Santi Mouriño es consciente de que el Athletic Club es un hueso duro para cerrar el año en casa, pero eso no le intimida. Los derbis, "como dicen en Uruguay", están para ganarlos y mucho más si se juegan en Mendizorroza, donde el Deportivo Alavés “tiene armas para pelear contra cualquiera”. En su conversación con DNA, el joven central albiazul repasa la temporada tanto a nivel colectivo como individual.

¿Qué tal esta segunda semana con Eduardo Coudet al frente?

Bien, adaptándonos poco a poco a su estilo de juego. La semana pasada no pudimos entrenar mucho lo que él quiere, pues tuvimos que jugar la Copa y visitar a Osasuna sin apenas margen, pero creo que ya se han visto sobre el césped algunos detalles de lo que queremos ser. El Chacho busca un equipo que proponga y eso hemos intentado en los dos primeros partidos.

¿Ha cambiado mucho el día a día respecto a la etapa con Luis García?

La verdad es que no. En eso ha tenido mucho que ver la actitud del nuevo míster, que no ha dudado en adaptarse a la rutina que ya teníamos. Obviamente son distintos técnicos y cada uno entrena a su manera, pero por ahora no hay demasiadas diferencias. Vamos un poco más apurados, eso es cierto. Aunque es lo normal, hay muchas cosas que aprender y el tiempo justo para ello.

Enfocándonos en la idea de Coudet, ¿qué os está pidiendo diferente?

Con Luis buscábamos un juego algo más directo, mientras que el Chacho nos incita a que tengamos más el balón y estemos el mayor tiempo posible en el campo del rival. Ahora bien, no creo que ninguna de las dos ideas sea mejor que la otra, simplemente son formas de entender el fútbol distintas. 

A usted, en lo personal, ¿le viene bien ese juego con más balón?

Bueno, mi labor principal es defender y eso no cambia esté quien esté en el banquillo (ríe). Sí es cierto que me considero un futbolista capaz de adaptarse a cualquier estilo, ya lo hice con el de Luis y ahora estoy haciéndolo con el del Chacho.

Santi Mouriño, durante su entrevista con DNA en Mendizorroza. Pilar Barco

El fichaje de Coudet busca una reacción, ¿la ha habido en estos primeros días?

No sé si una reacción, pero sí que ha habido un cambio en el ambiente. La llegada de un nuevo entrenador hace que todos los jugadores empecemos de cero, entonces la gente quiere mostrarse, por así decirlo, y eso da un pequeño empujón al equipo. Ahora bien, no digo que con Luis no diésemos nuestro cien por cien. Ya comentó él en su despedida que sí lo hacíamos. Simplemente son situaciones distintas. 

El empate en El Sadar ha sido muy importante para la moral del equipo, imagino.

Sin duda. Fue un partido que, según pasaban los minutos, pensamos incluso que nos lo podríamos llevar, pero es un campo muy difícil. Así lo demuestra que el Barcelona, el mejor club del torneo para mí, perdiera allí. Nos plantamos bien, dimos la cara, jugamos cuando tuvimos que jugar y reaccionamos bien en el momento que ellos se pusieron por delante. 

¿Temió que, después del 2-1, el Alavés se cayera? Ya lo había hecho en otras jornadas.

Claro. No es fácil asimilar tantos golpes seguidos. Nuestra dinámica en Liga no era buena, la Copa nos dejó todavía más tocados y ver cómo nos remontaron el choque fue otro varapalo. Era lógico pensar que no seríamos capaces de sacarlo. Afortunadamente, no paramos de intentarlo y ese punto nos ha dado un subidón anímico que seguro nos va a venir muy bien para el derbi de mañana. 

¿Cómo ve la lucha por la permanencia?

Todo muy parejo. Solo sacamos cinco puntos al último (Valencia) y, obviamente, será una lucha hasta el final entre seis o siete equipos. Creo, además, que la salvación va a estar más cara que en los últimos años, si bien estoy seguro de que tenemos plantilla para estar más arriba de lo que estamos. 

“El ‘Chacho’ busca un equipo que proponga y eso es lo que hemos intentado mostrar en los dos primeros encuentros”

Duelo exigente el de mañana, llega en un gran momento el Athletic.

Sí, cuenta con grandes jugadores y ha demostrado que es un muy buen equipo, pero nosotros en Mendi tenemos nuestras armas para pelear. Uno siempre debe tener en la cabeza la victoria y más en partidos así. Los derbis no se juegan, se ganan. Así lo decimos en Uruguay. 

En lo personal, ¿cómo valora su temporada hasta el momento?

Ha habido altibajos. Mis primeros partidos con Luis creo que fueron buenos, pero luego hubo otros en los que no estuve a mi mejor nivel. Ahí diría que me afectó la falta de continuidad, aunque siempre intenté dar lo mejor de mí. Ahora estoy luchando por recuperar la versión del comienzo, sabiendo lo que puedo y no puedo ofrecer al equipo, y creciendo poco a poco. 

¿Es la Primera División como esperaba?

Sí, sí. Desde afuera veía a jugadores de mucha calidad, de los que cometes un error y no te perdonan, y eso es lo que me he encontrado. La Segunda me parece más aguerrida, con menos espacios y el físico como protagonista. Aquí te dejan jugar más, pero tienen una y te hacen sacar de centro. Esa creo que es la diferencia. 

¿Ha habido algún momento en concreto que le hiciera darse cuenta de que ya estaba en la élite?

El partido contra el Madrid, seguro. La calidad de sus jugadores está a otro nivel y verlos de cerca es mucho más impresionante que por televisión. Mbappé, por ejemplo, tiene movimientos muy rápidos y cuesta mucho seguirle. Cuando estás ahí dentro te das cuenta de lo que es el máximo nivel.

Santi Mouriño, durante su entrevista con DNA en Mendizorroza. Pilar Barco

¿Está teniendo que adaptar mucho su juego para encajar en Primera?

Diría que no. Sigo jugando como lo hacía en Segunda, aunque con bastante más cuidado cuando tengo el balón. Sabiendo el talento que tienen los rivales, capaz de hacerte gol en cualquier momento, es fundamental minimizar los errores lo máximo posible. 

En el Zaragoza, eso sí, se vio a un Mouriño más valiente con la pelota, ¿será posible verlo de nuevo cuando tenga más confianza?

(Ríe). Ojalá que sí. Pienso que eso acabará saliendo solo, según vaya jugando más y sintiéndome mejor sobre el césped. 

La competencia en esa zaga es muy exigente, ¿no?

Sin duda. No solo son muy buenos jugadores, también tienen más experiencia que yo en Primera. Abqar fue titular toda la temporada pasada, Sedlar ya sabemos lo mucho que ha jugado, Pica vino fuerte de Segunda RFEF… Lo bueno es que esa competencia es muy sana y hace que cada uno intentemos dar lo mejor de nosotros. 

¿Cómo llevó que Pica irrumpiera en el once? No debe ser fácil que, de repente, un chaval del Miniglorias aparezca y le quite minutos.

Lo tomé de manera muy natural, si te soy sincero. Es cierto que venía del filial, pero ya estaba en dinámica del primer equipo y era uno más para nosotros. Tuvo mucho mérito lo que hizo y me alegré por él, si bien me hizo trabajar todavía más para recuperar mi lugar. Lo importante es que la competencia sea sana, sea contra quien sea. 

“Como decimos en Uruguay, los derbis no se juegan, se ganan; en Mendizorroza tenemos armas para pelear contra cualquier equipo”

No solo la defensa es la que defiende, pero sí ha sido el principal foco de crítica hasta ahora, ¿qué opina?

Si encajamos tantos goles es porque algo estamos haciendo mal, eso es así. Ahora bien, pienso que hemos mejorado en las últimas jornadas y que, en muchos casos, los errores habían sido más por falta de concentración, fruto de no saber reaccionar a los golpes, que por temas futbolísticos. Tenemos que trabajar mejor la cabeza para evitar caernos en los momentos complicados. 

¿Qué tal es jugar en Mendizorroza?

Hermoso, la verdad. La gente te ayuda y aprieta mucho, pero no lo decimos solo nosotros, también los rivales cuando vienen a jugar aquí. Lo mismo pienso cuando paseo por la ciudad. Siempre recibo palabras de aliento si me cruzo con algún aficionado y eso hace que me sienta como en casa. Es muy lindo todo lo que rodea al Alavés.

Hablando de ambiente, ¿cómo es ese día a día con tanto argentino y uruguayo?

Tenemos muy buena relación entre todos, pero sí es cierto que con Charly (Protesoni) y los argentinos hay algo especial. Nos picamos bastante, sobre todo al hablar sobre mate o decirles que el dulce de leche y los alfajores nacieron en Uruguay. 

Si en el  fútbol, por lo que sea, no les va bien, pueden crear una empresa de mate juntos.

(Ríe). Algo hay que inventar, sí. También te digo, no solo somos los uruguayos y los argentinos los que lo tomamos, se están sumando cada vez más compañeros de aquí. 

¿Y el Chacho?

Le mete, le mete.

Santi Mouriño, durante su entrevista con DNA en Mendizorroza. Pilar Barco

“Entiendo que a la afición no le gustara la marcha de Luis García”

Le pregunto por la marcha de Luis García, ¿se la esperaban en el vestuario?

No sabría decirte. Sí es cierto que, tras empatar con el Leganés en Mendizorroza, era una posibilidad que podía darse, pues estábamos metidos en una racha negativa. Aun así, como son decisiones que no dependen de nosotros y que no podemos controlar, los futbolistas solemos estar centrados en jugar y entrenar, no en lo que ocurre más arriba. 

¿Afectó mucho a la plantilla esa decisión?

Siempre lo hace, pero no solo aquí. Afectó el curso pasado en el Zaragoza, donde tuve tres entrenadores, ha afectado al Alavés esta vez y también afecta a otros equipos de LaLiga. Un cambio en el banquillo es difícil porque trastoca todo lo que se había hecho hasta ese momento, pero a nosotros no nos queda otra que asimilarlo y adaptarnos lo más rápido posible al nuevo técnico.

A buena parte de la afición no le gustó que se prescindiera de Luis.

Sí, y lo entiendo. Fue el técnico que les dio el ascenso y una persona capaz de conectar muy bien con ese sentimiento del Glorioso. Es lógico y normal que se le haya tenido un cariño especial. Yo, eso sí, no tuve tiempo para conocerlo tanto como lo hicieron otros compañeros. Llegué este verano a Vitoria y apenas he estado tres meses con él. 

¿Cree, por último, que el fútbol debería ser más paciente con los entrenadores?

Puede, pero esto es lo que tenemos en la actualidad. El fútbol ha cambiado mucho en los últimos años y ahora mismo las dinámicas lo son todo. Poco más puedo decir sobre este tema. Creo que todos somos conscientes de que cualquier mala racha puede provocar decisiones así, incluso si se está fuera del descenso, como es nuestro caso. Es difícil, eso es evidente.