenciación los compradores pueden encontrar también comodidad y unos precios más ajustados. Se trata de Miranda de Ebro, accesible desde Vitoria en un cómodo viaje de poco más de 20 minutos en coche por la A-1, así como en autobús y tren. 

Tienda de complementos en la vecina ciudad de Miranda de Ebro. Pilar Barco

Aire... y dinero

Aunque las sensaciones siempre van por barrios, es un sentir generalizado que la capital alavesa está aportando mucho aire –y dinero– a la vecina localidad burgalesa como consecuencia, en parte, del declive comercial que ha experimentado Gasteiz en los años recientes, especialmente en sus vías más céntricas.

“Siempre he tenido clientes de Vitoria, de Haro, de Briviesca.... pero sí noto que últimamente hay más gente de Vitoria. Sobre todo los sábados por la mañana. Algún día concreto, he llegado a tener en la tienda hasta cinco clientes a la vez. Lo estamos notando más, es curioso”, apunta en conversación con DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA Amelia Fresno, gerente de la joyería mirandesa Tito.

Un negocio con 52 años de historia, emplazado en la céntrica calle Ramón y Cajal, que pronto se mudará a un local más grande en La Estación, otra de las vías comerciales más importantes de la ciudad vecina.

“Algún día concreto, he llegado a tener en la tienda hasta cinco clientes de Vitoria a la vez”

Amelia Fresno - Joyería Tito

¿Y qué es lo que ofrece Miranda de Ebro? Fresno lo tiene claro. “El comercio de aquí está muy bien. Lo cuidamos mucho. Está bastante centrado, todo cerca y es completo”, enumera la comerciante. “Y somos súper simpáticos”, apostilla entre risas. 

Sin entrar a analizar el hecho de que cada vez más clientela gasteiztarra se deje ver en su local –“no sabría decir el por qué”–, Fresno apunta a que su negocio siempre intenta “estar a la última”, como sucede con muchas otras colegas del sector.

“En cuanto a moda y complementos, estamos muy bien. En Miranda se cuida mucho la imagen y no tenemos tantas franquicias como en las ciudades grandes, que al final venden todas un poco lo mismo. Tenemos mucha tienda pequeña, trabajamos con nuestras firmas y eso es un valor”, expone Fresno.  

“Siempre ha venido gente de Vitoria, pero a raíz del covid he notado una afluencia no masiva, aunque sí muy importante”

Patricia Arce - Boutique Patricia

Otro negocio con mucha historia en la localidad burgalesa y que cuenta con una creciente clientela procedente de Vitoria es la Boutique Patricia, que se emplaza en la calle Juan Ramón Jiménez.

41 años de recorrido avalan a este establecimiento que ahora gestiona Patricia Arce, dedicada a la moda femenina “del día a día y de vestir”, y que cuenta con una clientela “muy variada” y de numerosas localidades del entorno.

“Estamos en un cruce de caminos y viene muchísima clientela de Álava y de Bizkaia. También de la comarca de la Bureba (Burgos), de Haro, de Rioja Alavesa...”, enumera. Procedencias dispares, pero una búsqueda común: “Trato personalizado, distinción y exclusividad, ahora que hay tanta franquicia”, según subraya Arce.

La céntrica calle La Estación es una de las vías comerciales más importantes de Miranda de Ebro. Pilar Barco

Boutique Patricia “siempre” ha tenido gente de Gasteiz entre sus clientes, pero es a raíz del covid que su gerente ha constatado “una afluencia no masiva, aunque sí muy importante” de compradoras procedentes de la capital alavesa.

“Lo hemos notado mucho”, asegura esta comerciante, quien apunta al siempre necesario boca-oreja como el principal factor de conocimiento de la tienda fuera de Miranda.

“Les hablan bien de nosotras y vienen. Nos dicen que las boutique multimarcas han caído muchísimo. Ha habido cambios de dueños que no han funcionado, se han cerrado establecimientos... y al final buscan ese trato personalizado”, analiza Arce.

El lunes, también “día fuerte”

Y no solo los fines de semana, al menos en este comercio concreto. “Antes la gente de fuera venía mucho los sábados, pero ahora el lunes es un día muy fuerte, porque en otros sitios cierran”, apunta esta profesional.

Según analiza, “la gente se ha cansado de lo online y está volviendo al comercio tradicional poco a poco. Le gusta hablar, contarte, dejarse asesorar, que le facilites... y al final cualquier día de la semana sacan un rato y vienen”. Y también comen... y beben.

“Está creciendo el cliente de fuera por el boca a boca. Vendemos sobre todo diferenciación y calidad-precio”

Jesús Conde - Restaurantes Bocca y Carbón

Así lo ha certificado la hostelería de la ciudad vecina, que aunque siempre ha tenido clientela de Vitoria, en los últimos tiempos ha recibido, igualmente, un volumen mayor.

“Está creciendo el cliente de fuera por el boca a boca, que es la mejor publicidad que podemos tener. Hablamos sobre todo del fin de semana, pero también a diario”, según certifica Jesús Conde, responsable de los restaurantes Carbón y Bocca. 

En este último local, “el 20 o 30% de la clientela” procede de la capital alavesa, una cifra que demuestra el peso que la ciudad tiene en la economía de la localidad vecina.

¿Las razones? Una propuesta gastronómica única, servicio y, “sobre todo, diferenciación y calidad-precio”, en palabras de Conde.

“Tengo muchísimos clientes de Vitoria desde hace tiempo, pero va a más. Tenemos, en general, una oferta gastronómica que no es habitual”, recuerda el hostelero, aludiendo a las dos estrellas Michelin que suma Miranda, en Alejandro Serrano y Erre de Roca. 

"Sí que notamos algo, sobre todo el fin de semana. Viene también mucha gente al mercadillo de los sábados"

Julio Martínez - Aceitunas y Conservas Emi

En la histórica Plaza de Abastos mirandesa, que cuenta con más de 100 años de historia, también han constatado movimiento de clientela foránea. No tanto como en el sector textil o de los complementos, pero Julio Martínez, responsable de Aceitunas y Conservas Emi, también lo constata.

“En alimentación sí que notamos algo, sobre todo el fin de semana. Viene también mucha gente de Vitoria al mercadillo de los sábados”, según constata este comerciante.

“Calidad, precio y servicio” son los tres pilares en los que se apoya un comercio mirandés que, si bien también ha experimentado cierres, sale adelante, en parte, gracias a esa clientela exterior. “Nos hemos tenido que hacer fuertes ahí, porque con las grandes superficies no podemos competir”, reconoce Martínez.

La Cámara de Comercio, Industria y Servicios de Miranda de Ebro lanzó en noviembre de 2022 la campaña 'Disfruta Miranda', una plataforma de fidelización del consumo local que proporciona a la clientela participante un 2% de descuento en sus compras en 47 establecimientos ya adheridos de la ciudad. Han atraído ya a más de 5.000 clientes, que disfrutan de una suerte de monedero virtual utilizable en cualquiera de ese medio centenar de tiendas. Según los datos de la Cámara mirandesa, alrededor del 15% de la clientela participante reside fuera de la localidad, un número importante en Vitoria. “Está funcionando muy bien”, reconocen fuentes de la entidad.