- Dice el refrán que el dinero no da la felicidad, pero desde hace mucho tiempo se le ha añadido con asiduidad al dicho la coletilla de que al menos ayuda a acercarse a ella. En unos parámetros similares se puede hablar de la situación del Deportivo Alavés una vez asegurada la permanencia en Primera División de cara a la próxima temporada. No en vano, la salvación lleva asociada un cheque monetario de dimensiones colosales que procede de los derechos televisivos. Todo un seguro de vida millonario que se hace todavía más importante para la estabilidad y los planes de futuro del club en un momento de crisis como el actual, en el que otro tipo de ingresos se encuentran por completo en el aire en estos momentos y no existe certeza ninguna de si se van a poder recuperar a corto, medio o largo plazo. Si las diferencias entre la máxima categoría y el segundo escalón eran ya colosales, las diferencias no van a hacer sino incrementarse aún más a partir de ahora. De ahí el valor, no siempre ponderado, de que un club como el vitoriano se mantenga entre los mejores el máximo número de campañas que sea posible, pues por debajo se abre un abismo económico enorme por la diferencia que suponen los ingresos televisivos. Un dinero que sirve para potenciar el apartado deportivo, pero, sobre todo, para tejer un entramado sobre el que seguir creciendo como club. Y, en este caso en particular, para alimentar los muchos frentes del conglomerado que dirige Josean Querejeta mantiene abiertos.
Aunque la cifra final todavía está por determinarse y podría verse rebajada por la incidencia de la crisis provocada por el coronavirus, el proyecto de presupuesto del Alavés para la temporada 2019-20 recogía como máximo ingreso la previsión de recibir 50 millones de euros de LaLiga a través del contrato para la venta conjunta de los derechos televisivos, dentro de un presupuesto de 76. No hay una cifra fijada aún para la próxima campaña porque la crisis puede conducir a variar los parámetros que estaban fijados o que la cantidad global a repartir se reduzca un poco, pero todo hace indicar que los clubes se van a mover en unos parámetros similares a no ser que hayan protagonizado saltos importantes, ya sea hacia arriba o hacia abajo, en la clasificación. Como el equipo albiazul se mueve fuera de la zona europea, las diferencias en ese sentido no serán muy significativas y debería ganar peso su presencia por quinta temporada consecutiva en Primera.
Reducción presupuestaria Partiendo del supuesto de que el ingreso se mantenga como mínimo en las cifras actuales -la previsión antes de la pandemia era que se incrementase la cantidad a repartir-, el dinero del contrato televisivo ganará peso porcentual en un presupuesto que se rebajará sustancialmente -lo que también conllevará un ajuste en los gastos- después de alcanzar su máximo con esos señalados 76 millones de ingresos. Además, dicha cifra seguramente no será una realidad cuando se ajusten las cuentas al final del ejercicio y se tenga que restar el dinero que se ha tenido que devolver a los abonados o el que no se ha podido recaudar por aspectos directamente relacionados con la celebración de los partidos o aspectos comerciales, aunque también se ha producido alguna inyección que no estaba contemplada, como el traspaso en el mercado invernal de Mubarak Wakaso.
Todas las partidas relacionadas con la celebración normal de los partidos con espectadores se mantienen en el aire. Y todos los indicadores señalan que no va a ser posible que los estadios regresen a la normalidad en un espacio temporal breve. La línea la marca la campaña de abonados ya presentada en el Baskonia, que contempla la congelación de precios y la devolución del valor de cada entrada por cada partido al que el socio no pueda acudir por imperativo legal. De un presupuesto en la campaña 2019-20 de cuatro millones de ingresos, parece complicado que acabe llegando una cantidad significativa. Y a ello hay que añadir todo el potencial de negocio que se pierde sin aficionados consumiendo en el estadio.
También a nivel publicitario se avistan problemas, con muchas empresas anunciantes en serios problemas económicos y el añadido que puede presentarse en breve de que se prohíba la publicidad de las casas de apuestas, que en el caso del Alavés tiene como protagonista a Betway en el pecho de la camiseta. LaLiga está trabajando para que dicha medida, que vendría a dañar a casi todos el fútbol profesional, no se aplique de manera inmediata.
Y, por si fuera poco, en un momento de crisis obtener cantidades importantes por traspasos en un mercado en el que se prevé muy poco gasto en los niveles en los que se mueve El Glorioso parece complicado, aunque la intención del club es conseguir alguna venta potente.
Proyectos en marcha Más allá del apartado deportivo que se lleva gran parte del presupuesto, los topes de gasto en este sentido que marca la patronal propician que los clubes puedan invertir en otros aspectos con el objetivo de incrementar su capacidad de generar recursos económicos a futuro y mejorar sus instalaciones. En este sentido, la permanencia le permite al Alavés seguir dando pasos en los múltiples proyectos que tiene en marcha y que se están sustentando en ese dinero que cada año recibe de las televisiones.
El plan para la ampliación y mejora de la ciudad deportiva de Ibaia se encuentra ya en marcha a falta de un plan para acometer la expansión, de la misma manera que el crecimiento alrededor de Bakh. El proyecto para incrementar el aforo de Mendizorroza se encuentra detenido en estos momentos, pero el club no renuncia a ese objetivo que se ha marcado y requiere de un músculo económico importante. También se puede mantener la apuesta por otros mercados con los convenios con clubes a nivel internacional y la propiedad del NK Istra, donde también se precisa una vuelta de tuerca para enderezar el proyecto.
Y, cabe recordar, de la permanencia en Primera del Alavés también se beneficia directamente un Baskonia que va a perder ingresos importantes por otros costados que le van a afectar de manera sustancialmente superior a su club hermano, pero que va a poder mantener el poderoso flujo que le llega desde el Paseo de Cervantes a través de la recaudación del 4% del presupuesto en concepto de gestión.
Porque, las cifras lo aseguran, el fútbol como deporte ha quedado ya para los románticos y se ha convertido en un negocio de cifras millonarias.
50
En su proyecto presupuestario para la temporada 2019-20, el Alavés contempló un ingreso de 50 millones de euros por los derechos televisivos.
Contrato televisivo. El Alavés ha presupuestado para la temporada 2019-20 un ingreso de 50 millones de euros por el contrato para la venta centralizada de los derechos televisivos que comercia LaLiga. Habrá que ver en cuánto queda finalmente dicha cantidad, pero se espera que la cifra se mantenga en registros similares de cara a la próxima temporada con la salvación.
Abonados. Se habían presupuestado cuatro millones de euros de ingresos en este apartado, pero la cantidad final se reducirá en torno a un 20%. El problema viene de cara al próximo curso, en el que no hay certeza alguna de que se puedan conseguir ingresos en este apartado.
Publicidad. Se pensaban obtener seis millones de euros y seguramente la cifra de negocio final se verá rebajada. La crisis además provocará que desaparezcan anunciantes y está en el aire el patrocinio de Betway por las inminentes restricciones legales a las casas de apuestas.
Mercado. El traspaso de Maripán dejó 15 millones de euros y la cifra aumentó con la marcha de Wakaso. Este verano parece difícil conseguir grandes ingresos en un mercado en crisis aunque se buscará una gran venta.