Vitoria - La calculadora del alavesismo echa humo, pero las cuentas ya con del todo sencillas y marcan el camino hacia el ascenso directo a Primera División con meridiana claridad. Con tres implicados solamente en la pelea por las dos plazas que dan el billete a la máxima categoría, el objetivo del Deportivo Alavés en esa batalla con Leganés y Nàstic es asegurarse uno de esos dos pases mañana mismo para evitar acudir a una última jornada agónica. Eso sí, pase lo que pase en esta penúltima fecha del calendario, El Glorioso siempre tendrá la última bala en la recámara de depender de sí mismo en la visita a Tarragona. Eso sí, lo que se pretende es no alargar la agonía hasta ese 4 de junio. El objetivo es ascender mañana y, en ese sentido, las cuentas son clarísimas. El Alavés se aseguraría el billete a Primera con solo dos puntos más, cifra que se reduce a un solo punto empatando en Tarragona. Ese resultado impediría que el Nàstic diese caza a los albiazules. Pero como la intención es finiquitar el sueño cuanto antes, la cuenta más clara es la que pasa por depender solo del resultado propio y no de los dos rivales directos. Y, en ese sentido, la victoria ante el Numancia es el único marcador que evita estar pendiente del transistor.
Con tres puntos más en el casillero, el Nàstic quedaría ya definitivamente descartado de la carrera aunque ganase en Lugo, mismo resultado al que se vería obligado el Leganés ante el Llagostera para mantener opciones de descabalgar a los albiazules del primer puesto en esa pelea ahora secundaria de ser campeones de la Liga Adelante.
El Alavés lo tiene claro y no quiere dejar desaprovechar la oportunidad de ascender en Mendizorroza ante su afición para así evitar la agonía a la que conduciría una última jornada en la que las espadas siguiesen en alto. Eso sí, del dicho al hecho siempre hay un trecho. Y superar a los sorianos no se antoja sencillo por mucho que el equipo de Jagoba Arrasate no se juegue ya nada en este tramo final del curso.
Muchos son los factores que entran en juego y aunque la de El Glorioso es la posición que les gustaría tener a sus dos rivales directos también es cierto que la sensación de obligación puede jugar una mala pasada. Demasiada tensión acumulada, demasiados nervios, demasiada necesidad de ganar para evitar el cara o cruz en la jornada final. Ya se vio el jueves en Lasesarre que el factor anímico es determinante y los vitorianos tuvieron que lidiar con sus propias emociones para acabar llevándose tres puntos tan sufridos como determinantes.
La victoria supone el billete directo a Primera, pero no es el único resultado que podría poner al Alavés mañana en la máxima categoría. Eso sí, en este caso ya entrarían en juego los resultados de Leganés y Nàstic en sus respectivos compromisos ante Llagostera y Lugo.
En ese caso de no conseguir el triunfo ante el Numancia, las cuentas también están claras por el ascenso. A los madrileños hay que sacarles un punto más, por lo que si los alavesistas empatan mañana precisarían de una derrota del Leganés -teniendo en cuenta la victoria del Nàstic- para ascender. Si se cae ante el Numancia no se podrá aventajar a los pepineros de manera suficiente, ya que de mantenerse los tres puntos de distancia que actualmente refleja la clasificación existiría posibilidad de vuelco en la última jornada al tener a su favor los de Asier Garitano el gol average, lo que unido a una victoria suya en Miranda y una derrota albiazul en Tarragona sería definitivo.
Más margen existe con el Nàstic, ya que los cuatro puntos de diferencia abren el abanico. En este sentido, repitiendo la variante de no conseguir la victoria ante el Numancia unida al triunfo del Leganés, los albiazules tendrían que firmar el como mínimo mismo resultado que los tarraconenses mañana para asegurarse el ascenso. Empate de los dos. Derrota de los dos. O igualada vitoriana y derrota catalana.
En todo caso, y en el supuesto del peor de los escenarios posibles -derrota o empate propios y victoria de los dos rivales-, a los de José Bordalás siempre les quedaría la bala de la última jornada en la recámara. En el supuesto de alcanzar esa fecha todavía con el ascenso en juego, al Alavés le bastaría con empatar en su visita al Nàstic, resultado que evitaría que los catalanes pudiesen adelantar a los vitorianos en la tabla. Pero como nadie quiere llegar a semejante momento de agonía, el camino marcado por el vestuario pasa por una victoria que propicie que El Glorioso no dependa de terceros en su carrera por regresar a Primera División.
Ganando. Si el Deportivo Alavés consigue ganar mañana al Numancia será automáticamente nuevo equipo de Primera División independientemente de los resultados de sus dos únicos rivales en la pelea por las dos plazas de ascenso directo a la máxima categoría. Además, daría un paso de gigante hacia el título de campeón de Segunda División, que además de reconocimiento también reporta un mayor beneficio económico en el reparto de los derechos televisivos de la próxima campaña.
Empatando. En caso de empate ante el Numancia, hay dos vías que abre la puerta al ascenso directo. Por una parte, se materializaría el billete a Primera con un solo punto más si el Leganés pierde con el Llagostera. La otra vía es que el Nàstic no fuese capaz de ganar en Lugo, ya fuese un empate o una derrota.
Perdiendo. La única opción para el Alavés de ascender mañana a Primera en caso de derrota propia es que el Nàstic también pierda su compromiso en el campo del Lugo. La alternativa del Leganés desaparece, ya que los madrileños están a solo tres puntos y cuentan con el ‘gol average’ a su favor.
Última jornada. En caso de no resolver el ascenso mañana, al Alavés le quedaría una última jornada en la que le bastaría con empatar en su visita al Nàstic para subir a Primera.