Vitoria - Jorge Morcillo es todo un trotamundos del fútbol, pero siempre recordará que en el Deportivo Alavés volvió a sentirse jugador tras la amarga experiencia en el Córdoba, un club que le mandó al paro. Solo vistió la camiseta albiazul un año y medio, pero con su esfuerzo supo ganarse el cariño de Mendizorroza. Su frustración fue no poder corresponder a todo ese apoyo con un ascenso colectivo que sí consiguió en lo personal. Tras ser uno de los mejores centrales de Segunda División con el Recreativo, el Rayo Vallecano le abrió las puertas de Primera y tras un año en el que no tuvo las oportunidades que creía regresa ahora a la Liga Adelante para buscar el ascenso con el Almería.
¿Cómo va esta nueva experiencia?
-Pues otra nueva etapa. Soy un poco trotamundos y aquí estoy ahora en el Almería. Estoy muy contento porque me he encontrado un equipo que me ha dado la confianza que me había faltado durante el último año y con la esperanza de que todo vaya bien y de cumplir el objetivo que se ha marcado el club.
La presencia de Sergi en el banquillo, con el que ya coincidió en el Recreativo, habrá sido importante para usted, así como la apuesta del propio club ofreciéndole un contrato de tres temporadas.
-Sergi tuvo su papel. Con él me fue muy bien en Huelva y que continuase en el banquillo fue muy importante para que me decidiese por el Almería cuando tenía otras ofertas. Estoy contento y con ganas de que se cumpla el objetivo que el club se ha marcado, sin ir de tapados y sin ningún pero. Está bien que se dé un paso adelante en ese sentido y aquí está claro que se va a luchar con todo por el ascenso.
Consiguió llegar a Primera División la pasada temporada y tras un año en la máxima categoría, y a pesar de tener otros dos más de contrato con el Rayo Vallecano, optó por regresar a Segunda este mismo verano.
-Me fueron muy bien las cosas en Huelva y eso me sirvió para firmar tres años en el Rayo, un club que hace las cosas muy bien. Pero me faltó algo fundamental como es la confianza y las oportunidades. Pese a tener contrato, decidí dar ese paso atrás en cuanto a la categoría y en el Almería me están dando esa confianza que me faltaba. La vida del jugador es muy corta y hay que aprovechar todos los trenes que pasan. No me podía estancar pasando un año más jugando muy poco y sin la confianza del entrenador. Decidí marcharme y me quedo con la experiencia vivida en Primera, aunque espero volver a tenerla.
Esta decisión habla de su ambición. Otros futbolistas no renuncian a estar en Primera a pesar de que sepan de antemano que apenas van a jugar.
-Yo estaba muy bien, disfrutaba cada entrenamiento, cada semana y cada partido, enfrentándote a equipos y jugadores tan grandes que todo el mundo conoce, pero al final todo el mundo que me conoce sabe que soy ambicioso, que tengo mucha hambre y no podía me podía conformar con quedarme otro año prácticamente en blanco. Voy para los treinta años y esto no dura mucho. No podía dejar pasar otro año más sin hacer nada. Quería volver a sentirme importante, el Almería me presentó el proyecto más interesante y creo que he dado el paso acertado.
Le queda la experiencia de haber vivido un año en un club muy especial como el Rayo Vallecano.
-Especial y peculiar son dos palabras que se ajustan muy bien al Rayo. Todo el mundo sabe cómo es, pero hasta que no estás dentro ni te lo imaginas. Es un gran club, con personas que lo dirigen muy comprometidas, pero por hache o por be no acabé de tener la confianza que quería y ya es pasado, aunque el recuerdo queda ahí.
La mayoría de analistas de la Liga Adelante califican al Almería como el gran candidato al ascenso, pero tampoco a ese nivel de favoritismo que otros años podían tener el Betis o el Deportivo de La Coruña, por poner los dos ejemplos más recientes.
-En todas las quinielas nos ponen como el rival a batir, pero para acertar esas apuestas hay que demostrarlo los fines de semana. De momento, tenemos una cara buena en casa y otra no tan buena fuera. Tenemos una gran plantilla, el club ha hecho un esfuerzo muy grande por mantener a jugadores de Primera y traer fichajes importantes, pero aquí hay que demostrar en el campo, no con nombres. Esto es muy largo y se decide al final, aunque ahora no hay que dejar escapar puntos. Hay muchos equipos importantes y entre ellos está un Alavés que se ha reforzado muy bien y que creo que va a estar arriba con nosotros.
Lo que parece evidente es que en Almería hay mucho dinero. Por ejemplo, Lolo Reyes declinó al final la oferta que tenía del Alavés por tener una propuesta muy superior de su club.
-Se ha hecho un esfuerzo muy grande en fichajes, Chuli, Lolo, Pozo... Siguen Corona, Dubarbier, los dos centrales... El equipo está muy compensado y bien hecho, pero nos toca a los jugadores demostrar que somos el equipo a batir.
De momento, más sombras que luces en sus primeros partidos de la temporada.
-Los equipos están todavía por hacer, estamos en la quinta jornada y hemos dado una cara en casa con dos victorias y otras fuera con dos derrotas. Tenemos que mejorar mucho porque aquí todos los equipos te plantan cara. Para conseguir el objetivo hay que hacer mucho esfuerzo para puntuar.
Comentaba que una de las razones de su salida del Rayo fue la falta de oportunidades, pero de momento no es usted titular indiscutible.
-Hay mucha competencia. Somos veinticinco jugadores profesionales y solo juegan once. Hay centrales de mucho nivel, como Fran Vélez o Carlos Cuéllar, y el míster tiene que decidir. Es evidente que me gustaría tener más minutos.
No ha perdido ese olfato goleador de su etapa de Huelva.
-Estoy teniendo suerte. En el Recreativo me fue muy bien y el último año marqué seis goles. Ahora ya llevo dos entre Liga y Copa. Todo lo que sea aportar cosas positivas al equipo es bueno, pero mi trabajo es defender. Es lo que me piden y es en lo que tengo que mejorar.
Volviendo la vista atrás, llegó a Vitoria en diciembre de 2009 en su peor momento como futbolista después de un despido en el Córdoba por el que se quedó en el paro y en unos pocos años la vida le cambió por completo y a mejor.
-Mi paso por Vitoria no se me olvidará nunca porque llegué de rebote y me abrieron los brazos. Le guardo un gran cariño al club porque me acogió después de una situación muy miserable en Córdoba. Intenté devolver con mi trabajo ese cariño que todos me dieron desde el primer minuto. Me quedó la espina de no conseguir el ascenso, pero siempre le estará agradecido al club a la afición y a la ciudad.
¿Qué le parece este Alavés?
-Los equipos se hacen a imagen y semejanza de su entrenador y el sello de Bordalás ya se nota. Sus equipos son intensos, fuertes y aguerridos y ya lo estamos viendo en este Alavés, que va a ser muy difícil de batir. Va a ser un duelo muy intenso y disputado porque los dos venimos de malos resultados.